Tensión en Francia
La brutal paliza a un negro desata la cólera por la violencia policial
Tres agentes franceses están suspendidos y bajo investigación. La víctima, Michel, un productor musical, fue interceptado y golpeado por no llevar mascarilla
Francia ha estado a punto de tener su propio caso George Floyd. Un nuevo caso de brutal violencia policial con un hombre negro como víctima ha desatado una tormenta política y social en un terreno en el que llueve sobre mojado y donde la presión, sobre el ministro del Interior de Macron, se está haciendo máxima. Tres policías han sido suspendidos y están bajo investigación después de difundirse en redes sociales un vídeo en el que se ve cómo agreden brutalmente a un hombre negro, productor musical, en la entrada de su propio estudio la noche del sábado en París.
El caso se conoce en la misma semana en que la violenta evacuación de un campamento de migrantes en el centro de París y la grabación de cómo unos agentes hacían una zancadilla a un migrante provocaron fuertes condenas oficiales y hasta otra investigación judicial. Las imágenes del nuevo caso fueron tomadas por la cámara de videovigilancia del estudio y también por algunos vecinos que asistieron petrificados a la escena. En ellas se puede observar cómo los agentes entran en el estudio tras el productor, identificado como Michel.
Rápidamente comienzan a golpearlo durante varios minutos en la cara, cabeza y resto del cuerpo, tanto a puñetazos como con una porra, mientras profieren insultos racistas, según afirmó la víctima. La policía llegó a lanzar una granada de gas lacrimógeno en el pequeño recinto para obligar a salir al productor y a un grupo de jóvenes que se encontraban grabando en el estudio.
En su declaración posterior a los hechos, los agentes aseguraron que intervinieron para detener a Michel por no llevar mascarilla y tenencia de estupefacientes. “Cuando intentamos interceptarlo, nos mete por la fuerza en el edificio”, y aseguraron que fueron golpeados por el detenido. Pero el relato que hacen, además de ser considerado “desproporcionado” por fuentes policiales, se contradice visiblemente con lo que muestran las imágenes grabadas. “Quiero entender por qué me han agredido personas que vestían uniforme de policía. Quiero justicia en realidad, porque creo en la justicia de mi país”, ha afirmado la víctima, quien sufrió heridas en la cabeza, los antebrazos y las piernas. La sensación que hay entre la opinión pública francesa es que sin esas imágenes grabadas, las palabras de la víctima habrían tenido muy poco peso frente a los agentes.
Las imágenes han creado tal escándalo en Francia que incluso miembros cercanos al presidente han afirmado que Macron se quedó en estado de shock cuando las vio. Su ministro del Interior, Gérald Darmanin, en el centro de la polémica con casos que se acumulan, quiso mostrar una reacción rápida y no sólo ha reclamado la suspensión inmediata de los policías implicados sino también ha afirmado que pedirá su destitución si la investigación confirma las denuncias, porque “ensucian el uniforme”, ha sentenciado.
Las condenas se han ido encadenando en las últimas horas, de izquierda a derecha del arco parlamentario, pasando especialmente por varios diputados de La República en Marcha. Sólo la ultraderechista Marine Le Pen ha optado por guardar silencio.
Por su parte, el fiscal de París, Rémy Heitz, manifestó su esperanza de que el departamento de asuntos internos de la policía investigue rápidamente. “Es un caso extremadamente importante y que sigo personalmente desde el sábado”, ha asegurado a la agencia France Presse. La polvareda levantada ha sido de tal magnitud que hasta futbolistas internacionales de primer nivel han alzado la voz contra este ataque racista, y han interpelado al ministro de Interior, Gérald Darmanin.
Nombres como Antoine Griezmann y Samuel Umtiti (Barcelona), Benjamin Mendy (Manchester City), Jules Koundé (Sevilla), Alexandre Lacazette (Arsenal) o Kylian Mbappé (PSG) han mostrado su repulsa a través de sus redes sociales. La controversia se produce cuando el gobierno francés busca aprobar la denominada Ley de Seguridad Global, cuyo artículo más polémico plantea sancionar la difusión de imágenes de la Policía en sus operaciones, tras argumentar la necesidad de proteger a los oficiales.
Tras el rechazo generalizado por la paliza al productor, el Ejecutivo galo ha anunciado su intención de reescribir el artículo 24, el más polémico de la ley, que estipula sancionar con un año de cárcel o una multa de hasta 45.000 euros a quienes sean hallados culpables de divulgar imágenes que pudieran “dañar la integridad física o mental” de los agentes de policía. Para hoy hay manifestaciones convocadas en varias ciudades francesas en protesta por esta ley y en repulsa por los últimos casos de violencia policial surgidos esta semana.
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