Desapariciones

Caso Madeleine: Brueckner reconoce que estaba cerca del apartamento el día de la desaparición

La confesión se produjo tras una reunión con amigos en 2014: “Estaba allí. No voy a decir nada más. No soy un tipo estúpido, soy un hombre de negocios”

Madeleine McCann
Madeleine McCannLa Razón

“Sé lo de Maddie, estaba cerca del hotel en ese momento. Yo vivía cerca. No voy a decir nada más. No soy un tipo estúpido, soy un hombre de negocios“. Así lo asegura Nakscije Miftari, ex novia de Christian Brueckner, de 44 años, principal sospechoso de la desaparición de la niña británica. En una entrevista en “The Mail on Sunday”, Miftari explica que esta confesión se produjo después de una reunión con amigos en 2014. Cuando la preguntaron si sabía algo del caso, se negó a responder, se quedó callado. Cuando se quedaron solos, le pregunto directamente por Maddie y dijo: “Sé lo de Maddie, estaba cerca del hotel en ese momento. Yo vivía en el cerca. No voy a decir nada más. No soy un tipo estúpido, soy un hombre de negocios“.

Nakscije Miftari mantuvo una relación con Christian Brueckner durante un año
Nakscije Miftari mantuvo una relación con Christian Brueckner durante un añoFacebook

Los fiscales alemanes, dirigidos por alemanes, están convencidos de que Brueckner secuestró a Madeleine del apartamento de Ocean’s Club en la noche del 3 de mayo de 2007 y que después le quitó la vida y se deshizo del cadáver.

En mayo del año pasado Wolters compareció ante los medios para explicar que el caso estaba resuelto al 90 por ciento, pero la realidad es que a día de hoy todavía no han presentado pruebas concluyentes contra él, no le han interrogado y no le han llevado ante el juez. Bien es cierto, que durante todos estos meses han anunciado que tienen nuevas pruebas concluyentes que permitirán llevarlo a los tribunales “en los próximos meses”, pero ni el abogado de Brueckner, ni la familia de Madeleine han recibido información alguna.

Madeleine McCann desapareció de un apartamento turístico de Praia da Luz en mayo de 2007
Madeleine McCann desapareció de un apartamento turístico de Praia da Luz en mayo de 2007larazon

Se han limitado a decir que había nuevos testimonios relevantes, que les ayudarían a encajar las piezas del puzzle para saber lo que ocurrió aquella noche. Uno de estos testimonios es el de Miftari, que ha sido interrogada por el equipo de Wolters, y que de momento es el único que sitúa al principal sospechoso en la escena del crimen.

En la entrevista, la ex novia de Brueckner, de 25 años, decide romper su silencio y explica que cuando estaba con el alemán vivía aterrorizada por su “carácter violento y controlador”, sobre todo tras descubrir su obsesión por la pornografía infantil y por las chicas rubias.

Miftari tenía apenas 17 años cuando en 2013 conoció a Brueckner, un hombre a priori encantador y generoso, que tenía un quiosco en Braunschweig al que ella iba a comprar dulces: “La primera vez que lo vi, estaba hablando con su teléfono móvil en el quiosco”, afirmó. Colgó el teléfono y dijo: ‘Hola señorita, ¿en qué puedo ayudarla?’. Me sorprendió que nadie antes me había tratado como una dama. Me pidió que echara un vistazo y eligiera lo que quisiera. Luego, cuando le pregunté cuánto debería pagar, me respondió: ‘Nada, una señorita no tiene que pagar en mi quiosco’”.

Imagen de un hombre paseando junto al complejo turístico del que desapareció Madeleine Mccann en 2007
Imagen de un hombre paseando junto al complejo turístico del que desapareció Madeleine Mccann en 2007RAFAEL MARCHANTEReuters

A pesar de que Brueckner le doblaba la edad, comenzaron a salir y la relación iba viento en popa, hasta el punto de que la joven llegó a plantearse casarse con él. Pero un año después comenzaron a cambiar las cosas. Miftari estaba un día con el teléfono del sospechoso del secuestro de Madeleine y descubrió gran cantidad de material de pornografía infantil, que también guardaba en el ordenador. Las protagonistas de la mayoría de las imágenes y de los vídeos eran... niñas rubias”.

Miftari le preguntó sobre lo que había visto y Brueckner enfureció y la atacó de forma salvaje: “Le pregunté sobre los vídeos y las fotos y me respondió con un puñetazo. Me caí por las escaleras y estuve inconsciente durante unos diez minutos”, recuerda.

Hans Christian Wolters es el principal responsable de la investigación de la fiscalía alemana del caso Madeleine
Hans Christian Wolters es el principal responsable de la investigación de la fiscalía alemana del caso MadeleineMartin MeissnerAP

Después de la agresión, la joven acudió a la policía acompañada de su madre para denunciar lo ocurrido y los agentes irrumpieron en el apartamento de Brueckner y encontraron varios equipos electrónicos con material pedófilo. Concretamente 391 fotografías y 68 vídeos. Entre ellas, imágenes protagonizadas por Brueckner, abusando de una niña de cinco años.

A pesar de que su madre trató de impedirlo, Miftari seguía locamente enamorada del alemán y siguió en contacto con el pedófilo cuando huyó a Portugal para escapar de las autoridades. Miftari confiesa que llegó a ir a visitarle a El Algarve pero se negó a decir si fue antes o después de que huyera de Braunschweig en 2014.

