Alerta
Periodista, una profesión de alto riesgo: ocho de cada diez asesinatos en la última década siguen impunes
Más de 1.400 han sido asesinados desde 1992. Somalia, Siria, Irak, Afganistán y México lideran la lista de países donde se perpetúa el ciclo de violencia contra los periodistas
La impunidad sigue constituyendo un problema global a día de hoy para el periodismo. Tanto la libertad de expresión como el derecho del ciudadano a estar informado nunca gozarán de una plena protección hasta que todos aquellos que amenazan, acosan y atacan a los profesionales de la información sean llevados ante la justicia.
En todo el mundo, los periodistas son atacados de forma regular mientras informan sobre el terreno, sus equipos son destruidos y sus familias amenazadas de muerte. El pasado año, la investigación de casos de corrupción a gran escala y malversación de fondos públicos fueron las principales causas de la mayoría de muertes de los expertos de la información, seguidos de los casos relacionados con la mafia y el crimen organizado.
Estos crímenes suponen actos muy graves porque atentan contra el derecho de la sociedad a estar informados. También van en contra del diálogo, la paz y el buen gobierno. El tipo de noticias que son silenciadas con estos delitos es exactamente el tipo de noticia que la opinión pública necesita.
“La impunidad conduce a más asesinatos y, a menudo, es un síntoma de la agudización del conflicto y el colapso de la ley y los sistemas judiciales”, destaca la Unesco, a quien le preocupa que la impunidad “dañe a la sociedad al encubrir graves abusos a los derechos humanos, la corrupción, y la delincuencia”.
Desde 1992, más de 1.400 periodistas han sido asesinados, entre ellos los españoles Luis Espinal, Juantxo Rodríguez, Jordi Pujol, Luis Valtueña, Miguel Gil, Julio Fuentes, José Luis Perceval, José Couso, Julio Anguita, Ricardo Ortega, David Beriain y Roberto Fraile.
Para intentar acabar con esta vergonzosa situación, la Asamblea General de la ONU -que declaró el 2 de noviembre como Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas- aprobó una resolución en la que insta a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a hacer todo lo posible por prevenir la violencia contra los trabajadores de los medios de comunicación y a asegurar que los autores de esa violencia rindan cuentas ante la justicia.
Por otro lado, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), fundada en París en 1926 y actualmente la mayor organización de periodistas a nivel mundial, asegura que en dos tercios de los casos los asesinos “no son identificados” y que “probablemente nunca lo serán”.
Del mismo modo, la FIP afirma que esta dura realidad significa que matar a un periodista supone “un acto prácticamente gratuito y sin riesgos”. “Su asesinato se ha convertido en la forma más barata y fácil de silenciar periodistas que incomodan con su trabajo”, lamenta la organización, que señala además que alguna rara vez los asesinos son identificados y llevados a juicio, pero que en muchos casos los autores intelectuales quedan en libertad.
81% de los asesinatos impunes
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) denunció recientemente que el 81% de los asesinatos de periodistas de los últimos diez años continúan sin resolverse. Somalia sigue encabezando el índice de los países donde se perpetúa el ciclo de violencia contra los profesionales de la información, y le siguen Siria, Irak y Sudán del Sur.
Se tratan de países donde los conflictos, la inestabilidad política y la debilidad de los mecanismos judiciales perpetúan el ciclo de violencia contra los periodistas, según el CPJ en su nueva edición de su Índice de Impunidad Global.
Y es que en la última década un total de 278 periodistas fueron asesinados -o perdieron la vida en ataques concretos, explosiones de bombas e incidentes de fuego cruzado-, una cifra más que preocupante de las cuales 226 de dichas muertes continúan impunes según este grupo de defensa de la prensa, que advierte de que en los 12 países que figuran en el índice la ausencia de justicia es de “carácter endémico”.
Aunque este índice abarca el periodo entre el 1 de septiembre de 2011 y el 31 de agosto de 2021, hay una mención especial a la situación actual de Afganistán, país que ya ocupa el quinto lugar desde hace tres años en el índice del CPJ, a pesar de que los datos recopilados “no reflejan plenamente el incremento del peligro al que se enfrentan los periodistas en Afganistán”.
De hecho, el CPJ subraya que la situación sobre el terreno para los periodistas en Afganistán se deterioró dramáticamente en 2021 tras la toma del poder por parte de los talibanes, coincidiendo con la retirada de las tropas estadounidenses tras dos décadas de ocupación.
Esta triste noticia provocó que cientos de periodistas abandonaran el país por temor a represalias, dados “los violentos antecedentes de los talibanes en materia de libertad de prensa” y a pesar de las promesas de los líderes de los insurgentes de proteger este derecho.
Por su parte, México -considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, con más de un centenar de profesionales asesinados desde el año 2000- volvió a situarse por segundo año consecutivo en sexta posición de la lista de países donde la justicia no resuelve los casos de asesinatos de periodistas.
En lo que va de 2021, al menos siete periodistas han sido asesinados en México, si bien no se ha determinado que en todos los casos el crimen haya estado ligado a su trabajo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar