Panafricanismo

Este es Muhoozi Kainerugaba, el general ugandés que ofreció 100 vacas a Georgia Meloni

El primogénito del Presidente de Uganda cobra cada vez una mayor importancia en África, pese a sus polémicas declaraciones

Muhoozi Kainerugaba posa con miembros de las Fuerzas Especiales ugandesas.
Muhoozi Kainerugaba posa con miembros de las Fuerzas Especiales ugandesas.AP/SIPAAP/SIPA

Hasta hace menos de un mes, pocos en África habrían sabido decir quién es el General Muhoozi Kainerugaba, e incluso hoy habrá varios miles de millones en el mundo que no sean capaces de pronunciar su nombre. El primogénito del que ha sido Presidente de Uganda desde 1986 era entonces el militar perfecto: austero, discreto, excelente estratega con un cúmulo de victorias colgándole de la pechera. Luego llegó el 4 de octubre de 2022 y su nombre se grabó en los labios de todo África Oriental, cuando Muhoozi publicó una serie de tweets halagando al ejército ugandés y asegurando que podrían tomar Nairobi, capital de Kenia, en apenas dos semanas. Aunque poco después eliminó los tweets y su padre le arrebató como castigo por estas declaraciones el puesto de Comandante en Jefe de la Fuerzas Armadas de Uganda(puesto en el que llevaba desde junio de 2021), Muhoozi ya había caminado sus primeros pasos en la Historia de África. Y parece decidido a caminar muchos más.

Educado para ser el mejor

Muhoozi nació hace 48 años en Tanzania y puede que sea el presidente de Uganda en un futuro. Su formación escolar y militar le ha llevado a estudiar en los centros más prestigiosos de Kenia, Uganda, Sudáfrica, Egipto y Reino Unido. Incluso participó en un curso del United States Army Command and General Staff College, centro militar donde estudiaron históricas figuras de la guerra como pueden serlo Eisenhower, Patton, MacArthur o Schwarzkopf. No cabe duda de que su educación es exquisita, fuera del alcance incluso de la mayoría de los occidentales.

Su carrera militar le llevó a participar y dirigir operaciones como la “ofensiva Garamba” en República Democrática del Congo, cuyos resultados fueron relativamente exitosos pero que tampoco terminaron en un fracaso. Fue el máximo dirigente de las Fuerzas Especiales ugandesas entre 2008 y 20017, y otra vez entre 2020 y 2021. Aunque ha sido acusado en repetidas ocasiones de beber más alcohol de la cuenta, teniendo en cuenta que las leyes ruandesas prohíben tajantemente que los militares beban “tanto dentro como fuera del servicio”, esto no quita que Muhoozi tenga una multitud de seguidores en Uganda. Sólo en Twitter le siguen más de 638.000 personas, más de las que siguen en conjunto a Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado. Su voz, por tanto, llega a millones en su propio país, a decenas de miles fuera de él. Y los números crecen a cada día que pasa.

El Proyecto Muhoozi

El plan de Muhoozi está claro. Está tan claro que tiene un nombre para su plan, conocido por amigos y enemigos como el “Proyecto Muhoozi”. El primer paso ya está conseguido, que es el de controlar en las sombras (y de facto hasta su reciente destitución) las Fuerzas Armadas de su país. El siguiente paso sería sustituir a su padre en la presidencia de Uganda, una posible realidad desde que su padre ha sido acusado en repetidas ocasiones de ganar de forma fraudulenta las elecciones ocurridas entre 1986 y hoy. A la sucesión de su padre es a lo que se conoce como “Proyecto Muhoozi”, aunque el plan del joven general va mucho más allá. Uganda se queda pequeña para este hombre inteligente y ambicioso.

Es inteligente y ambicioso. Muhoozi mantiene excelentes relaciones con representantes de Estados Unidos, Corea del Sur e Inglaterra. En numerosas ocasiones ha expresado su intención de trasladar el modelo de Seúl a la capital ugandesa, Kampala, y sus elogios dirigidos al rey Carlos III son habituales. Pero es inteligente y ambicioso. Tampoco deja pasar una oportunidad para nombrar la valentía de Vladimir Putin, la fortaleza de Corea del Norte o el gusto para los negocios de los países árabes. Hace pocos meses incluso llegó a ofrecer un regalo de 100 vacas a Georgia Meloni, cuando su indiscutible olfato le llevó a adivinar que ella ganaría las próximas elecciones presidenciales de Italia.

Muhoozi ve próximo el momento en que el sistema amañe las elecciones a su favor, si no consigue realmente el apoyo popular que diríase que está empezando a ganar, y no parece que tenga interés en buscarse enemigos antes de tiempo. Muhoozi, con su sonrisa de Casanova (le gusta alardear de su éxito entre las mujeres africanas, aunque tampoco deja de asegurar una fidelidad incondicional a su esposa) y su uniforme de cuatro estrellas, ha incluido en su plan una lista de amigos ilustres. Tanto es así que Paul Kagame, presidente de Ruanda y uno de los hombres más poderosos de África, recibe el cariñoso trato de tío por parte de Muhoozi. Muhoozi ha servido de intermediario entre Uganda y Ruanda por cada una de las crisis ocurridas entre ambos países, y cada una de las veces ha regresado victorioso a casa.

Estados Unidos de África del Este

Muhoozi estira los dedos y procura tocar la grandeza. Él mismo se ha calificado en varias ocasiones de “Gandhi africano” y de “modo mkuu” un término suajili que se refiere a los hombres de “gran corazón” que han marcado la Historia con su paso. Y su marca en la Historia, en su propia opinión y la de sus seguidores, será la de unificar Uganda, Sudán del Sur, Kenia, Ruanda, Burundi, República Democrática del Congo y Tanzania en un único país, nombrado por sus teóricos como los Estados Unidos de África del Este. Muhoozi, evidentemente, sería el padre y líder de esta nueva nación.

La idea de unificar los países del este africano en una gran nación no es novedad, ya que numerosos políticos e intelectuales del continente han criticado desde las independencias el sistema de fronteras basado en las fronteras coloniales dibujadas previamente por Europa. La idea, aunque romántica, no deja de ser difícil de conseguir debido a las enormes diferencias económicas entre algunos de los Estados que la integrarían (como Kenia y Burundi), mientras la población local apenas si tiene una mínima idea del concepto. En cualquier caso, todavía no se ha generado un debate social que permita siquiera dar los primeros pasos hasta su consecución, y pocos de quienes sueñan con esta idea parecen cómodos ante la perspectiva de ser gobernados por Muhoozi.

¿Quién es Muhoozi? Es un ugandés nacido en Tanzania, un niño de papá, un guerrero victorioso, un tipo ambicioso e inteligente, un influencer africano, un soñador, un panafricano que una vez dijo: “¡África del Este debe ser una! Debemos ser una desde el Océano Índico hasta el Atlántico, y todo el que opine lo contrario será un traidor a África”. Es un hombre que amenazó con invadir Kenia y que se retractó ofreciendo al actual Presidente del país, William Ruto, que fuera su vicepresidente en este hipotético Estados Unidos de África del Este que, tomando en cuenta las palabras del propio Muhoozi, llegaría hasta África del Oeste. Es un hombre de gran corazón por propia denominación, un genio, un loco, un peligro para los intereses de muchos poderosos. Es Muhoozi Kainerugaba: un misterio a gritos que todavía nos sorprenderá en los años que vengan.