El ex asesor de Trump, Steve Bannon, se entrega al FBI tras su imputación por desacato al Congreso

Tal y como adelantó un funcionario judicial bajo la condición de anonimato la semana pasada, Steve Bannonse entregaba finalmente a las autoridades a primera hora de este lunes para comparecer ante el tribunal competente esa misma tarde en Washington.

A las 9:40 de la mañana, el ex asesor de Donald Trump entraba a pie en la sede del FBI de la capital estadounidense, en un gesto que muchos entendían como rendición ante las dos acusaciones judiciales de la comisión del Congreso que investiga el histórico asalto al Capitolio del 6 de enero.

“Estamos derribando al régimen de Biden”, declaró desafiante a los medios de comunicación a las puertas de la sede de los servicios de inteligencia, antes de efectuar su entrada. Bannon también pidió a sus seguidores en redes sociales que se mantuvieran atentos y concentrados: “No quiero que nadie aparte la vista de lo que hacemos todos los días”, añadió. Su caso ha sido remitido al juez del Distrito de Columbia Carl Nichols, designado por el ex presidente Trump.

Ahora, a punto de cumplirse un año del mayor ataque perpetrado contra la democracia del país, cuando una turba de seguidores de Trump asaltaron el Capitolio para detener el proceso electoral de la victoria del demócrata Joe Biden, el Congreso de EE UU imputaba a Steve Bannon por desacato y desobediencia.

El Comité de la Cámara de Representantes de EE UU que lleva a cabo la pesquisa tiene como finalidad conseguir que testimonios y documentación relevante relacionada con el caso se hagan públicos. Pero Bannon se había negado, hasta ahora, a declarar.

El actual proceso penal con el que el ex estratega de Trump ha decidido presentarse a las autoridades para comparecer ante los servicios de inteligencia responde a la previa acusación del Congreso, en octubre de este año, cuando fue declarado en desacato por negarse a colaborar con la investigación del asalto al Capitolio.

Imputado y acusado formalmente de desacato por negarse a acudir a una citación del Congreso, así como por no querer presentar documentos solicitados por la Comisión que investiga los violentos acontecimientos del 6 de enero, finalmente el aliado de Trump se ha visto obligado a dar un paso atrás en su firme decisión de no colaborar acogiéndose al “privilegio ejecutivo”.

Aunque esa alegación fue rechazada por el juez, así como la demanda del ex presidente Donald Trump y sus múltiples intentos por evitar que cierta documentación relacionada con el insólito asalto al Capitolio, hasta ahora protegida en los Archivos Nacionales, pueda ver la luz.

Además de estratega y asesor de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon fue también uno de sus mayores aliados. Su cercanía con el ex presidente republicano le ocasionó varias cuentas pendiente con la Justicia, siendo detenido en agosto de 2020 por blanqueo y fraude en una iniciativa ciudadana de captación de donantes, y puesto en liberad bajo fianza de 5 millones de dólares.

Pero pocos meses después, justo antes de abandonar la presidencia de EE UU y valiéndose del poder que le otorgaba el cargo, Trump indultó a su aliado Steve Bannon para evitar que le salpicaran en un futuro sus problemas con la Justicia.