Investigación
Caso Madeleine: “Estamos seguros de que tenemos al hombre que se la llevó y la mató”
El fiscal Wolters matiza que el juicio de Brueckner será el año que viene, critica a las autoridades portuguesas y lamenta no poder mostrar a los McCann las evidencias sobre la muerte de su hija
Como si de una serie turca se tratara, los protagonistas del caso de las desaparición de Madeleine McCann dan un giro al argumento en cada capítulo. Los dos personajes que tienen más peso en las últimas entregas son el primer responsable de la investigación, Gonçalo Amaral, y el fiscal alemán Hans Christian Wolters, que en los últimos días han cobrado protagonismo con sus declaraciones.
El primero por la publicación de su segundo libro, en el que insiste en la inocencia de Christian Brueckner, de 44 años, y en el que vuelve a cargar contra Kate y Gerry, los padres de Madeleine, con los que tuvo un largo y penoso proceso judicial por acusarles de ser los responsables de la muerte de su hija.
Wolters, por su parte, ha participado en un libro en el que explica que el principal sospechoso, el pedófilo alemán está implicado en cinco casos de abusos sexuales más y que pronto se le podrá sentar en el banquillo.
Wolters sigue manteniendo la misma postura que en junio de 2020. Brueckner es el culpable del secuestro y asesinato de Madeleine y el caso está casi cerrado. En aquel momento dijo que al 90 por ciento. Ahora, se ha atrevido a decir que al 100 por 100. En cambio, reconoce que no tiene pruebas concluyentes, pero sí una gran cantidad de indicios que así lo indican. De hecho, ya están pensando en la fecha del juicio. En un principio, el diario “The Sun” apuntó que sería antes de Navidad, pero han aclarado que no será hasta 2022.
Wolters explicó a Mirror que “estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y la mató”. Sobre la tardanza en presentar las pruebas, el equipo encabezado por el fiscal ha preferido trabajar sin prisa para conseguir la mayor cantidad de evidencias posibles y con la tranquilidad que les daba saber que Brueckner estaba en la cárcel cumpliendo condena por abusar sexualmente de una turista norteamericana de 72 años.
“Ahora es posible que podamos presentar cargos. Tenemos esa seguridad”, añadió. “Pero no se trata sólo de acusarlo, queremos hacerlo con el mayor número de pruebas posibles y todavía tenemos algunas cuestiones por resolver. Por lo que sería una tontería precipitarse en lugar de esperar para encontrar las respuestas a esas preguntas que todavía nos quedan por conocer y presentar cargos cuando nuestros argumentos sean lo más solidos posibles”, afirma Wolters que aclaró que “por eso dijimos que investigaremos siempre que haya pistas o información que podamos buscar. No digo que lo que tenemos ahora sea insuficiente. Pero está en prisión, así que no tenemos esta presión. Tenemos tiempo“.
Sin embargo, una de las partes más polémicas de la investigación es la conclusión de que Madeleine está muerta y que fue asesinada por Brueckner en Portugal, tal y como le dijeron hace meses a Kate y Gerry McCann. Sobre este asunto, Wolters admite que no tienen pruebas concretas que sustenten esta afirmación. Reconoce que no tienen idea de cómo murió y que no tienen ADN o evidencias fotográficas que vinculen al pedófilo alemán con el asesinato. Pero lanzó un mensaje para los padres de Madeleine: “Estamos seguros de que tenemos al hombre que se llevó y mató a su hija”.
Wolters defendió su decisión de no mostrar a los McCann la evidencia que les lleva a a pensar que Madeleine está muerta: “Si lo hiciera ... es muy posible que perdieran cualquier esperanza de encontrarla con vida”. “No puedo explicar sobre qué base establecemos y asumimos que está muerta. Pero para nosotros no hay otra posibilidad. No hay esperanza de que esté viva”.
