Tensión
La visita del pacifista Ma a China "para mejorar el clima a ambos lados del estrecho" irrita a los taiwaneses
Taipéi califica de "lamentable" la visita del ex presidente porque legitima la política agresiva de Xi Jinping
El ex presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, llegó el lunes a China en la primera visita a través del estrecho de un líder en activo o retirado de la isla en más de siete décadas, un viaje que el partido gobernante de Taipéi calificó de "lamentable". Ma se embarcó en el histórico periplo, en medio del enfado de la opinión pública por la pérdida de Honduras como aliado diplomático de Taipéi en favor de Pekín, y coincidiendo con el viaje de alto nivel que Tsai Ing-wen, actual mandataria, realizará esta semana a Estados Unidos y Centroamérica.
Se trata del primer dirigente taiwanés que visita la China continental desde que, derrotado por los comunistas, el Kuomintang huyera a Taiwán en 1949. La visita se produce un día después de que Honduras, aliado diplomático de Taiwán desde hace 82 años, cambiara su reconocimiento formal a Pekín, prometiendo "que el gobierno de la República Popular China representa a la nación en su totalidad", o lo que la parte continental denomina el "principio de una sola China".
Pekín considera a Taiwán una provincia separatista y se opone a que la isla autogobernada establezca lazos formales con cualquier Estado soberano. La medida del país centroamericano ha dejado a Taiwán con sólo 13 aliados diplomáticos.
Con todo, un puñado de manifestantes independentistas ondearon pancartas y corearon eslóganes cuando Ma se disponía a embarcar en su vuelo. "Cuando el mundo condena a China por robarnos una vez más a nuestro aliado, ¿cómo es posible que un ex presidente como él visite al régimen autocrático y le ofrezca su lealtad?,¿Es un mendigo?", gritaron.
El ministro, nació en Hong Kong en 1950. Durante su administración, las economías de Taiwán y China se acercaron considerablemente. Ma sucedió a Chen Shui-bian, del Partido Democrático Progresista (PDP). Los turistas chinos inundaron Taiwán y las empresas acudieron en masa a la isla, y este negoció un controvertido acuerdo comercial con Pekín en 2014.
Pero el pacto comercial propuesto desencadenó protestas masivas, conocidas como Movimiento Girasol, en las que participaron más de 200.000 manifestantes y el Parlamento de Taiwán estuvo ocupado durante 24 días. Las protestas marcaron un punto de inflexión en la historia de Taiwán y allanaron el camino para la aplastante elección de Tsai en 2016.
En esta misión particular y un intento de reescribir su legado político. Visitará además de Shanghái, Nanjing, Wuhan, Chongqing y Changsha, según informó su oficina la semana pasada.
El programa de 12 días no incluye reuniones oficiales, según su oficina, y se centrará en rendir homenaje a sus antepasados y promover los intercambios entre los jóvenes. Cabe destacar que se ha abstenido de cualquier implicación política de su visita, afirmando que no visitará Pekín ni se reunirá con Xi Jinping. La última vez que se entrevistó con Xi fue en Singapur en 2015, poco antes del final de su segundo mandato como presidente taiwanés.
"Espero mejorar la atmósfera a ambos lados del estrecho a través de las entusiastas interacciones de los jóvenes, para que la paz pueda llegarnos antes y más rápido", declaró el mandatario de 73 años en el aeropuerto antes de su partida.
En un comunicado emitido el lunes, el Partido Democrático Progresista (PDP) de la presidenta Tsai Ing-wen acusó a Ma de "respaldar" con su visita la política de Pekín hacia Taiwán. “Deberíamos estar más unidos... pero es lamentable que el KMT esté con los comunistas chinos y el ex presidente Ma haga caso omiso de la desaprobación pública para visitar China en este momento", afirmó el partido.
Asimismo, la presidenta taiwanesa planea visitar Guatemala y Belice y hacer escala en Estados Unidos. La administración Biden ha recordado a Pekín que las paradas de Tsai en Nueva York y California no son oficiales, sino meras paradas técnicas. El viaje comenzará el 29 de marzo y durará 10 días y nueve noches, según la Agencia Central de Noticias del gobierno taiwanés. Se trata de un "Viaje de la Asociación Democrática para la Prosperidad Común", según el organismo.
Taiwán y China se separaron en 1949 tras una guerra civil ganada por el Partido Comunista, y el derrotado partido nacionalista Kuomintang (KMT) huyó a la isla. Ma es un alto dirigente del KMT, que actualmente se sienta en la oposición en Taiwán y aboga por unos lazos más cálidos con China, pero niega ser pro-Pekín.
Taiwán celebrará elecciones presidenciales el año que viene, en las que el KMT y el DPP son los principales aspirantes al cargo.
Bajo el mandato de Tsai, la sucesora de Ma, Pekín ha intensificado la presión militar, económica y diplomática sobre el territorio, despojando a nueve de sus aliados y dejando sólo 13 países que reconocen diplomáticamente a la isla.
En los últimos años, las relaciones entre China y Taiwán se han deteriorado considerablemente. Las tensiones aumentaron especialmente tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el año pasado. China respondió con pruebas de misiles y maniobras militares, simulando un bloqueo naval y aéreo y la conquista de Taiwán. China también reaccionó airadamente al reciente viaje de la ministra alemana de Educación, Bettina Stark-Watzinger, a Taipei.
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