Ampliación
Finlandia y Suecia reciben la luz verde para ingresar en la OTAN
Ahora los 30 estados miembros deben ratificar este acuerdo en un proceso que puede dilatarse hasta un año
Después de que la semana pasada durante la cumbre celebrada en Madrid, Turquía levantase su veto a la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, este martes los embajadores de los países que conforman organización militar han firmado en la sede de la Alianza en Bruselas los correspondientes protocolos de adhesión. Desde 1949, la Alianza ha vivido 8 rondas de ampliación que han llevado a que los 12 miembros fundadores se hayan convertido en 30 países. Los dos últimos en adherirse a la Alianza militar habían sido Montenegro en junio de 2017 y Macedonia en marzo de 2020.
Tras la invasión de Ucrania, los dos países nórdicos han acabado viéndole las orejas al lobo y quieren estar bajo el paraguas del denominado artículo 5 de la Alianza que asegura que un ataque a uno de sus miembros supone una agresión a todos ellos. El uno para todos y todos para uno. “Hoy es un buen día para Suecia y Finlandia y un buen día para la OTAN con 32 países alrededor de la mesa seremos incluso más fuertes”, ha declarado el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg.
Aunque en un principio se esperaba que el ingreso de estos dos países pulverizase récords de rapidez, el veto turco ha acabado dilatando los plazos. Si bien, tal y como ha remarcado Stoltenberg, tan solo han pasado siete semanas desde que los dos países formalizasen sus deseos de ingresar en la OTAN, lo que constituye el proceso más rápido de todos los que han tenido lugar hasta el momento.
La semana pasada Ankara dio luz verde después de que los dos países se comprometieran a estrechar el cerco contra los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado un grupo terrorista, así como a poner en marcha un acuerdo de extradición para los acusados de terrorismo. Los tres países firmaron la semana pasada en Madrid un memorándum con estos compromisos.
Pero los trámites no terminan aquí. Después debe ser cada miembro de la Alianza el que complete el proceso de ratificación según su ordenamiento jurídico. En el caso de Reino Unido, no se requiere el voto de la Cámara de los comunes, pero EE UU exige la aprobación de dos tercios en el Senado. No hay plazos claros estipulados para esta fase que puede durar desde cuatro meses a un año. Stoltenberg no ha querido este martes dar números concretos, pero ha hablado de meses. Durante este lapso de tiempo, Ankara puede seguir vetando este proceso de ratificaciónsi considera que las promesas de Finlandia y Suecia no se cumplen.
Precisamente estas dudas son las que han acaparado parte de la rueda de prensa en la que han participado los titulares de Exteriores de los dos países, tras la ceremonia de la firma. El mandatario turco Recep Tayyip Erdogan aseguró la semana pasada en Madrid que Suecia se había comprometido a la extradición de 73 sospechosos de terrorismo y que esta era una de las condiciones para que Turquía completase ahora el proceso de ratificación.
La ministra sueca ha negado que en el documento firmado la semana pasada exista esta condición, pero ha reiterado su compromiso de luchar contra el terrorismo. “En cuanto a las peticiones de extradición seguirán los cauces habituales según nuestra legislación y serán los tribunales los encargados de tomar las decisiones Así ha sucedido durante los últimos años y seguirá sucediendo este año, pero no habrá otras maneras que las que ya tenemos”, ha intentado zanjar Ann Linde.
Una vez todos los miembros de la Alianza han dado su correspondiente luz verde, deben notificarlo a EE UU, el país depositario del Tratado de Washington. Es entonces cuándo el secretario general invita a los nuevos países a acceder a la organización militar y estos quedar amparados bajo su paraguas. De momento, Finlandia y Suecia tienen tan solo el estatus de invitados a la organización, pero ya han comenzado a participar en las reuniones de tipo técnico.
“Finlandia y Suecia harán importantes y sólidas contribuciones a nuestra Alianza. Nuestras fuerzas pueden trabajar juntas. Las hemos entrenado, realizado maniobras y servido juntas durante años. Defendemos los mismos valores y afrontamos los mismos retos en el Mar Báltico y más allá”, ha asegurado el secretario general.
A pesar de su declarada neutralidad durante décadas y del giro dado en sus respectivas opiniones públicas en apenas unas semanas, lo cierto es que los dos países nórdicos habían ido acercándose paulatinamente a la organización militar en las últimas décadas. Finlandia y Suecia se incorporaron a la UE en 1995 y también aprovecharon la ocasión para profundizar su relación con la Alianza. En 1994 se unieron al Programa de Paz de y desde entonces han enviado tropas a Afganistán, Irak y Kosovo, aparte de haber participado en las maniobras militares de la organización
Aunque Finlandia y Suecia hayan sido dos países neutrales, esto no significa que no cuenten con importantes efectivos militares que a partir de ahora pueden poner a disposición del resto de los socios. Suecia posee la cuarta fuerza aérea militar más importante del mundo y la isla de Gotland, un gran enclave estratégico en medio del Mar Báltico a tan sólo doscientos kilómetros de Estonia, Letonia y Lituania. Además, las nuevas fronteras de la OTAN ( Finlandia comparte 1.300 kilómetros con Rusia) acercarán a la Alianza tanto a la ciudad rusa de San Petersburgo como a las fuerzas nucleares en la Península de Kola.
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