Chile

Qué vota Chile en el histórico referéndum

Los chilenos deciden si quieren una nueva Constitución que reemplace a la vigente, heredada de la dictadura de Pinochet

Miles de personas se manifiestan durante una protesta en Plaza Italia en contra del gobierno de Sebastián Piñera
Miles de personas se manifiestan durante una protesta en Plaza Italia en contra del gobierno de Sebastián PiñeraElvis GonzálezEFE

Chile tiene este fin de semana una histórica cita con las urnas para decidir si quiere o no una nueva Constitución. El plebiscito es una de las principales apuestas del presidente Sebastián Piñera para desactivar la grave crisis social que estalló en octubre de 2019. El referéndum llega después de que la mayoría de los partidos políticos, tanto oficialistas como de oposición, excepto el Partido Comunista, llegaran a un histórico pacto bautizado como “Acuerdo por la paz social y nueva Constitución”.

La actual Carta Magna, reformada más de 40 veces, está considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por haber favorecido la privatización de servicios básicos. La redacción de una nueva Carta Magna es uno de los principales clamores de los manifestantes, que culpan a la actual de ser el origen de la grandes inequidades del país, pues le concedió al Estado un papel secundario en la provisión de recursos básicos como la salud, la educación o las pensiones, lo que favoreció su privatización.

En el plebiscito se preguntará a los chilenos: “¿Quiere una nueva Constitución?” Independiente a lo que el elector haya decidido, se le entregará una segunda papeleta donde se le preguntará qué órgano debería redactar esta nueva Carta Magna. Aquí las alternativas vuelven a ser dos: Convención Mixta Constitucional, compuesta por un 50% de parlamentarios y un 50% por ciudadanos elegidos exclusivamente para este fin, o una Convención Constitucional, cuyos integrantes serán completamente elegidos entre los ciudadanos. Si gana la opción del “sí” se convocará a una nueva elección para elegir a los miembros de la convención. Por otra parte, si gana la opción del “no” seguirá vigente Constitución.

Si el plebiscito es aprobado, la elección de los miembros de una u otra instancia se realizará más adelante, pero la ratificación de la nueva Constitución se realizará con sufragio universal y voto obligatorio.

La oposición pretende que la nueva Constitución se redacte desde cero, respetando los tratados internacionales suscritos por Chile, mientras que los sectores conservadores quieren evitar la creación de un nuevo texto para posteriormente reformar.

“Es el referéndum más trascendental desde el de 1988, que condujo al fin de Pinochet. En Chile no hubo una transición completa, nos faltó una Constitución, y esta es una buena oportunidad para concluir el proceso”, dijo a Efe la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Claudia Heiss.

El origen del plebiscito tiene su origen en un episodio de malestar social. Lo que empezó siendo un llamamiento de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo, que no tiene visos de apaciguarse. Las marchas empezaron siendo multitudinarias y pacíficas, pero fueron perdiendo peso con los días y empezaron a sucederse episodios de extrema violencia con saqueos, incendios y barricadas en distintas zonas del país.