Marruecos

Condenados: violaron y torturaron durante dos meses a una menor con tatuajes nazis

Un juez condena a 14 jóvenes con entre uno y veinte años de cárcel por secuestro y torturas a una niña en Marruecos

La mano tatuada de la joven secuestrada en Marruecos
La mano tatuada de la joven secuestrada en MarruecosFacebook: Bouchra AbaFacebook: Bouchra Abad

Todo ocurrió hace tres años en Marruecos cuando un grupo de jóvenes retuvo a una menor en una casa durante dos meses, donde la violaron repetidamente y tatuaron en todo su cuerpo los nombres de sus captores, así como varios símbolos, entre ellos uno nazi o una estrella de la bandera marroquí. Ahora, un tribunal de la localidad marroquí de Beni Melal (centro del país) ha condenado a 14 jóvenes a penas de entre uno y 20 años de prisión por secuestrar, torturar y violar en grupo a la menor de edad.

En una sentencia de primera instancia emitida este martes de la que ha informado el Ministerio de Justicia en una nota, el tribunal ha condenado a 20 años de prisión a 11 de los acusados, mientras que ha impuesto a otros dos encausados 2 años de cárcel y 1 año de libertad condicionada.

Asimismo, los procesados deberán pagar una compensación de 200.000 dirham (alrededor de 19.000 euros) a la víctima, que tenía 17 años en 2018, cuando se produjeron los hechos. Entre los sentenciados hay un menor, que ha sido condenado a 3 años de prisión y a pagar una compensación de 20.000 dirham a la mujer (alrededor de 1.900 euros).

Según la nota de Justicia, los agresores han sido condenados por delitos de “formación de banda criminal”, “secuestro y retención de una menor”, “violación bajo amenaza de arma blanca con resultado de pérdida de la virginidad”, “tortura mediante quemaduras y tatuajes” y “trata (sexual)”, entre otros cargos. Estas agresiones, añade, causaron una “discapacidad permanente” a la menor así como secuelas psicológicas.

El caso destapó una oleada de indignación en Marruecos y se crearon varios grupos en las redes sociales para recolectar fondos para su familia, que vive en la pobreza extrema. Varios psicólogos se prestaron voluntarios para asistir a la muchacha por las secuelas que puede sufrir en el futuro y varios médicos le ofrecieron su asistencia para retirar los tatuajes de la piel de sus brazos, piernas y cuello. En su momento, la víctima relató a los medios de comunicación cómo fue retenida contra su voluntad, drogada y “vendida” a quien quisiera violarla.