América del Norte

Trump amplia la ofensiva legal a otros cuatro Estados

Dirigentes republicanos se distancian de la estrategia del presidente, mientras los jueces rechazan sus demandas en Michigan y Georgia

Simpatizantes de Donald Trump se manifiestan en el exterior de la oficina electoral de Las Vegas (Nevada)
Simpatizantes de Donald Trump se manifiestan en el exterior de la oficina electoral de Las Vegas (Nevada)ROLLO ROSSREUTERS

A Donald Trump no le salen las cuentas. Por esa misma razón pedía a gritos, a juzgar por las mayúsculas, que se detuviera el escrutinio: «¡DETENGAN EL CONTEO!», publicaba Trump a primera hora del jueves en su cuenta de Twitter. Dos días después de la histórica jornada electoral y todavía sin haberse podido confirmar el ganador.

Mientras el candidato demócrata, Joe Biden, se mostraba confiado, pero prudente hasta conocer el resultado final de la votación, Trump se declaraba vencedor desde la misma noche electoral y amenazaba con llevar el caso a la máxima institución judicial del país, el Tribunal Supremo, si los resultados no le favorecían. Casi como una predicción del escenario político que se presentó horas después.

Los ajustadísimos escrutinios en varios Estados decisivos, con un alto porcentaje por contar y conscientes de que el voto por correo favorecería a los liberales, los ánimos de los conservadores empezaron a mermar y su discurso se fue tornando más radical.

Ambos candidatos ponían en marcha todas las herramientas legales a su alcance, preparando a sus equipos de abogados incluso desde hace semanas, pero con distintos objetivos.

Por un lado, Trump intenta detener el recuento cuanto antes y revisar los votos que se hayan efectuado tras el cierre de las urnas a las siete de la tarde del 3 de noviembre en Pensilvania, Michigan, Nevada y Georgia. Con esa finalidad, su equipo de ha iniciado una demanda legal. No obstante, ayer sufrió su primer revés. Un juez rechazo la demanda puesta en Michigan para solicitar un nuevo conteo tras perder por 60.000 votos frente al demócrata.

Por el otro, Biden quiere evitar que el presidente detenga el recuento de los votos por correo, que han batido un récord histórico por la pandemia, e impedir que Trump se salte las normas del sistema electoral para mantenerse en el poder. Además, el equipo de campaña de los republicanos han solicitado el recuento de todos los votos emitidos en Wisconsin, donde el resultado final le dio la victoria a los demócratas. Ambos candidatos con una misma esperanza: ganar las elecciones presidenciales.

Conforme el conteo avanzaba en Estados clave para la victoria de uno de ellos, los nervios del presidente Donald Trump iban en aumento. «¡DETENGAN EL FRAUDE!», tuiteaba de nuevo en mayúsculas a falta de poco porcentaje de votos escrutados en Pensilvania, Nevada y Arizona.

En los tres Estados, con un margen muy reducido a favor de Joe Biden, quien se encuentra a tan solo uno o, como mucho, dos Estados de salir elegido. Y Trump a cuatro. Primero Pensilvania, después Nevada y ahora en Georgia es donde se concentra toda la atención porque en ese último Estado decisivo ha dado la vuelta al resultado, que ahora favorece también al demócrata al contar con el apoyo del voto afroamericano de su capital, Atlanta, mientras Trump recorta distancias en Arizona Nevada se ha convertido en otro de los Estados más decisivos de estas presidenciales. Allí no han podido completar el escrutinio que, por ahora, van liderando los demócratas con un resultado muy ajustado. Sus 6 votos electorales podrían darle la victoria a Biden si también se confirman los once votos electorales de Arizona.

El portavoz del registro oficial de Clark County, Joe Gloria, comparecía ante los medios para informar sobre el lento proceso de recuento causado por ser «un sistema muy nuevo en Nevada». El resultado de las 51.000 papeletas contadas este jueves se darán a conocer mañana, aunque también se espera recibir otra pequeña suma de votos este fin de semana. El plazo límite del recuento final de votos en el Estado de Nevada es el 12 de noviembre.

En su comparecencia de prensa del día anterior, Joe Gloria sufrió la interrupción de un espontáneo, seguidor de Trump, que prentendía interrumpir el recuento alegando que «Biden quiere robar las elecciones». Episodios por ahora aislados que empiezan a replicarse en otras zonas del país, conforme aumenta la incertidumbre de saber quién se beneficiará del recuento final. Otro centenar de personas protestaban en diversas ciudades como Filadelfia, cuyo Estado no ha emitido todavía el resultado final del recuento de votos, y otra decena de manifestantes contra el actual presidente y sus amenazas de detener la votación fueron detenidos en Nueva York, Portland y Mineápolis. La permanencia de Trump en la Casa Blanca se acorta conforme se va conociendo el resultado del conteo, mientras la campaña Joe Biden pide que «sean pacientes, estén tranquilos».

Primeros reveses judiciales

Sin embargo, la estrategia legal del magnate ha sufrido ya varios reveses. Tribunales de Míchigan y Georgia han rechazado este jueves sendas demandas para detener el recuento de votos. En el primer caso, un tribunal estatal ha desestimado la demanda presentada por la campaña de Trump, que pedía la suspensión inmediata del recuento de votos hasta que sus representantes tuvieran un acceso “significativo” al recuento.

La jueza Cynthia Stephens se había mostrado muy escéptica respecto a la demanda ya que, a su juicio, el caso carecía de evidencias admisibles. Además, en una audiencia celebrada horas antes, ha expresado su exasperación por el movimiento de la campaña de Trump y ha concluido la sesión señalando que aplazaba el asunto “donde todos aquí buscan tener un proceso electoral completo y justo”, informa la cadena de televisión CNN.

En cuanto a Georgia, un tribunal ha rechazado admitir una demanda emitida por los republicanos del Estado para prevenir el “injusto recuento de votos después de la elección” en la ciudad de Savannah.

Mientras, crece el número de destacados dirigente republicanos que se desmarcan del presidente. Mitch McConnell, el líder de la mayoría republicana del Senado y cercano a Trump, sorprendía al responder a los medios que «afirmar que ganar las elecciones es diferente a terminar el recuento» y añadió que «la decisión de los Estados sobre cómo llevar a cabo la elección no es asunto del Gobierno federal».

Otro de los pesos pesados del partido y actual senador republicano por Florida, Marco Rubio, publicó en Twitter que «tomarse días para contar los votos emitidos legalmente NO es fraude».

También mostró su malestar el ex gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, al asegurar que «es una mala decisión estratégica, es una mala decisión política y no es el tipo de decisión que se esperaría que tomara esta noche alguien que ocupa el cargo que ocupa».

En un intento de mostrar cierta normalidad, McConnell anunciaba que el Senado comenzará a trabajar en un nuevo plan de estímulo para la economía el país deprimida por la covid, a partir de la próxima semana.