Alemania

Scholz, imparable pese a los rumores de corrupción

El candidato socialdemócrata defiende la labor de su ministerio

Olaf Scholz, Federal Minister of Finance, and SPD top candidate for chancellor at the forthcoming elections, speaks to journalists after the hearing before the Bundestag Finance Committee in Berlin, Germany, Monday, Sept. 20, 2021. Scholz was to answer questions about the search of his ministry in connection with money laundering investigations. (Carsten Koall/dpa via AP)
Olaf Scholz, Federal Minister of Finance, and SPD top candidate for chancellor at the forthcoming elections, speaks to journalists after the hearing before the Bundestag Finance Committee in Berlin, Germany, Monday, Sept. 20, 2021. Scholz was to answer questions about the search of his ministry in connection with money laundering investigations. (Carsten Koall/dpa via AP)Carsten KoallAP

Contrariamente a lo esperado, el ministro germano de Finanzas, Olaf Scholz, compareció ayer de forma presencial ante la comisión parlamentaria de Finanzas. Tranquilo, y a solo seis días de las elecciones generales, el también candidato socialdemócrata a la Cancillería defendió el trabajo de la unidad especial dependiente de su ministerio encargada de perseguir casos de blanqueo de dinero y que está siendo investigada por un presunto delito de obstrucción a la Justicia.

El pasado día 9, la Fiscalía de Osnabrück llevó a cabo un registro en el ministerio de Finanzas y el de Justicia en relación con una investigación abierta en febrero de 2020 contra la unidad de inteligencia financiera por no informar a las autoridades sobre posibles casos de blanqueo de dinero. El punto de partida de la pesquisa fue la declaración de actividades sospechosas por parte de un banco respecto a pagos con destino a África por un monto superior al millón de euros y que, según el informe, tenía como telón de fondo el tráfico de armas y drogas, así como la financiación del terrorismo. Al respecto, y convocado por la oposición parlamentaria para que diera explicaciones, Scholz defendió el trabajo de la unidad y aseguró que la autoridad había hecho más contra el blanqueo en los últimos tres años, que en los treinta anteriores. Asimismo, destacó la dotación con tecnología informática, la introducción de inteligencia artificial o el nombramiento de una nueva dirección y el replanteamiento de todos los procesos. No todos opinaron así. Portavoces del partido de Angela Merkel, de los liberales e incluso del partido populista Alternativa para Alemania (AfD) acusaron a Scholz de fracaso e inoperancia al frente de este servicio y, a días de las federales, marcaron distancia con el candidato. De hecho, y molesto por los registros en plena campaña electoral, Scholz criticó las formas de los investigadores e insinuó ser víctima de un complot político.

Una situación que, sin embargo, parece no enturbiar el tramo final de la campaña electoral o los brillantes datos que obtuvo el socialdemócrata tras el último debate celebrado el domingo. Según un sondeo del instituto Forsa, el 42% de los telespectadores dieron como ganador a Scholz, seguido del candidato de la canciller, Armin Laschet (27%), y la candidata del partido de Los Verdes, Annalena Baerbock (25%). Unas cifras con las que Scholz se hace con el triplete de los tres duelos televisados y que, junto a la última encuesta publicada ayer por el diario «Bild», no deja lugar a dudas sobre quién será el próximo ganador de las elecciones. Según el sondeo realizado por el instituto demoscópico INSA, el Partido Socialdemócrata (SPD) ganará los comicios con un 25% de los votos, mientras que la Unión conservadora se quedará en un 22%, seguida de Los Verdes (15%), los liberales del FDP (12%), AfD (11%) y la izquierda de Die Linke (6,5%). Unas cifras que suponen una caída de un punto para los socialistas, con respecto a la anterior encuesta, y una ligera mejoría para el partido de Merkel, que sube un 1,5%. Con todo, vía recta para Scholz y para una posible coalición entre su partido y la formación ecologista. En el último duelo, Scholz se alió en muchos temas con la aspirante verde, contra el cristianodemócrata.

Los tres candidatos discutieron entre otros aspectos sobre la justicia social, el clima, la crisis del coronavirus o la pandemia. En muchos temas, Scholz y Baerbock atacaron en bloque al candidato conservador, y mientras el primero se limitó a no cometer fallos, la segunda esgrimió argumentos desde su posición de partido en la oposición, mientras el tercero defendió a lo largo de todo el debate la necesidad de una «economía fuerte». En materia de justicia social, Scholz y Baerbock coinciden en elevar el salario mínimo a 12 euros la hora, mientras Laschet considera que hay que incluir en el proceso a los agentes sociales y prefiere que la política contribuya en general a un mayor crecimiento y a crear puestos de trabajo. En el asunto del clima, Baerbock señaló que solo hay dos opciones: seguir con la misma línea de la «gran coalición de gobierno entre conservadores y socialdemócratas» u optar por un «gobierno climático». El único punto en el que coincidieron los tres candidatos fue en el tema de la pandemia, en particular en la necesidad de avanzar en la vacunación y en mantener abiertas las guarderías y escuelas.