Elecciones
Brasil acude armado al duelo entre Bolsonaro y Lula
La tenencia de armas se ha multiplicado por cinco en el mandato de Bolsonaro en un país con un alto índice de homicidios por arma de fuego mientras Lula aspira a la victoria en primera vuelta
La fuerte polarización entre Bolsonaro y Lula, la violencia durante la campaña y el incremento del 476% de la tenencia de armas han provocado que tres de cada cuatro brasileños tengan miedo a sufrir un ataque por motivos políticos en esta última semana de campaña.
El expresidente Lula da Silva, favorito en los sondeos con un 48% de los votos frente al 31% de Bolsonaro según la última encuesta de Ipec, llamaba a los 156 millones de electores brasileños al “voto útil” para poner fin a la crispación política y la inseguridad en un evento con artistas e intelectuales la noche del lunes: “Estoy feliz porque estoy vislumbrando la posibilidad de que la democracia esté volviendo a este país, que las personas vuelvan a salir a las calles, que puedan vestir como quieran sin ser molestadas”. Lula aspira a la victoria en primera vuelta tras aumentar ligeramente su ventaja los últimos días.
Brasil encara fuertemente armado el duelo entre Lula y Bolsonaro de este domingo, una batalla electoral que no se pudo vivir en 2018 debido a las condenas a Lula por corrupción de las que fue absuelto a finales de 2019 tras pasar 19 meses en prisión. El número de cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas de armas registrados en Brasil se ha multiplicado por cinco desde la llegada de Bolsonaro al poder en enero de 2019, hasta llegar a 673.818 inscritos en junio. El arsenal de los brasileños se ha triplicado y ya supera el millón de armas, desde pequeñas pistolas a fusiles de gran potencia de fuego. Bolsonaro mantiene la incógnita sobre si aceptará el veredicto de las urnas tras sus acusaciones sin pruebas de fraude: “Voy a esperar a los resultados”.
Ante las críticas por sus 40 decretos de flexibilización de la tenencia de armas, el mandatario ultraderechista defiende que ha cumplido su promesa electoral de facilitar el acceso a armas de diferentes calibres. “Un pueblo armado jamás será esclavizado”, sostiene con frecuencia Bolsonaro. Durante el primer debate electoral a finales de agosto, el candidato de centro-izquierda Ciro Gomes, tercero en los sondeos con solo el 6% de los apoyos, trató de aprovechar la preocupación de los brasileños por la seguridad. Gomes considera que “esa laxitud pone fin a la regulación del ejército sobre la detección de armas”: “Solo sirve para reforzar las milicias”.
Bolsonaro defiende su política sobre armas recordando que durante su mandato han disminuido los asesinatos en Brasil. Pese al drástico incremento de la tenencia de armas en Brasil, la tasa de homicidios durante el mandato de Bolsonaro ha bajado a 18,5 por cada 100.000 habitantes, lejos de los 30,3 asesinatos por cada 100.000 habitantes durante los gobiernos de Lula y su compañera de partido Dilma Rousseff. La reducción de los asesinatos durante el mandato de Bolsonaro ha supuesto 16.900 muertos menos cada año en comparación con los ejecutivos de Lula y Rousseff. Pese a la importante reducción, Brasil tiene una proporción de homicidios cometidos con arma de fuego del 76%, uno de los mayores del mundo.
Los civiles en Brasil han comprado más de 1.300 armas por día en los cuatro años de mandato de Bolsonaro, de acuerdo a los estudios del Instituto Soy de Paz. “Hoy tenemos un verdadero ejército de civiles armados y esa situación es muy preocupante”, sostiene a la BBC su directora Carolina Ricardo. Ricardo alerta que están aumentando los feminicidios y las muertes con armas por motivos banales como discusiones de tráfico.
Pese a la reducción de los asesinatos, los expertos señalan que la flexibilización de la tenencia de armas no es una de las causas y que las cifras venían bajando antes de la llegada de Bolsonaro al poder debido a diversos factores como las nuevas políticas de seguridad en algunos estados y una menor conflictividad entre bandas criminales. Dos simpatizantes de Lula fueron asesinados durante la campaña por seguidores de Bolsonaro. Los brasileños acudirán a las urnas este domingo con la inseguridad, el desempleo y la inflación anual del 7,9% como principales preocupaciones. El candidato del Movimiento Democrático Brasileño, Simone Tebet, tampoco ha logrado consolidar una tercera vía como alternativa a Bolsonaro y Lula al obtener en los sondeos solo el 5% de respaldo.
A pocos días de las elecciones presidenciales más polarizadas y violentas de las últimas décadas en el país más grande de Sudamérica, Lula y Bolsonaro mantienen sus duros ataques. Lula recibió el apoyo de artistas, famosos e ‘influencers’ a los que prometió “reconstruir un país devastado por el presidente”: “¡Vamos a sacar a ese genocida del Palacio Planalto!”.
Lula cargó duramente contra Bolsonaro calificándolo de “incompetente” e “inhumano” en un auditorio cerca del Sambódromo de São Paulo. Bolsonaro ha planteado las elecciones del domingo como una elección “entre el bien y el mal”. Lula ha calificado a Bolsonaro de “genocida” por su polémica respuesta a la pandemia. El ex presidente brasileño (2003-2010) sostuvo que en estas elecciones está en juego “la democracia contra el fascismo”.
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