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Donald Trump acusa a la "izquierda radical" del asesinato de Charlie Kirk y lo declara "mártir de la América moderna" en un comunicado oficial
El expresidente responsabiliza a la retórica izquierdista por el magnicidio del fundador de Turning Point USA, ocurrido en un campus de Utah, y promete perseguir judicialmente a quienes financien la violencia política
En un comunicado oficial difundido a través de la cuenta oficial de X de la Casa Blanca, el presidente Donald Trump acusó a la "izquierda radical" de ser directamente responsable del "asesinato atroz" de Charlie Kirk, el fundador del grupo conservador Turning Point USA, ocurrido en un campus universitario de Utah. Trump calificó a Kirk de "mártir de la América moderna" y de "patriota que dedicó su vida al debate de buena fe y al país que tanto amaba". El mandatario aseguró que el tiroteo es la "trágica consecuencia de demonizar a aquellos con los que se está en desacuerdo día tras día, año tras año, de la manera más odiosa y despreciable posible".
El comunicado, dirigido a sus "queridos compatriotas americanos", describió a Kirk como un hombre que "inspiró a millones" y que "luchó por la libertad, la democracia, la justicia y el pueblo estadounidense". Trump enfatizó el papel de la víctima como un líder que "viajó por la nación, debatiendo con alegría con todos los interesados" y cuya misión era "incorporar a los jóvenes al proceso político". El presidente también destacó la "fe profunda" de Kirk, afirmando que "ahora está en paz con Dios en el cielo", y extendió sus oraciones a su esposa, Erica, sus dos hijos pequeños y toda su familia.
Una retórica incendiaria y sus consecuencias
El núcleo del mensaje de Trump es una condena furibunda a la retórica utilizada por sus oponentes políticos. El presidente sostuvo que durante años, "la izquierda radical han comparado a americanos maravillosos como Charlie con nazis y los peores criminales y asesinos en masa del mundo". Afirmó de manera categórica que "este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que vemos en nuestro país hoy" y sentenció que "debe parar ya mismo". Esta acusación sitúa el asesinato no como un hecho aislado, sino como el episodio más reciente de una ola de violencia política que, según su relato, alimenta la izquierda.
En un tono de firmeza ejecutiva, Trump advirtió que su administración "encontrará a todos aquellos que contribuyeron a esta atrocidad y a otra violencia política, incluyendo las organizaciones que la financian y apoyan". Esta amenaza de acciones judiciales parece apuntar no solo al presunto autor material, sino también a think tanks, medios de comunicación y figuras públicas opositoras. El comunicado traza una línea directa que conecta este evento con otros episodios de violencia política, como el atentado contra su vida en Butler, Pensilvania, los ataques a agentes de ICE (Control de Inmigración y Aduanas), el asesinato de un ejecutivo sanitario en las calles de Nueva York y el tiroteo del congresista Steve Scalise, culpando a todos ellos del mismo ecosistema de "izquierda radical".
El presidente concluyó su mensaje con un llamado a la unidad nacional en torno a "los valores americanos por los que Charlie Kirk vivió y murió", enumerándolos como "la libertad de expresión, la ciudadanía, el Estado de derecho y la devoción patriótica y el amor de Dios". Trump aseguró que, aunque un asesino intentó silenciarlo con una bala, fracasó, prometiendo que "juntos, aseguraremos que su voz, su mensaje y su legado vivirán por incontables generaciones por venir".