España

Vuelo FR6732

Así detuvo la policía italiana a Puigdemont en Cerdeña

Una alerta del Sistema de Información Schengen permitió detectar la llegada del líder independentista a Italia

Carles Puigdemont a su llegada al aeropuerto de Copenhague procedente de Bruselas en una foto de archivo
Carles Puigdemont a su llegada al aeropuerto de Copenhague procedente de Bruselas en una foto de archivolarazon

El vuelo FR6732 de Ryanair no era un vuelo cualquiera. El avión de la famosa compañía “lowcost” llevaba en su interior a Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española desde hace cuatro años y europarlamentario. Con casi 40 minutos de retraso, el aparato había despegado en la tarde de este jueves con destino a Cerdeña desde Bruselas, donde el ex dirigente catalán se estableció tras abandonar España. El ex presidente de la Generalitat de Cataluña tenía previsto participar en la localidad de Alguer en un encuentro internacional organizado por la asociación Adifolk, junto a la consellera de Acción Exterior de la Generalitat, Victoria Alsina.

Fue una alerta del Sistema de Información Schengen la que hizo saltar la señal de alarma en la policía italiana de que el político independentista iba a aterrizar en el aeropuerto de esta localidad italiana, un reducto catalán en Cerdeña conocido como “la Barcelona sarda”. Las autoridades competentes en asuntos de fronteras pudieron confirmar también el viaje de Puigdemont gracias al Registro de Nombres de Pasajeros (PNR).

Unos minutos antes de las nueve de la noche, justo cuando el aparato de Ryanair se disponía a aterrizar en Cerdeña, miembros de la policía de fronteras de Italia ya estaban esperando a Puigdemont para proceder a su detención. La versión del Gobierno español es que no hubo comunicación entre la policía española y la italiana hasta después de la captura del líder catalán, si bien desde el entorno independentista han asegurado que fue la policía española la que dio la alarma e incluso agentes españoles se habrían desplazado hasta el aeropuerto de Cerdeña.

En una entrevista con El País, el abogado del ex presidente de la Generalitat catalana, Gonzalo Boye, dijo que la información que me llega es que en ese momento están presentes dos policías españoles, aunque el Gobierno lo está negando. No sé a qué atenerme. A mí me dicen una cosa y el Gobierno español dice otra”.

Los datos del PNR recogen informaciones personales que proporcionan los pasajeros y que conservan las compañías aéreas, desde el nombre del pasajero, las fechas de vuelos, los itinerarios, el asiento y el equipaje hasta la información de contacto y el medio de pago. El objetivo de este sistema es la prevención de delitos terroristas y otros delitos graves. En paralelo, el Sistema de Información Schengen, activo en treinta países (26 Estados miembros de la UE más Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza), permite a las autoridades locales consultar alertas de personas y objetos. Puigdemont tiene su propia ficha en este sistema, en la que se incluye una orden europea de detención y entrega (OEDE) emitida por el juez Pablo Llarena. “Todos éramos conscientes, también la representación legal de Puigdemont, de que la orden estaba en el sistema europeo y podía saltar en cualquier momento”, aseguró el abogado Boye en la citada entrevista.

De nada le habría servido a Puigdemont el documento del Parlamento Europeo, en el que se le permite conservar la inmunidad parlamentaria en sus viajes, un papel que carece de valor diplomático y que queda sujeto a la normativa interna de cada país. Ahora, será la Corte de Apelación de la localidad de Sassari, la que tendrá que valorar si esa orden de detención es válida. El Tribunal Supremo sostienen que la orden permanece en vigor, pero el abogado del ex presidente catalán afirma por el contario que “se encuentra suspendida”.