Finalmente, una orden de detención internacional permitió su detención y su devolución a Alemania en 2017, donde fue condenado a 15 meses de prisión por abusar de la niña de cinco años.

Miftari, que trata ahora de reconstruir su vida, confiesa que todavía le cuesta creer que se enamoró de un monstruo: “Ya no siento nada por Christian. No puedo creer que estuviera haciendo todas estas cosas”. A pesar de ello, en su interior hay algo que hace que le siga defendiendo: “Escuché muchas cosas sobre él el año pasado y siempre tuve la esperanza de que no fueran ciertas, incluso hoy‘’.

Kate y Gerry McCann posan con un cartel con la imagen de su hija
Kate y Gerry McCann posan con un cartel con la imagen de su hijaSang TanAP

Hasta la confesión de Miftari, la mayoría de las pruebas eran circunstanciales. La única evidencia de cierto peso es que el teléfono móvil del principal sospechoso le situaba a las 21:00 horas cerca de los apartamentos en los que los McCann pasaban unos días. Brueckner realizó una llamada de 30 minutos, de la que no han conseguido saber nada. Ni la persona con la que habló ni el contenido de la misma. Pero coincide en el tiempo con la desaparición de Madeleine.

Este testimonio de la ex novia refuerza aun más la teoría de que fue él. Estaba cerca del lugar, es un pedófilo reincidente al que le gustaba alardear, que llevaba ropa de niños en su furgoneta, que había sido condenado por abusos sexuales a menores y que estaba obsesionado con las niñas rubias...

Madeleine podría ser una de ellas. A punto de cumplir los cuatro años, descansaba en una habitación de la planta baja del complejo mientras sus padres cenaban con unos amigos en el restaurante “Tapas” muy cerca de los apartamentos. Cada hora se levantaban para comprobar que Madeleine y sus dos hermanos gemelos estaban bien. En la ronda de las 22 horas, no encontraron nada raro pero Madeleine no estaba en su habitación. La puerta no estaba forzada, la ventana tampoco. En ese momento comenzó una búsqueda desesperada que continúa a día de hoy y que según los fiscales terminará con Brueckner en prisión.

Brueckner siempre llevaba ropa de niño en la furgoneta en la que vivió durante un tiempo y con la que llegó a viajar a España
Brueckner siempre llevaba ropa de niño en la furgoneta en la que vivió durante un tiempo y con la que llegó a viajar a EspañaUK METROPOLITIAN POLICEReuters

Pero de momento los McCann, Kate y Gerry, siguen sin saber dónde está su hija. La resolución del caso de Cleo Smith, la niña australiana de cuatro años secuestrada de la tienda de campaña en la que dormía con su familia, les ha hecho recuperar algo de esperanza. Pero han pasado ya 14 años desde que vieron por última vez a su hija, que hoy sería mayor de edad. Sólo les queda esperar y seguir luchando para ver si Brueckner decide confesar qué hizo con su hija cuando el peso de las pruebas caigan sobre él.

Pero de momento, el único sospechoso del crimen sigue en prisión mofándose de las autoridades, negando los hechos y defendiendo que es víctima de una conspiración para condenarle sin pruebas.

Lo cierto es que cumplió una condena por abusar de un menor antes de ir a Portugal y desde 2017 vive entre rejas por abusar de una niña de 5 años y por violar a una septuagenaria norteamericana en 2005 durante uno de los múltiples robos que cometió en apartamentos de El Algarve.

Brueckner vivió en esta casa de campo durante más de 10 años y la abandonó de manera apresurada poco antes de la desaparición de Madeleine
Brueckner vivió en esta casa de campo durante más de 10 años y la abandonó de manera apresurada poco antes de la desaparición de MadeleineFABIO MESTRINHOEFE

Otros testimonios

Otro de los testimonios escalofriantes sobre el carácter de Brueckner lo ofreció Gunter Bartl, que vivía en Praia da Luz, y que comentó que cada vez que hablaban del caso de Maddie se ponía “nervioso y a la defensiva”. Bartl, de 58 años, trabajaba como agente inmobiliario en el Algarve y conocía bien a Brueckner, porque se movían en el mismo círculo de amigos, todos de origen alemán y recuerda que en una ocasión llegó a decir: “Todo es posible. Si me gustara atrapar a un niño y llevármelo, nunca lo volverías a ver”.

Bartl cree que el agresor sexual convicto “es capaz de secuestrar a Maddie. Haría cualquier cosa por dinero. Sabía que Christian trapicheaba con drogas, que robaba y que solía intentar ir a hoteles donde se alojaban los ricos”.

La insensibilidad mostrada por Brueckner al hablar de Madeleine era habitual. En el quiosco que regentaba con un grupo de amigos en Alemania y en el que conoció a Miftari, hablaban habitualmente del caso. Lenta Johlitz era una de sus socias y el año pasado reveló que el delincuente sexual se alteraba cada vez que se pronunciaba el nombre de la niña británica e insistía en cambiar de tema y decía. “la niña está muerta y eso es algo bueno. Puedes hacer que un cuerpo desaparezca rápidamente”.

Ahora queda por ver si la investigación de la fiscalía alemana y los nuevos testimonios servirán para cerrar un caso con fallos en la investigación desde el primer momento, lleno de contradicciones, mentiras, enfrentamientos entre las autoridades inglesas, portuguesas y alemanas y que tiene a una familia a la espera de poder reunirse con su hija para poder cerrar el duelo y una herida que de otra manera nunca podrá cicatrizar.