Sucesos
Dos pechos mal operados y multa de 30.000 dólares
Una canadiense deberá indemnizar a su cirujano porque «no hay evidencias de errores quirúrgicos»
En noviembre de 2015, Rosa Campagna, ciudadana de la Columbia Británica (Canadá), se sometió a una operación de implante de pecho. Hasta ahí, todo normal. Pero cuando unos días más tarde el resultado no fue el que esperaba y llamó para comentárselo al doctor Brian Peterson, el cirujano plástico que la operó, empezaron los problemas.
Desde su punto de vista, explicaba Campagna, el pecho izquierdo había quedado más alto que el derecho y había aparecido un moratón que consideraba inusualmente grande. En un primer momento, el doctor le dijo que no se preocupara, pues todo era normal: era solo cuestión de días que todo se nivelara y el tono morado, frecuente en este tipo de operaciones, desapareciera.
Semanas más tarde, según la paciente, la cirugía no mejoraba y empezó a bombardear a la clínica de Peterson con numerosas llamadas y mensajes de texto en los que expresaba su preocupación y malestar. No solo eso, sino que además llegó hasta a enviar varias fotografías que mostraban los resultados. Ante esta situación, y tras varios meses en los que Campagna no cesó de quejarse, el doctor Peterson le propuso realizar otra operación para solucionar el malestar de la que había sido su paciente.
Arreglar el asunto
Pero Campagna no aceptó. Porque ya había empezado a moverse por otro lado y contactó con otro profesional, el doctor Valnicek, que estaba dispuesto a realizar una operación para intentar arreglar el asunto y poner punto y final a la frustración de la mujer.
Según el criterio de este nuevo cirujano plástico, se trataba tan solo de utilizar un implante un poco mayor para compensar la condición de Campagna, conocida como «Pectus Excavatum», por la cual la parte frontal del pecho es cóncava en vez de convexa, lo que provoca una asimetría entre ambos pechos. Así que Campagna se sometió a esta segunda operación.
Pero no lo dejó ahí, y entre 2018 y 2019 publicó en su blog personal varios posts en los que aseguraba que la segunda intervención había sido necesaria para corregir los errores que el doctor Peterson había cometido en la primera, además de explicar su descontento tanto con la cirugía de Peterson como con su actitud y cuidados antes y después de la operación.
Este, indignado por la reacción de la paciente y temiendo la repercusión que algo así podría tener en su carrera, le pidió que retirase los comentarios de su blog, algo a lo que Campagna se negó. Fue entonces cuando, tras varios intentos, Peterson decidió demandar a la que fue su paciente por difamación.
Una batalla legal de muchos meses que ha culminado recientemente con una resolución a favor del doctor Peterson. «No hay evidencias convincentes de que el demandante cometiera errores quirúrgicos o de otro tipo, ni de que la operación o su atención estuvieran por debajo de los estándares de cuidado de los cirujanos plásticos», ha concluido el juez que ha llevado el caso y que ha obligado a Rosa Campagna a indemnizar al doctor Peterson con 30.000 dólares por daños y perjuicios, además de retirar todos los comentarios negativos que subió a su blog.
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