Al menos cuatro muertos y dos heridos graves en un ataque terrorista con cuchillo y atropello en Israel

Un ciudadano árabe israelí atropelló y acuchilló aleatoriamente este martes a varios civiles en la sureña ciudad de Beer Sheva, lo que causó la muerte de cuatro personas, así como heridas de gravedad en otras dos. El atentado terrorista más grave registrado en Israel en los últimos años fue perpetrado por un residente de la aldea beduina de Hura, que en el pasado fue preso de alta seguridad por sus vínculos con el Estado Islámico (ISIS).

El atentado ocurrió cerca de una gasolinera, a las afueras de la “capital” del desierto del Negev. En un vídeo de extrema tensión y sensibilidad gráfica, el atacante aparece sosteniendo el cuchillo, y se encara con un civil armado entre gritos de alarma de los presentes. “¡Dale!”, “¡Muévanse!”, grita alguien.

Mientras el hombre armado intenta acercarse para dispararle, el agresor se abalanza sobre él para intentar apuñarlo. Justo entonces, un conductor de autobús logra dispararle a quemarropa y evitar más víctimas. “Estupendo, ya está”, celebra el que graba la toma. El atacante falleció instantes después.

Según informó la policía, Mohamed Ghaleb Abu al-Qian, de 34 años, llegó a la escena del crimen conduciendo temerosamente su vehículo. Paró, bajó y apuñaló a una primera mujer. Volvió a subir al coche, esta vez para atropellar a un ciclista. Siguió conduciendo, y paró frente a un centro comercial, donde acuchilló a un hombre y otra mujer. Al intentar huir en contra dirección, chocó con otro conductor, lo que le forzó a bajar del vehículo.

Los servicios secretos y la policía emprendieron una investigación relámpago sobre el entorno de Abu al-Qian, y se dirigieron a su residencia familiar en Hura. Las primeras informaciones apuntaron que se trataba de un lobo solitario que actuó sin colaboradores.

Una de las víctimas falleció al momento, y las otras tres defunciones se declararon ya en el hospital Soroka de Beer Sheva, donde se intentó reanimarles sin éxito. El centro médico confirmó que las dos heridas ingresadas, mujeres de unos 40 años, no están en riesgo de morir.

Akiva, testimonio de los hechos, contó al canal 12 que el terrorista gritó “¡os voy a matar a todos!”, mientras intentaba acuchillar a todo peatón que se cruzaba en su camino. “Si no hubiera aparecido alguien armado, esto podría haber acabado diferente. Se logró detener gracias a la pistola”, consideró. Abed, otro de los presentes, entendió que se trataba de un atentado al instante: “vi como se abalanzó sobre la primera mujer, y luego se lanzó a por otros dos”.

Mientras tanto, el primer ministro israelí Naftali Bennett se apresuró a reunirse con el ministro de seguridad interna y el jefe de policía, el presidente del país, Isaac Herzog, mandó su pésame a las familias de las víctimas. “El corazón se nos rompe cuando almas inocentes pagan el precio del odio. El terror no nos intimidará ni limitará nuestro derecho a existir en nuestra tierra”, expresó. Y prosiguió: “Junto a todo el pueblo de Israel, mando mis condolencias a las familias en duelo. Estoy convencido de que las fuerzas de seguridad actuarán decididamente para hacer justicia”.

Las facciones palestinas de Hamás y la Yihad Islámica celebraron la acción. En la Franja de Gaza, se repartieron dulces, un gesto habitual en atentados previos. Las facciones islamistas intentaron vincular el suceso con la violencia interétnica entre judíos y árabes vivida durante la última guerra de Gaza (mayo 2021), y lo consideraron una prueba de que los palestinos residentes en Israel anhelan unirse a “la resistencia”.

“Nuestra lucha contra la ocupación continua y no se detendrá”, comunicó Abed al-Latif, portavoz de Hamás. Tarek Salemi, de la Yihad Islámica, consideró que el atentado “es una respuesta natural a los crímenes de la ocupación en el Negev. Deben entender que el pueblo palestino no se rendirá y no renunciará a la bandera de la Yihad y la resistencia”.

Las dos facciones parlamentarias árabes en la Knesset condenaron el atentado, e hicieron un llamamiento urgente a preservar la vida de coexistencia en la región. También se expresó en esta línea el consejo regional representativo de los árabes: “No hay justificación para quitar la vida a nadie. Fue un acto de un individuo solitario que no representa a los residentes del Negev”. Y alertó: “quien intente catalogar a todos los beduinos como culpables es un racista”.

Este fue el quinto atentado registrado este marzo en Israel y Cisjordania. Las fuerzas de seguridad israelíes ya alertaron de una previsible escalada de violencia ante las festividades de Pesaj (pascua judía) y el Ramadán.

En 2016, Mohamed Ghaleb Abu al-Qian fue condenado a cuatro años de cárcel por el tribunal regional de Beer Sheva. En el juicio, reconoció que formó un grupo que estableció contactos secretos con el ISIS. Bajo el pretexto de un peregrinaje a La Meca, el terrorista abatido pretendía unirse a la lucha de los integristas en Siria.

Además, se acusó a este profesor de primaria de difundir a niños y feligreses de una mezquita local contenidos inspirados en el grupo fundamentalista.