Las bases del Movimiento 5 Estrellas despejan el camino de Draghi al Gobierno

El Movimiento 5 Estrellas (M5E) había decidido pasar el trago de formar parte de un Gobierno tecnócrata sometiendo la decisión a sus bases. Es el procedimiento habitual cada vez que asume una posición estratégica. Y el mecanismo también era el de siempre, la Plataforma Rousseau, una herramienta digital a la que solo pueden acceder los dirigentes del partido y en la que únicamente tiene derecho a voto una parte ínfima de su electorado. El resultado final otorgó un 59% a favor por un 41% en contra. Se trata del referéndum interno más estrecho en la historia del partido, pero le sirve igual para legitimar su apoyo a Mario Draghi.

El ex presidente del Banco Central Europeo (BCE) tiene así el camino completamente despejado para convertirse oficialmente en primer ministro. Ya este viernes podría aceptar el encargo del presidente de la República, Sergio Mattarella, y el sábado podría jurar el cargo junto a los nuevos ministros.

La decisión del M5E era el último escollo pendiente. El fundador del movimiento, Beppe Grillo, ya había marcado el camino: subirse al carro de Draghi. Pero una parte significativa del partido está en contra y las bases también se muestran divididas. Un sondeo de «La Stampa» revelaba que los votantes del M5E son los únicos que no ven con buenos ojos la llegada de Draghi. Se temió por una revuelta interna, por lo que se pospuso la votación hasta poder dirigirla hacia los intereses de la cúpula.

La pregunta elegida tenía poco de aséptica. «¿Está usted de acuerdo con que el Movimiento sostenga un Gobierno técnico-político que incluya un súper Ministerio de Transición Ecológica y que defienda los principales resultados alcanzados por el Movimiento con las otras fuerzas políticas indicadas por el presidente encargado, Mario Draghi?», fue lo que se votó. La creación de este Ministerio, a imagen y semejanza del español –según los líderes del M5E–, estaría encaminada a satisfacer mínimamente a los primeros simpatizantes del partido, pues la ecología estaba entre sus puntos fundacionales. Draghi se habría comprometido y las bases del M5E aceptaron.

A través, eso sí, de la Plataforma Rousseau, donde pueden votar de forma anónima unas 120.000 personas -en las últimas elecciones el M5E consiguió 10 millones de papeletas- y en la que nunca se ha ido en contra del dictamen de Grillo. Luigi Di Maio, ministro de Exteriores en funciones y hombre fuerte del partido, celebró que “en uno de los momentos más dramáticos de la historia reciente, el Movimiento 5 Estrellas elija la vía europea”.

Sin embargo, la lectura que se hizo más allá del partido es que los ‘grilinos’ están partidos en dos mitades y que eso les debilitará en el próximo Ejecutivo. En la votación de investidura un grupo significativo del M5E podría votar en contra, con lo que seguirían perdiendo piezas tras más de una veintena de deserciones desde que comenzó la legislatura.

Aun así, el M5E estará en el Gabinete elegido por Draghi, que debe desojar la margarita en las próximas horas. La fórmula elegida será un Gobierno formado por técnicos y políticos de la mayoría de partidos. Además, se prevé que sea paritario, con tantos hombres como mujeres. El medio ambiente estará entre sus prioridades, como reclama el Cinco Estrellas, pero también una modificación de la Justicia, un plan para financiar grandes obras o una reforma fiscal, un asunto que Italia lleva años aplazando.