Secuestro

Secuestran a una pareja italiana con su hijo en Malí

Los tres italianos, identificados como testigos de Jehová, fueron abducidos junto con un togolés al este del país

Un soldado del ejército de malí el pasado 7 de febrero durante los combates en Gao
Un soldado del ejército de malí el pasado 7 de febrero durante los combates en Gaolarazon

Una pareja italiana y su hijo han sido secuestrados en la región de Sikasso, al este de la capital Bamako, según informaron fuentes religiosas a la agencia Efe. De acuerdo con estas informaciones, los tres pertenecían a un grupo de misioneros de los testigos de Jehová. Aunque todavía no se ha emitido ningún comunicado oficial al respecto, el secuestro de la pareja y su hijo elevan a nueve el número de occidentales secuestrados en el Sahel Central (que abarca Malí, Níger y Burkina Faso) tras el secuestro de una monja estadounidense de 83 años el pasado 5 de abril y la abducción del periodista francés Olivier Dubois en abril de 2021.

La inestabilidad reinante en Malí, donde diferentes facciones yihadistas se enfrentan al gobierno de Bamako y donde el bandidaje y los choques étnicos son casi rutina, ha derivado en un incremento de los secuestros a lo largo de los últimos años. Hace pocas semanas que volvió a ser noticia la monja colombiana que permaneció capturada durante cinco años por el grupo yihadista JNIM, cuando unas declaraciones del cardenal Angelo Becciu señalaron que el Papa Francisco había dado luz verde al pago de 1 millón de euros para su liberación. Pese al despliegue de diversas operaciones internacionales (Operación Barkhane, misión EUTM Malí, MINUSMA...) ninguno de los esfuerzos realizados hasta la fecha ha dado los resultados esperados. Hace diez años que una rebelión Tuareg inició una reacción en cadena que concluyó con la penetración de grupos armados yihadistas en el país, y desde entonces se han sucedido las intervenciones internacionales pero también los golpes de Estado y los ataques terroristas en ciudades y carreteras. El actual presidente de Malí, el coronel Assimi Goita, accedió al poder tras un golpe de Estado realizado con éxito en agosto de 2021.

Dificultades para Roma

El secuestro de los tres italianos se augura largo. Aunque apenas se han revelado los detalles del secuestro, se conoce que la zona donde fueron abducidos suele frecuentarla el JNIM, que lejos de ejecutar a los occidentales secuestrados puede mantenerlos con vida durante años (como fue el caso de la monja colombiana) hasta que se pague su rescate. La región de Sikasso es conocida por la mina de oro “Syama”, gestionada por la compañía australiana Resolute y con un 20% de participación del gobierno de Malí. Se calcula que las extracciones de oro anuales ascienden aquí a los 430 millones de euros.

Por otro lado, cabe a resaltar que gobierno italiano ha estrechado en los últimos meses sus vínculos con Bamako y este secuestro no podía venir en peor momento para ellos. A la apertura de una embajada italiana en diciembre de 2021, debe añadirse la mediación conjunta en el conflicto con los tuareg que llevan realizando el Gobierno italiano y la ONG Ara Pacis. La Declaración de Roma firmada por líderes tuareg en mayo de 2021 ha posicionado a Italia como uno de los países europeos con mayor presencia en Malí.

Pese a la entrada del Grupo Wagner en el país para colaborar con el nuevo gobierno en la lucha antiterrorista, sobre Malí recae desde hace meses un embargo económico decretado por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) por no convocar elecciones. Además, el país se salió recientemente de la coalición antiterrorista regional G5 Sahel, con lo que su aislamiento internacional es cada vez más acusado.