La muerte de dos adolescentes pandilleros enciende las alarmas en Francia

La muerte de una joven de 14 años y un chico de la misma edad en diferentes reyertas sucedidas esta semana en la periferia sur de París inquieta a las autoridades francesas, temerosas de que se recrudezca un fenómeno que estaba bajo control en los últimos años.

La adolescente perdió la vida el lunes por la noche por una cuchillada en el abdomen en la localidad de Saint-Chéron mientras que el joven falleció el martes en Boussy-Saint-Antoine por una puñalada en el tórax. La juventud de ambos ha conmocionado Francia.

Según presenció Efe este miércoles, el ambiente en Saint-Chéron (a poco más de 40 kilómetros de París) estaba enrarecido, con un puñado de periodistas y prácticamente ningún vecino en las calles. La zona del crimen, próxima a una piscina en los alrededores del municipio, está acordonada por la Policía.

El agente Guillaume Roux, secretario de un sindicato policial en el departamento de Essonne (donde ocurrieron las muertes), consideró que el malestar por las restricciones para el combate a la pandemia (toque de queda a las 18 horas, entre otras medidas) han servido para aumentar los niveles de violencia de bandas que se citan “para marcar territorio”.

“El año 2020 fue catastrófico, porque hubo unas 100 peleas de este tipo y desgraciadamente la violencia está aumentando. Lo hemos visto en estos dos últimos días. Faltan policías sobre el terreno, es una zona muy grande y no hay suficientes funcionarios”, resumió Roux.

La fiscal encargada de la investigación, Caroline Nisand, detalló algunas circunstancias de la tragedia este martes. La adolescente fue apuñalada con una navaja cuando se interpuso en una pelea, en la que los dos bandos, uno de Saint-Chéron y otro de la vecina Dourdan, portaban “vestimentas negras e iban encapuchados”.

Hay seis menores arrestados por este caso, entre ellos el autor confeso. La fiscal indicó que se han abierto diligencias por asesinato, violencia en grupo y no asistencia a persona en peligro.

El segundo fallecimiento sucedió en Boussy-Saint-Antoine, también en la periferia sur de la capital. El fallecido, de 14 años, acabó por morir al resultar gravemente herido por heridas en el tórax.

Hay otro menor, de 13 años, que se debate entre la vida y la muerte por cuchilladas en la garganta. El presunto autor de la agresión, de 15 años, ya se entregó a la comisaría acompañado de su madre.

Para el ministro del Interior, Gerald Darmanin, es inadmisible que “un niño de 13 años esté equipado de armas blancas y barras de hierro”. “La sociedad no es responsable de todo. Los primeros que tienen el deber de mostrar la autoridad son los padres”, dijo a la prensa Darmanin, del ala más a la derecha del Gobierno del presidente Emmanuel Macron.

El Ejecutivo convocará a finales de esta semana a los delegados gubernamentales de la región de Île de France, donde se encuentra París, para estudiar cómo atajar este fenómeno, que afecta a menores de 12 a 16 años y es visto como un “desafío” para la seguridad del país. De momento, el Gobierno anunció un refuerzo de cien policías en el departamento de Essone.

Fuentes policiales consultadas por Efe trazaron el perfil de estos pandilleros en París y sus alrededores: chicos en su mayoría y con una edad media de 17 años. El 1 de enero de 2021 se habían registrado 46 bandas activas.

Estas mismas fuentes precisaron que la violencia entre pandillas viene disminuyendo en el último lustro en París. Pasó de las 159 peleas en 2016 a las 83 en 2020. En ese año, la Policía detuvo a 183 personas relacionadas con las reyertas urbanas.

Sin embargo, han encendido las alarmas los episodios de esta semana, que se unieron al sucedido en enero con Yuriy, el menor de 15 años que estuvo en coma tras sufrir una brutal paliza por parte de una pandilla.

“Es difícil de trazar un perfil tipo de los implicados en las pandillas, aunque sí podemos decir que son prácticamente hombres y en el 67% menores. La edad media de la comisión de los actos es de 17 años y dos meses”, estimaron las fuentes.

También explicaron que “los episodios entre pandilleros “no siempre implican de manera sistemática a grupos ya identificados”, pues hay también grupos “espontáneos y oportunistas”.

El control de un territorio o el tráfico de drogas son dos de los factores detrás de estas peleas, que se conciertan en redes sociales, aunque hay otras causas menos tangibles, como los pactos de lealtad, según especialistas en seguridad.