Venezuela

Varapalo electoral a la oposición tolerada por el chavismo

Estos partidos, que concurrieron divididos a las urnas, apenas sumaron el 9% del censo

El presidente Nicolás Maduro usa espray desinfectante tras una rueda de prensa
El presidente Nicolás Maduro usa espray desinfectante tras una rueda de prensaMANAURE QUINTEROREUTERS

El fraude electoral de Nicolás Maduro con el que pretende conformar una nueva Asamblea Nacional dejó mal parado hasta a la oposición permitida por el régimen. Esos grupos no lograron ponerse de acuerdo en presentarse en bloque a las elecciones boicoteadas por la oposición mayoritaria, confiando en que el sistema electoral que diseñaron junto a representantes del chavismo les garantizaría escaños en aras de la «mayor proporcionalidad y representatividad» que afirmaron haber conseguido.

Pero la realidad es otra. Sumando todos sus votos, apenas alcanzaron el 30% de una votación exigua que, según números de la autoridad electoral controlada por el mismo oficialismo, tuvo una abstención de 70%. Es decir, esos opositores apenas lograron capitalizar el 9% de los inscritos para votar, menos de dos millones de votos de los 20 millones convocados

Por si fuera poco, fueron divididos. Por tanto, los números anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que registró una participación total de 6.251.080 de votos válidos, les asignaron el 17,5% a los que salieron mejor parados –un alianza de cinco partidos–, un 4,12% a los que participaron con partidos intervenidos por el Tribunal Supremo también manejado por el chavismo; y el 6,5% repartido en otras plataformas muy minoritarias. Con respecto al registro electoral total, serían un 5,3%, 1,3% y 2%.

Algunos de ellos se defendieron. José Brito, acusado de actuar en connivencia a favor del conseguidor de Maduro Álex Saab –detenido en Cabo Verde– el año pasado, dijo que no hacen análisis cuantitativos del voto. Creen que el padrón electoral real es de unos once millones, al descontar a los «abstencionistas crónicos» y a los millones emigrados, y, por tanto, sus números en realidad pesan más. Pero en cualquier caso hizo una llamada a Maduro para conformar un «Gobierno de unidad nacional».

En frente de esos grupos está Henri Falcón, quien quedó como el candidato con más votos en 2018 en la elección que Maduro afirma terminó en su reelección, y que tampoco fue reconocida por la oposición mayoritaria ni buena parte de la comunidad internacional. Ahora su partido fue superado por otros tres. «La abstención no conduce a nada. Perdió Venezuela, se perdió una gran oportunidad». Insistió en que seguirá transitando el camino electoral como sea.

El 6-D registró la mayor abstención en este tipo de comicios desde 2005, cuando solo el 25% de los votantes acudió a las urnas. La oposición, entonces, decidió no reconocer en bloque el proceso al alegar que no había condiciones democráticas para participar.

El chavismo no se pone a echar tantos números, solo el que en verdad les dará vía libre para más poder: tienen la mayoría calificada de diputados de esa nueva Asamblea Nacional y 18 proyectos de ley que quieren aprobar «de inmediato». La alianza de partidos oficialistas concentró 4,2 millones de los votos, una caída con respecto a todos sus registros históricos, y con el PSUV no logrando movilizar ni siquiera a la mitad de su propia militancia registrada.

Este martes, Maduro dijo que un Parlamento abrirá nuevos caminos políticos y que «recuperar» la Asamblea Nacional les permitirá profundizar la revolución bolivariana. «Hemos retrocedido en los valores del socialismo, lo reconozco», dijo a prensa internacional.

Afirmó que haber votado en un centro electoral distinto al que le tocaba legalmente, lo que ha sido señalado como una muestra del fraude electoral, fue por razones de seguridad. «Por fuentes de inteligencia colombiana nos enteramos que había un plan para matarme el día de las elecciones», dijo al señalar al presidente de Colombia, Iván Duque, de haber participado de los supuestos planes. No es la primera vez que le acusa de tales conspiraciones.

Afirmó que el cambio se hizo en coordinación con las autoridades del Consejo Nacional Electoral, aunque el vicepresidente del organismo, Leonardo Morales, dijo el domingo: «Yo no sabía ni dónde votaba el presidente, mucho menos que hubiesen votado en un sitio distinto».

En todo caso, Maduro afirmó que Juan Guaidó, actual presidente de la Asamblea Nacional y que ha anunciado que extenderá su vigencia al no tener sustitutos legítimamente electos, dejará de ser diputado el 5 de enero y tendrá que enfrentarse a la justicia.

Mientras, Guaidó salió a la calle a convocar a la participación en la consulta popular que comenzó el 7 de diciembre por vía digital y tendrá una jornada presencial el 12 de diciembre en 3.079 puntos en todo el país, y otros tantos en más de 40 ciudades del mundo donde hay emigrantes venezolanos. La aspiración opositora es lograr entre 8 y 9 millones de voluntades, que contrasten con los números dados por el Consejo Nacional Electoral.