De la traición al asesinato

Los interrogantes del magnicidio del presidente de Haití

El asesinato de Moïse está marcado por las incógnitas en torno a la autoría intelectual, el papel de los ex militares colombianos y la traición de la Policía

El magnicidio del presidente haitiano de 53 años, Jovenel Moïse, la madrugada del 7 de julio a manos de 28 mercenarios colombianos y haitiano-estadounidenses es un puzle incompleto lleno de interrogantes. La sociedad haitiana especula sobre la autoría intelectual, el papel de los exmilitares colombianos miembros del comando que terminó con la vida de Moïse y la traición de los policías encargados de la seguridad del presidente y su familia.

¿Cómo entraron los sicarios en el domicilio presidencial?

Las autoridades confirmaron que la residencia presidencial estaba fuertemente custodiada por la policía. Las calles de Puerto Príncipe se llenaron de sospechas en torno al papel de los custodios del presidente. Los 28 atacantes consiguieron entrar, torturar a Moïse, matarle con 12 disparos, malherir de bala a la primera dama y abandonar la residencia sin ser capturados. Ninguno de ellos resultó herido. El jefe de seguridad del presidente, Dimitri Herard, fue arrestado tras el magnicidio. El fiscal haitiano, Bedford Claude, investiga la posible participación de Herard en el crimen: “Si eres responsable de la seguridad del presidente ¿Dónde estabas? ¿Qué hiciste para evitarle ese destino?”, se preguntó ante la prensa. Pocos días después, la policía haitiana detuvo a tres agentes más del equipo de seguridad de Moïse. El catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México experto en Relaciones Internacionales, Ignacio Martínez Cortés, señala a LA RAZÓN que el presidente de este país caribeño de 11 millones de habitantes fue traicionado: “Fueron comprados para no actuar. El presidente convocó a su auxilio. La institución policial está totalmente minada de corrupción ¿Qué puede esperar una persona corriente cuando su máximo jefe les avisó de que estaba a punto de ser asesinado y no llegaron?”. El presidente Moïse alertó a un mando policial sobre el asalto: “¡Ven a salvarme la vida!”. El jefe de la policía nacional de Haití, Léon Charles, ha anunciado este martes la detención de otros dos policías y un civil. Las autoridades han arrestado a 26 sospechosos.

El papel de los exmilitares colombianos

Los exmilitares colombianos pasaron unos días en la vecina República Dominicana haciendo turismo antes de entrar en Haití. Algunos de ellos subieron fotos a las redes sociales. El presidente colombiano, Iván Duque, aseguró que la mayoría fueron engañados: “Todo apunta a que un grupo importante de personas que llegaron a Haití fueron de gancho ciego, llevados con una supuesta misión de protección. Un grupo reducido aparentemente tenía conocimiento detallado de la operación criminal y la intención de matar al presidente de Haití”. El Pentágono confirmó que algunos habían recibido entrenamiento militar por parte de EE.UU. en el marco de los programas de cooperación con el ejército colombiano.Biden y Harris buscan alejar la teoría de que Estados Unidos estuvo involucrado en el magnicidio. El traslado de la primera dama a un hospital de Miami alimentó las sospechas. La Casa Blanca hizo saber a Nicaragua, Bolivia y Venezuela que Washington no había tenido nada que ver para contener declaraciones de presidentes regionales, principalmente Nicolás Maduro. El objetivo es que no se contamine la situación en Cuba y Nicaragua. Se contuvo. La diplomacia funcionó razonablemente bien”, apunta Cortés.

La autoría intelectual

La gran incógnita es quién urdió el plan para asesinar a Moïse. La policía detuvo el pasado 11 de julio al haitiano-estadounidense afincado en Miami, Christian Emmanuel Sanon, como presunto autor intelectual. Las autoridades sostienen que Sanon llegó al país caribeño en junio en un avión privado “con objetivos políticos” y acompañado de los mercenarios contratados por una empresa de seguridad de Miami. Sanon ha reiterado su inocencia, apuntan fuentes de la investigación citadas por CNN. “Sanon es el peón que nos va a conducir al esclarecimiento total de esta situación. Falta precisar quién está detrás. Llegar al rey o a la reina”, destaca Cortés.

La inestabilidad política en Haití tras el magnicidio se ha suavizado. El neurocirujano, Ariel Henry, ha sido nombrado este martes nuevo primer ministro de Haití. Las facciones políticas representadas en el gobierno federal llegaron a un acuerdo entre el primer ministro interino, Claude Joseph, y Henry, el primer ministro designado por Moïse dos días antes de ser asesinado. Joseph ha renunciado a su intención de comandar el país hacia las elecciones previstas el 26 de septiembre. Joseph se ocupará del Ministerio de Exteriores. Cortés remarca que la meta es la cita con las urnas para elegir un nuevo presidente: “Su objetivo es organizar las elecciones. Pese a la espiral de violencia de los últimos meses, es posible preparar los comicios previstos para el 26 de septiembre si Henry se apoya en las agencias internacionales y en las instituciones haitianas”. Haití busca la estabilidad para amortiguar la desigualdad en el país más pobre de América, la corrupción sistémica y la ola de inseguridad ante las sombras que rodean el asesinato del presidente.