“Todo lo que puedo hacer es pedirles paciencia. Personalmente, creo que se llegará a una conclusión el año que viene. No tenemos cuerpo ni ADN, pero tenemos otras pruebas. Todas las evidencias que tenemos, no conducen a ninguna otra conclusión”, afirmó.
Madeleine desapareció del apartamento turístico que su familia alquiló en el resort Oceans Club de Praia da Luz, en mayo 2007, días antes de su cuarto cumpleaños. Kate y Gerry insisten en que “se aferran a la esperanza, por pequeña que sea, de que volveremos a ver a Madeleine”.
Entre las evidencias que manejan los fiscales dos de mucho peso. La primera de ellas, la “confesión” que le hizo a un amigo sobre su gusto por los niños pequeños y la otra el posicionamiento de su teléfono móvil, que lo sitúa cerca del Oceans Club en la misma franja horaria en la que desapareció la pequeña británica.
Wolters afirmó que son “circunstanciales, no tenemos evidencia científica. Si tuviéramos un vídeo del momento del secuestro o una foto de Madeleine muerta con Brueckner, no habríamos tenido que pedir la colaboración ciudadana”.
En busca del testigo clave
Brueckner vivía en una caravana cerca de Praia da Luz en mayo de 2007, cuando Madeleine desapareció. Las policías británica y alemana tuvieron las primeras noticias sobre su posible implicación en 2017, pero no fue hasta el mes de junio de 2020 cuando Wolters le señaló como único sospechoso. Esta afirmación llegó después de que se revisaran todas las pruebas del caso y realizaran nuevos interrogatorios a testigos clave en Alemania y Portugal.
Sobre la noticia que indicaba que Brueckner sería llevado a juicio antes de Navidad, Wolters la declaró que es “basura”, pero sí se aventuró a decir que es probable que sea acusado a principios del próximo año de otros presuntos delitos en Portugal. Entre ellos, Incluyen la violación de una irlandesa en el Algarve en 2004 y de dos de exhibicionismo con menores.
Pero el caso no está resuelto al 90 por ciento tal y cómo afirmó hace más de un año. Y es que queda por localizar a un testigo clave.La persona que habló con Brueckner por teléfono durante media hora el día de la desaparición. El teléfono móvil correspondía a un usuario con un nombre y apellidos muy común en Portugal y de momento no han conseguido dar con él: “No hemos encontrado pruebas que nos hagan dejar de sospechar del señor Brueckner. Todo lo que hemos encontrado encaja. Quizás estemos a la mitad“.
Brueckner llegó a Portugal tras cumplir condena por abusar sexualmente de un menor en Alemania. Cuando Madeleine desapareció, Brueckner acababa de salir de la cárcel por robar gasolina. Ahora cumple una condena de siete años de prisión en Alemania por violar a una jubilada estadounidense en Praia da Luz.
El fiscal volvió a cargar contra las autoridades portuguesas, a las que acusó de ser muy lentas en las investigaciones al no tener interés por tratarse de un caso en el que la víctima y el principal sospechoso son extranjeros: “Lo que en Alemania hacemos en una semana puede dilatarse hasta seis meses en Portugal. No tienen interés en el caso porque no no hay ningún portugués involucrado en la investigación”.
Además, dio muestras del enfrentamiento que existe con ellos y sostiene que si tenemos sospechosos totalmente diferentes no deja a los portugueses en muy buen lugar. “Preferirían que los dejáramos en paz. La cooperación con Gran Bretaña es sin duda notablemente mejor”.
- Para saber más: Wolfenbüttel: de centro de ejecución de la Gestapo a hogar del sospechoso del “caso Madeleine”
- El sospechoso del caso Madeleine llevaba trajes de baño de niña en su furgoneta
- Amenazado, aislado y vigilado: Así es el día a día en la cárcel del presunto asesino de Madeleine
- Dos costillas rotas: Así fue la visita al juez del sospechoso de matar a Madeleine
✕
Accede a tu cuenta para comentar