Víctimas

Las verdaderas causas de las tres “muertes médicas” de los seguidores de Trump en el Capitolio

El asalto finalizó con cinco personas muertas y más de medio centenar de heridos

Kevin Greeson, Benjamin Phillips y Roseanne Boyland son los tres seguidores de Trump que murieron en el capitolio por razones médicas. Ashli Babbit, de 35 años, fue la única que murió a causa de un disparo, esta vez de un agente de policía que lo hizo a quemarropa. La quinta víctima es precisamente un agente que intervino para contener el avance de los seguidores del presidente.

Las “razones médicas” esgrimidas son un ataque al corazón, un derrame cerebral y una muerte por aplastamiento. Cientos de personas lograron superar los controles policiales y acceder al Congreso, donde se iba a nombrar a Joe Biden como el sucesor de Trump como inquilino de la Casa Blanca. Se abrieron paso a través de las barricadas policiales y ocuparon el edificio federal durante horas.

Kevin Greeson, de Alabama, fue la primera víctima identificada. A sus 55 años, tenía la presión arterial alta y sufrió un infarto “en medio de la emoción”, según confirmó su familia. En su página de Facebook, Greeson posa con dos rifles AR-15 y publicaba comentarios de forma habitual en una web que alentaba la violencia contra los demócratas. Parler es una red social que se lanzó en agosto de 2018 y que tiene una importante base de usuarios de partidarios de Trump, conservadores, teóricos de la conspiración y con ideologías cercanas a la extrema derecha. Entre los comentarios de Greeson figuraban los siguientes: “¡Devolvamos este maldito país! Carguen sus armas y salgan a las calles”; “Démosles una guerra...” o “Los demócratas no tienen armas ... nosotros sí ... trae tu bastón, yo traigo mis armas”.

Benjamin Phillips, fundador de Trumparoo, participó activamente en la organización del asalto
Benjamin Phillips, fundador de Trumparoo, participó activamente en la organización del asaltoTrumparooArchivo

La segunda víctima fue el programador informático Benjamin Phillips, que fundó el sitio web Trumparoo para que los fanáticos del presidente se conectaran, y organizó el transporte para decenas de manifestantes de Pensilvania. El hombre de 50 años murió de un derrame cerebral dentro del Capitolio. Antes de la toma del edificio federal dijo, según publica “The Inquirer” que ese era “el primer día del resto de nuestras vidas”. “Deberían nombrar este año Zero porque algo va a pasar”, comentó entre sus amigos.

Finalmente, Roseanne Boyland murió a consecuencia del fervor de los seguidores de Trump. Cuando lograron entrar en el edificio del Capitolio, cayó al suelo bajo la cúpula central y fue pisoteada por cientos de personas. La mujer, de 34 años, de Georgia, quedó inconsciente y fue atendida por la policía, que le realizó la reanimación cardiopulmonar. Pero no sirvió de nada porque fue trasladada al hospital, donde declarada muerta una hora después.

Roseanne era una fiel seguidora de Trump pero ese día no tenía previsto acudir al Capitolio. Sin embargo, el discurso del presidente, la alentó y la empujó a la muerte.
Roseanne era una fiel seguidora de Trump pero ese día no tenía previsto acudir al Capitolio. Sin embargo, el discurso del presidente, la alentó y la empujó a la muerte.ArchivoArchivo

La presencia de Boyland en la invasión del Capitolio fue casi casual y su muerte se le puede achacar directamente a Trump porque su familia indicó que no tenían previsto acudir a la marcha y que pensaban quedarse en los alrededores. Pero las palabras de Trump de ese día, la animaron a participar en la protesta, lo que finalmente le haría perder la vida.