Oriente Medio
Los colonos aceptan abandonar un asentamiento en Cisjordania tras una ola de violencia sectaria
Eviatar ha sido testigo de los enfrentamientos entre judíos y árabes que se han extendido por comunidades mixtas de Israel. Los residentes tienen hasta el fin de semana para marcharse
Los colonos han aceptado abandonar un asentamiento que se ha convertido en un punto crítico de enfrentamientos entre judíos y árabes en los últimos meses. Así lo ha anunciado el Gobierno israelí encabezado por Naftali Bennett. El acuerdo establece que los colonos abandonen las construcciones de Givat Eviatar en la Cisjordania ocupada por Israel, pero al parecer mantendrán algunos de los nuevos edificios, bajo llave y bajo vigilancia militar, una circunstancia que seguramente enfurezca a los manifestantes palestinos que exigen que se retire.
El asentamiento en la cima de una colina cerca de la ciudad palestina de Naplusa se estableció sin los permisos del Gobierno israelí en mayo y ahora alberga a más de 50 familias de colonos. El Ejército israelí ordenó que se desalojara. El asentamiento de Eviatar se ha convertido en el primer desafío para el nuevo primer ministro Bennett quien ha sido líder del movimiento de colonos en el pasado y encabeza un partido partidario de los asentamientos. La posibilidad de que el desmantelamiento de la colonia requiera el uso de la fuerza puede abrir el primer choque de Bennett con sus propios votantes.
Marcha voluntaria
Por otra parte coalición del cambio sobrevive con el apoyo de los partidos árabes islamistas y de la izquierda, contrarios a los asentamientos judíos, uno de los asuntos más espinosos dentro del conflicto palestino-israelí. Un funcionario del Ministerio de Defensa de Israel, que administra los asentamientos, dijo que las familias de Givat Eviatar habían acordado irse voluntariamente este fin de semana.
Las tropas israelíes se quedarían y se realizaría un estudio de la tierra para determinar si se puede establecer allí un asentamiento respaldado por el Gobierno o no, avanzó un funcionario a Reuters. El líder de los colonos, Yossi Dagan, dijo que las familias se irían el viernes en virtud del acuerdo. Las estructuras que sirven como sus casas estarían cerradas, dijo, sugiriendo que no serían desmanteladas. El funcionario del Ministerio de Defensa no confirmó este extremo.
Desconfianza árabe
El teniente de alcalde de la cercana aldea palestina de Beita, Moussa Hamayel, advirtió: “Continuaremos con nuestras actividades protestas hasta que se elimine el asentamiento y nos devuelvan nuestras tierras”. Los residentes de Beita reclaman la propiedad del área en la que se asienta Givat Eviatar.
La mayoría de las potencias mundiales consideran que todos los asentamientos, construidos en la tierra que Israel capturó y ocupó en una guerra de Medio Oriente en 1967, son ilegales. Israel cuestiona este extremo, citando vínculos históricos con la tierra en la que se sienta y sus propias necesidades de seguridad nacional.
Fuentes palestinas aseguran que soldados israelíes mataron a tiros a cinco palestinos durante las últimas protestas contra el asentamiento en la que se lanzaron piedras. Los militares israelíes han evitado hacer comentarios sobre las posibles víctimas, pero admitieron que los militares usaron fuego real solo como último recurso.
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