Refugiado
La verdadera historia de Mehran Karimi Nasseri, el iraní que vivió en un aeropuerto de París e inspiró la película “La Terminal”´
El pasado sábado sufrió un infarto y murió en los pasillos del Charles de Gaulle, que abandonó en 2006 y al que había regresado hace unos meses
Parece que el destino ya lo había previsto. El iraní Mehran Karimi Nasseri, que durante 18 años había vivido en el aeropuerto Charles de Gaulle de París y cuya historia inspiró la película “La Terminal”, dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Hanks, murió el sábado en el mismo aeropuerto en el que pasó gran parte de su vida y al que en algún momento llegó a considerar un hogar.
Nasseri falleció en la Terminal 2F alrededor del mediodía de un paro cardiaco, según informaron las autoridades aeroportuarias parisinas. La policía y un equipo médico lo atendieron, pero no lograron salvarle la vida.
El ianí, de 76 años, vivió en la Terminal 1 del aeropuerto de 1988 a 2006, primero sumido en un limbo legal porque no tenía los documentos necesarios para poder entrar al país y después, cuando ya se habían solucionado los temas burocráticos, se quedó por decisión propia. Se instaló en un banco de sky rojo, hizo amistades con los empleados del aeropuerto, que lo cuidaban y hacían regalos, y se aseaba en las instalaciones del personal aeroportuario. Nasseri escribía un diario y pasaba el día leyendo revistas y observando a los pasajeros en tránsito. Con el tiempo se fue convirtiendo en una celebridad y fue conocido como Lord Alfred.
Cuando llevaba 11 años en la Terminal, le dijo a Associated Press que estaba a punto de abandonar el aeropuerto. De aspecto frágil, poco pelo, ojos hundidos, mejillas demacradas y fumando en pipa esperaba un pasaporte o una visa que se lo permitieran.
Hijo de padre iraní y madre británica, Nassari nació en 1945 en Soleiman, una zona de Irán bajo jurisdicción británica. Salió de su país para estudiar en Inglaterra en 1974. Cuando regresó, contó, fue encarcelado por protestar contra el sha y fue expulsado sin pasaporte. Por ello, solicitó asilo político en varios países de Europa. La ACNUR en Bélgica le otorgó credenciales de refugiado, pero Nasseri dijo que le robaron el portafolio que contenía el certificado de refugiado en una estación de tren en París. En realidad, quería la ciudadanía británica a toda costa, rechazó la oferta y prefirió continuar en el aeródromo parisino.
Poco después fue arrestado por la policía francesa, pero al no poder deportarlo por no tener documentos oficiales acabó en el aeropuerto Charles de Gaulle, en el que fue abandonado en agosto de 1988. Y allí se quedó hasta 2006. Los errores burocráticos y las leyes de inmigración europeas cada vez más estrictas lo mantuvieron en un limbo legal durante años. Tras varios años de gestiones administrativa se le concedió un visado francés en 1999, aunque continuó viviendo en el aeropuerto, en un habitáculo bajo unas escaleras mecánicas.
Su historia inspiró a Steven Spielberg para rodar “La Terminal”, que se estrenó 2004, cuando Naseri todavía vivía en el Charles de Gaulle. El iraní recibió 250.000 dólares por los derechos de la película, que incluía mucha más ficción que realidad. Otras películas inspiradas en su vida fueron la francesa “Lost in Transit” y una ópera llamada “Flight”.
En 2006 tuvo un problema de salud que obligó a hospitalizarlo y después fue trasladado a un albergue de París. Con el dinero que consiguió por la película, se mudó a un hotel.
Hace pocas semanas, Nasseri regresó a los pasillos del Charles de Gaulle, donde paseaba con su carrito y sus escasas pertenencias. Hasta el pasado sábado, en el que su corazón le falló.
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