Narcos

Ovidio Guzmán fue detenido durante un control de tráfico y trató de escaparse mostrando su identidad

El hijo de El Chapo advirtió de quién era para que le dejasen suelto pero la Guardia Nacional prosiguió con su arresto. Fue allí cuando empezó la batalla sin cuartel entre el narco y el Ejército mexicano

Miembros del Ejército mexicano patrullan hoy, un día después de los enfrentamientos de las Fuerzas Federales con grupos armados tras la detención de Ovidio Guzmán, en la ciudad de Culiacán, estado de Sinaloa (México)
Miembros del Ejército mexicano patrullan hoy, un día después de los enfrentamientos de las Fuerzas Federales con grupos armados tras la detención de Ovidio Guzmán, en la ciudad de Culiacán, estado de Sinaloa (México)Juan Carlos CruzAgencia EFE

Tras labatalla de más de 12 horas entre los sicarios del Cártel de Sinaloa y militares mexicanos el jueves por la detención deOvidio Guzmán, hijo del famoso narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Culiacán, Jesús María y otras ciudades del estado de Sinaloa amanecieron este viernes en una tensa calma. “Existen las condiciones para regresar a las actividades habituales; aún así se pide que si van a circular con sus vehículos lo hagan con los vidrios abajo, si tienen polarizado”, informaba el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda.

Pese a la llamada a la calma de Castañeda después de pedir a los sinaloenses durante toda la jornada del jueves que “no salieran de sus casas salvo necesidad”, los militares mexicanos patrullaban desde primera hora del viernes “el centro y diferentes puntos de Culiacán” en “recorridos preventivos”. Mientras las autoridades mexicanas siguen “trabajando” en los 19 “puntos que fueron bloqueados” en varias zonas de este estado al noroeste de México, Castañeda ha animado a “reabrir tiendas y comercios”. Tras ser suspendidas el jueves por la guerra que se desató en Sinaloa tras la segunda detención de Ovidio Guzmán, las actividades escolares y laborales se han reanudado la mañana del viernes.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha afirmado en su conferencia de prensa matinal que “se está haciendo todo” para que Culiacán, capital de Sinaloa, recupere la normalidad. El mandatario también ha defendido la actuación de las fuerzas de seguridad que se saldó con 29 muertos, 10 de ellos militares y 19 integrantes del Cártel de Sinaloa, 35 heridos y 21 detenidos en un operativo que desplegó a 3.586 militares: “Se actuó de manera responsable para cuidar a la población”. El ministro de Defensa, el general Luis Crescencio Sandoval, ha subrayado que ningún “civil inocente” resultó herido durante el operativo.

Pese a los intentos por volver a la rutina, la Agencia Federal de Aviación Civil de México ha informado que el aeropuerto de Culiacán “permanecerá cerrado el día de mañana a las operaciones comerciales” y 102 vuelos han sido cancelados en diferentes aeropuertos de Sinaloa. Varias aerolíneas han informado que sus vuelos desde y hacia Culiacán se verán afectados después de que un avión en Culiacán con destino Ciudad de México fuese atacado con varios disparos en el momento del despegue. Tras el ataque, los pasajeros se tiraron al suelo para protegerse de las balas mientras la aeronave ralentizaba su paso y se cancelase el trayecto.

Tras seis meses de “trabajos de inteligencia”, Sandoval detalló que el ejército mexicano y la Guardia Nacional dieron el alto en la localidad Jesús María al coche donde iba Ovidio Guzmán, alias “El Ratón” por su pericia para escapar de las autoridades. Guzmán, quién se sentía libre en Culiacán donde paseaba con tranquilidad según reportan medios locales, presumió de su identidad al ser interceptado su vehículo con la intención de que lo dejasen en libertad. Sin embargo, los militares se negaron y los narcotraficantes comenzaron a dispararles. Así comenzó una batalla campal en las calles de Jesús María, Culiacán y otras ciudades de Sinaloa.

Pesadilla en Sinaloa

Los vecinos de Sinaloa vivieron horas de peligro y angustia entre tiroteos y narco-bloqueos con vehículos en llamas. “Para dimensionar el tamaño de la respuesta del crimen organizado hoy en Sinaloa: 250 vehículos robados en un lapso de 12 a 14 horas. De 17 a 20 por cada hora, 1 cada tres minutos aproximadamente. ¿Cuánta gente se necesita para hacer algo así?”, se preguntaba el director del medio Noroeste, Adrián López. Marcos Vizcarra, reportero de Sinaloa, sufrió en sus propias carnes la violencia del narco este jueves: “Estoy dentro de un hotel al norte de Culiacán. Hace unas tres horas me quitaron mi carro y me puse a resguardar aquí. Los armados entraron al Hotel Two y están amenazando a clientes para que les den sus llaves de carros. Hay gritos y llantos”.

Pulso al Estado como en 2019

La guerra desatada por el narco en Sinaloa era un intento para lograr la liberación del hijo de El Chapo, como ocurrió en octubre de 2019 en el conocido como ‘Culiacanazo’ que dejó 8 muertos, 16 heridos y 47 reos fugados de prisión. Ante la amenaza de asesinar a población civil del Cártel Los Chapitos, una facción del Cártel de Sinaloa, las autoridades mexicanas se vieron obligadas de poner en libertad a Ovidio Guzmán horas después de su primer arresto.

Tras una jornada de duros enfrentamientos con grupos de militares peinando las calles de varias localidades sinaloenses, Guzmán fue trasladado a Ciudad de México, puesto a disposición de la Fiscalía y enviado a la prisión de máxima seguridad El Altiplano, de la que su padre se fugó el 11 de julio de 2015 a los 58 años por un túnel de más de 1,5 km donde le esperaba una pequeña moto.

Visita de Biden

La recaptura de Ovidio Guzmán se produce pocos días antes de la llegada a México del presidente de EE UU, Joe Biden, para la Cumbre de Líderes de América del Norte entre México, EE UU y Canadá prevista entre el 9 y 11 de enero. AMLO ha asegurado que México ha actuado “con autonomía”. El ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, ha descartado que el arresto tenga relación con la visita de Biden y ha enfriado la posibilidad de una rápida extradición a EE UU: “Se deben seguir los procedimientos”.

El ex jefe de operaciones de la Administración de Control de Drogas de EE UU (DEA), Mike Vigil, explicó que la detención del hijo de El Chapo es importante porque “era muy activo en todas las actividades del cártel” y nunca dejó el negocio de la producción del fentanilo. AMLO ha celebrado que “afortunadamente” no ha habido “incidentes en las últimas horas” en Sinaloa. Tras el “Culiacanazo” en 2019 que supuso un fuerte desgaste para AMLO y duras críticas a su política contra el narco de “abrazos y no balazos”, el arresto de Ovidio Guzmán debilita al Cártel de Sinaloa y pone fin a la impunidad que sentía en Sinaloa el hijo de El Chapo Guzmán, ahora preso en Estados Unidos en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence en Colorado.