México
La muerte prematura de Giovanny Hernández en la línea 12
El menor de 12 años se ha convertido en la víctima más joven del derrumbe de metro en Ciudad de México, un megaproyecto marcado por la sombra de la corrupción que acecha al Gobierno de López Obrador
“Giovanny no te vayas. No te vayas. ¡No te vayas mi niño!”, gritaba entre sollozos, con la voz completamente rota, Marisol Tapia, madre del niño de 12 años Giovanny Hernández, abrazada sobre cristal del ataúd blanco de su pequeño que acababa de cerrar.
Junto a su hija, la abuela de Giovanny rodeaba desconsolada con sus brazos, dejando caer todo su cuerpo, el féretro de su nieto en el panteón de San Lorenzo Tezonco, a diez minutos en coche de la estación de Olivos.
Allí, el lunes a las 22:22 de la noche, 5:22 de la mañana del martes hora peninsular española, dos vagones cayeron desde doce metros de altura tras derrumbarse el puente de la moderna línea 12 del metro de Ciudad de México.
Ambas despidieron a su pequeño junto a familiares y amigos este miércoles a mediodía tras casi un día de búsqueda desesperada. Marisol y su madre pasaron horas tratando de localizar a Giovanny de hospital en hospital, en el tanatorio habilitado para la tragedia y contactando con las autoridades que no les aclaraban su paradero ni su estado de salud: “Díganme si está vivo o está muerto, toda la noche lo hemos buscado sin encontrarlo. Díganme dónde está. Quiero saber dónde está mi nieto”, exigía su abuela.
El dolor de las familias
Giovanny viajaba con la pareja de su madre, Roberto Hernández, uno de los miles de trabajadores que volvían en metro la noche del accidente. Giovanny le había acompañado a trabajar. El metro es utilizado diariamente por 5,5 millones de personas en una de las capitales más pobladas del mundo con 21,6 millones de habitantes. Hernández fue ingresado en estado crítico. Sus dos hermanos, familiares y amigos se acercaron uno a uno a Giovanny para besar su minúsculo ataúd y depositar flores.
La desesperación de Marisol por obtener información fiable sobre su “guaje” es un ejemplo del caos vivido en la capital mexicana tras el accidente por el que se lamentan hasta el momento 25 fallecidos y más de 70 heridos. Los familiares no sabían si sus seres queridos estaban vivos o muertos. Comenzaron a compartir fotografías de desaparecidos en redes sociales desde que los dos vagones cayeran tras derrumbase el paso levadizo cerca de la estación de Olivos, al sureste de Ciudad de México.
Marisol Tapia contenía los nervios tratando de explicar su situación a los funcionarios a las puertas de un centro hospitalario. Tras casi un día sin saber dónde y cómo estaba Giovanny, las autoridades les ofrecían informaciones contradictorias: “Voy a un hospital, me dicen que está dado de alta. Voy al otro hospital y me dicen que lo están operando. Pero la verdad es que nadie sabe dónde está. Pedimos la lista del forense y tampoco nos la quieren dar”. El trabajador público trató de calmarla y le prometió ofrecerles esta información vital: “Ahora mismo vamos a pedir con usted todos los datos”.
Poco después, la Fiscalía activó una alerta por la desaparición de Giovanny. Todavía quedaban varias horas hasta que su familia pudo saber que había ocurrido con su niño. Esa misma noche, el cuerpo del menor fue identificado por un familiar en la Coordinación Territorial Iztapalapa 6 del Ministerio Fiscal. La incertidumbre terminaba. Comenzaba la indignación por un siniestro que muchos en la capital coinciden en que pudo haberse evitado con una mayor inversión en mantenimiento.
“La corrupción mata”
La línea más moderna de la capital fue impulsada e inaugurada en 2012 por el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, responsable de la obra en su etapa como Gobernador de Ciudad de México de 2006 a 2012. Ebrard es una persona de la máxima confianza del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. AMLO ha prometido que el peritaje externo y las labores de la Fiscalía arrojarán luz sobre los motivos de la tragedia y ha rechazado ceses por el momento: “Ya iniciaron las investigaciones para ver las causas de este accidente. Lo que se demuestre que sucedió para a partir de esta investigación castigar a los responsables”.
La alcaldesa, compañera de partido de AMLO y también en el punto de mira, insiste en rechazar la austeridad como la causa del accidente: “El metro ha tenido recursos suficientes”. Los vecinos le desmienten subiendo fotos de grietas y desperfectos a redes sociales.
Las Cuentas Públicas señalan que el metro ha sufrido recortes en los últimos años. El presupuesto previsto para 2021 es el más bajo desde 2012. La inversión es un 22% menos que en 2018. Sheinbaum justifica las cifras: “Se debe a la reducción de viajeros por la pandemia”.
Un día después de la tragedia, decenas de estudiantes y vecinos recorrían la zona del derrumbe con pancartas donde se leía: “Castigo a los culpables. La corrupción mata”. Ningún conductor protestó pese a los cortes de tráfico coreando: “¡No fue un accidente! ¡Fue el Estado!”. El grupo Resistencia Civil Pacífica Nacional se apostó en los tornos de la estación de Pantitlán desde las 7 de la mañana del miércoles para dejar el acceso gratuito a modo de protesta.
Giovanny amaba la música. El pequeño fue homenajeado haciendo sonar una de sus canciones preferidas, ‘Esta vida me encanta’, del rapero mexicano C-Kan.
El estribillo versó así en la pequeña capilla: “El chamaquito hoy vive de lo que canta. En la calle la guerra no le espanta. Bajas y altas. Tengo lo quiero y lucho por lo que me falta”.
La ‘Línea Dorada’ fue un proyecto de la izquierda para facilitar la movilidad a aquellos que viven en barrios humildes. El caso de este pequeño vecino capitalino con rostro ancho y alegre ha conmocionado al país. Mientras sonaban sus melodías favoritas, Giovanny fue despedido entre rezos, lágrimas y rabia.
✕
Accede a tu cuenta para comentar