Oriente Medio
Arabia Saudí descalifica a 43 camellos por el uso de bótox en un concurso de belleza
Cada vez más criadores retocan a los animales con pestañas alargadas artificialmente y estiramientos de piel para mejorar su apariencia y ganar premios
Antiguamente los camellos eran los animales de carga por excelencia en Oriente Medio, donde se les conocía como «los barcos del desierto». Su función en los países del Golfo Pérsico ha cambiado radicalmente al convertirse en un símbolo de belleza y poder. Ya no son los esclavos de antaño sino exclusivos modelos que desfilan en pasarelas en certámenes muy populares en la región y compiten en carreras de velocidad donde están en juego grandes cantidades de dinero.
En Arabia Saudí, por ejemplo, se celebra estos días la sexta edición del festival King Abdulaziz, donde los rumiantes desfilan en todo su esplendor con el objetivo para su dueños de conseguir parte de los 66 millones de dólares que se reparten en premios. Lo que cuenta es la apariencia, y ganar, por supuesto. Así que la picaresca ha hecho que algunos criadores retoquen a sus animales con bótox para reducir los tics y las señales nerviosas, para alargar las pestañas y estirar la piel y obtener así el cuello más esbelto. Pero el comité médico del certamen ha detectado 16 casos de inyecciones de bótox y 27 estiramientos faciales en estos animales, que han sido inmediatamente descalificados. Este es el mayor caso de detección de operaciones estéticas en camellos desde la primera edición del festival, dice la agencia SPA.
Los expertos aseguran que el objetivo de estas tretas es mejorar su apariencia general con el objetivo de aumentar su precio, engañar a quienes quieran comprarlo u obtener un premio. También es tendencia en algunos países del Golfo la clonación de camellos , lo que permite a los dueños sustituir un ejemplar por otro igual de veloz para lograr victorias en las carreras e igual de aparente para competir en los concursos de belleza.
En el año 2009 se clonó al primer camello del mundo y desde entonces el Centro de Reproducción Biotecnológica de Dubái clona a decenas de ejemplares cada año, que sus propietarios venden en el mercado a razón de cien mil dólares por animal. «El precio de un camello se fija en función de su belleza, de su salud y de la raza», explicó Al-Otaibi, director de una casa de subasta de camellos en Kuwait, a la agencia Afp.
La clonación también ofrece otras ventajas. Un rumiante clonado puede producir 35 litros de leche por día, siete veces más que un camello ordinario, explica el doctor Nisar Wani, director científico del citado centro médico en Dubái. La leche es un producto muy popular en el Golfo y para muchos tiene la consideración que en Occidente se le da a la leche de vaca.
Ante el aumento de la demanda en los Emiratos Árabes, el único país del Golfo con clínicas dedicadas a ello, los científicos estudian técnicas para acelerar el proceso como la «ovulación múltiple». Así se están analizando nuevas técnicas para acelerar la producción mediante la técnica de clonación, que consiste en recuperar el ADN de las células del animal e inserirlo en los óvulos de las camellas preñadas, una práctica muy criticada habitualmente por grupos de defensa de los derechos animales.
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