Desapariciones
El giro en la investigación que puede dinamitar el caso Madeleine McCann
Un grupo de investigadores privados afirma que Brueckner no es el responsable, que tiene una coartada y que no realizó ninguna llamada cerca de los apartamentos
El fiscal alemán Hans Christian Wolters, encargado de la investigación de la desaparición de Madeleine McCann, señaló en junio de 2020 a Christian Brueckner como único sospechoso del caso y desde ese momento todas las declaraciones que ha realizado apuntan hacia el mismo lugar: El pedófilo alemán de 44 años es el único responsable y sólo hacía falta atar una serie de cabos para poder llevar el caso a juicio.
El pasado mes de octubre, Wolters anunció que sentaría en el banquillo a Brueckner a lo largo de este año. “Estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y la mató”, indicó el fiscal al diario “Mirror”. Además justificó la tardanza por llevar el caso a juicio en que su equipo ha trabajado con tranquilidad para poder reunir la mayor cantidad de pruebas posibles y lo han podido hacer porque el sospechoso está cumpliendo una condena de seis años por abusar sexualmente de una turista norteamericana de 27 años y está pendiente de que se le juzgue por la violación de una menor en Portugal. Es más, tal y como dijo Wolters en un libro, el pedófilo alemán está implicado en cinco casos de abusos sexuales más,
Gonçalo Amaral, primer responsable de la investigación en Portugal, ha defendido desde el inicio que Brueckner no era el responsable del secuestro y asesinato de la menor británica. Y a pesar de que han pasado 15 años, sigue insistiendo en la implicación de Kate y Gerry McCann, padres de Madeleine.
Los actuales responsables de la investigación en Portugal y las autoridades británicas también han mirado con recelo desde el primer momento el trabajo de Wolters. Pero el fiscal alemán, siempre se ha mostrado contundente y claro: Reconoce que no sabe cómo murió Maddie y que no tiene ADN o evidencias fotográficas que vinculen al pedófilo alemán con el caso, pero se ha atrevido a lanzar un mensaje de tranquilidad para Kate y Gerry: “Estamos seguros de que tenemos al hombre que se llevó y mató a su hija”.
Lo único cierto hasta ahora es que el caso está lleno de luces y sombras y que en año y medio de investigación no se ha podido probar nada. De hecho, las dos evidencias más importantes hasta ahora son la supuesta llamada telefónica que realizó Brueckner el día de la desaparición, que le sitúa cerca de los apartamentos de Praia da luz.
La segunda, una supuesta confesión del sospechoso a una de sus ex novias: “Sé lo de Maddie, estaba cerca del hotel en ese momento. Yo vivía cerca. No voy a decir nada más. No soy un tipo estúpido, soy un hombre de negocios”. Así lo asegura Nakscije Miftari, ex novia de Christian Brueckner, de 44 años, principal sospechoso de la desaparición de la niña británica.
En este punto, cuando todo parecía resuelto a falta de unos flecos, un grupo de investigadores británicos encabezados por el ex detective de la localidad británica de Surrey, Mark Williams-Thomas, amenazan con dinamitarlo todo. Un equipo de detectives que han estado recopilando pistas y testimonios para un documental de Channel 5 (”Madeleine McCann: Investigating the Prime Suspect”) sostienen que Brueckner no es el responsable del secuestro y posterior asesinato de Madeleine porque ese día se encontraba a 30 minutos del resort de Praia da Luz en el que la familia pasaba unos días de vacaciones con unos amigos.
De hecho, insisten en que el pedófilo alemán no hizo ninguna llamada telefónica ese día cerca de los apartamentos. Según publica “The Sun”, los detectives “han concluido que B (Brueckner) no pudo haber secuestrado a Madeleine. Estaba a 30 minutos y no habló por teléfono en Praia da Luz la noche que ella desapareció”.
Según el diario sensacionalista, el equipo de Mark Williams-Thomas encontró nuevos testigos en Portugal y Alemania y determinó que los datos aportados por los testimonios suponen una coartada para el único sospechoso del caso.
Según estas nuevas pistas recogidas por Channel 5 en su documental (que se estrenará en tres entregas próximamente), supondrían el desmantelamiento del caso.
Búsqueda ininterrumpida
Las autoridades británicas y portuguesas no han cesado de buscar a Madeleine desde que desapareciera en mayo de 2007 del apartamento en el que dormía con sus hermanos mientras sus padres cenaban en el restaurante “Tapas”, ubicado dentro del mismo resort.
La mala instrucción que se hizo del caso desde el primer momento, provocó que numerosas pruebas quedaran destruidas al no proteger la escena del crimen, por la que pasaron decenas de personas durante las primeras horas.
Tampoco ha habido coordinación entre las fuerzas de ambos países, más preocupados por los recelos y la falta de confianza mutua que por el trabajo en equipo.
Durante los últimos años se han producido numerosas reuniones de alto nivel pero todas han acabado sin avances y con muchos reproches entre todas las partes.
Desde que Alemania anunciara que Brueckner era el sospechoso, los investigadores portugueses han afirmado que ya fue investigado y descartado. De forma paralela, han investigado todos los pasos del alemán en Portugal, país al que llegó una década antes de la desaparición de Madeleine tras cumplir una condena por abusos sexuales en Alemania.
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Durante todo ese tiempo se dedicó a trapichear con drogas, a la compraventa de vehículos y de combustible, pero sobre todo a asaltar los apartamentos de los turistas. Brueckner tenía una especial habilidad para colarse en ellos, con y sin gente, robar y salir sin ser visto. Aunque en ocasiones, aprovechaba para dar rienda suelta a sus instintos más básicos, como es el caso de la turista norteamericana de 72 a la que violó y que ha permitido encarcelarlo en Alemania. Brueckner es un pervertido y no lo ocultaba. Las personas de su entorno conocían su aberrante afición, de la que alardeaba en cuanto tenía ocasión.
A pesar de las reticencias de las autoridades portuguesas realizaron registros en la casa en la que vivió Brueckner, se ha buscado a Madeleine en un lago cercano, en una finca en la que la imagen de satélite ubicó la furgoneta del pedófilo alemán días después de la desaparición... pero todo ha sido en vano.
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