Sentencia

La justicia europea vuelve a condenar a Polonia por su falta de independencia judicial

El alto tribunal considera que los nombramientos del ministro de Justicia no respetan las garantías de los magistrados

Ursula Von der Leyen y Mateusz Morawiecki en la Eurocámara
Ursula Von der Leyen y Mateusz Morawiecki en la EurocámaraPARLAMENTO EUROPEO/ FREDERIC MARVAUXPARLAMENTO EUROPEO/ FREDERIC MAR

El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha vuelto a asestar un golpe a Polonia debido a su falta de independencia judicial. En este caso, la sentencia conocida esta mañana asegura que el derecho comunitario se opone a que el ministro de Justicia del país, que actúa asimismo como fiscal general, sea el que elija a los jueces que pueden quedar adscritos a comisiones de servicio especiales.

Según explica el comunicado de prensa difundido por el tribunal, ”el Ministro de Justicia puede conferir a un juez una comisión de servicio para ejercer en un tribunal de lo penal de grado superior con arreglo a criterios que no se conocen oficialmente y sin que tal decisión pueda ser objeto de control judicial. Puede además revocar dicha comisión de servicio en cualquier momento sin que la revocación esté sujeta a criterios preestablecidos en Derecho y sin que deba motivarse”.

Aunque el alto tribunal reconoce que el consentimiento previo de los jueces “constituye una salvaguarda procedimental importante”, también subraya “dudas en cuanto a la independencia” de los magistrados ya que no existen criterios objetivos claros en la asignación de jueces ni en su revocación. Además, el doble papel del ministro de Justicia como Fiscal general hace que éste disponga “en una determinada causa penal, de una potestad tanto sobre el fiscal ordinario como sobre los jueces en comisión de servicio, lo que puede suscitar dudas legítimas en el ánimo de los justiciables en cuanto a la imparcialidad de dichos jueces en comisión de servicio”.

De esta forma, el tribunal con sede en Luxemburgo concluye que estos magistrados “no disfrutan de las garantías y de la independencia de las que un  juez debería disfrutar normalmente en un Estado de Derecho”.

Este es un episodio más en la guerra entra las instituciones europeas y Varsovia por lo que Bruselas considera una deriva autoritaria. El pasado 27 de octubre, el alto tribunal europeo  condenó a Polonia a una multa record de un millón de euros diarios hasta que el país no desmantele la sala disciplinaria del Tribunal Supremo, un organismo que, según Bruselas, socava la independencia de los jueces del país.

En caso de que Polonia se declare en rebeldía y no quiera pagar esta multa, el Ejecutivo comunitario ya ha anunciado que descontará esta cantidad de los fondos europeos que recibe el país

A pesar de que la crisis en la frontera por la llegada masiva de migrantes provenientes de Bielorrusia, ha calmado relativamente las aguas en los últimos días, la contienda entre Polonia y Bruselas ha vivido en los últimos meses varias batallas. A principio del mes de octubre,  el Tribunal Constitucional de país puso en duda la primacía del derecho comunitario sobre el nacional lo que constituye uno de los principios nucleares de la pertenencia al club comunitario.

La Eurocámara y algunos países como Holanda han presionado en las últimas semanas a la Comisión Europea para que active el mecanismo  que supedita la llegada de los fondos europeo al cumplimiento del Estado de Derecho. La legalidad de este instrumento ha sido recurrida ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo y, aunque desde el punto de vista formal, nada impide que la Comisión comience a actuar, ésta ha decidido esperar hasta que se conozca este fallo, en línea con las tesis defendidas por países como Alemania y España.

De momento, Bruselas se ha limitado a congelar la aprobación de las partidas provenientes del fondo de reconstrucción europeo para hacer frente a los estragos del coronavirus del que a Polonia le corresponden 36.000 millones de euros. Esta sentencia conocida hoy da más munición al Ejecutivo comunitario para posponer la luz verde.