Barra libre de asesinatos y cuerpos profanados: el problema de que la gente ya no se informe de la guerra por medios convencionales

La guerra en Gaza ha supuesto la consolidación definitiva de las Telegram y Twitter como los principales medios a través de los que los periodistas cubren un conflicto bélico, pero también la vía por la que consumen la cobertura gran parte de los ciudadano.

Con esta esperable evolución en el panorama mediático mundial, la televisión ha cedido su protagonismo y lugar de preferencia para informarse a estas plataformas.

Los vídeos que en los últimos días han estado compartiéndose sin parar de combatientes de Hamás disparando su rife contra civiles israelíes o los automóviles en los que huyen han sido vistos en más de un millón de veces en Twitter.

El material de imagen y sonido que circula desde el domingo en redes sociales, con escenas cruentas y duras a las que antes no accedía el ciudadano medio, han transformado la cobertura informativa de la guerra que libra Israel contra los grupos palestino propalestinos en la Franja.

Se cuenta por miles también las imágenes gráficas, la mayoría de alto contenido violento, que están circulando libremente en estas plataformas digitales: cadáveres siendo profanados; mujeres israelíes en el lugar en el que permanecen secuestradas, y hasta asesinatos indiscriminados.

Fotografías sin censurar que muestran los cuerpos sin vida de los habitantes israelíes de un kibutz israelí cercano a la frontera de Gaza han sido compartidas decenas de miles de veces.

Incluso, una grabación de audio que recoge los desgarradores gritos de ayuda de una joven israelí mientras era secuestrada arrastras de su hogar se han compartido 50.000 veces únicamente en Twitter.

Una estrategia antigua que nació con el ISIS y Al Qaeda

Esta clase de material ha invadido las redes sociales desde que Hamas lanzó un ataque transfronterizo mortal contra Israel durante el fin de semana. Según funcionarios de Hamas y expertos en redes sociales consultados por The New York Times, muchas de estas publicaciones están siendo deliberadamente difundidas por los propios terroristas del Movimiento de Resistencia Islámica para infundir temor entre la población civil, aprovechando la falta de moderación de contenido que existe en X desde que fue comprado por Elon Musk y que siempre reinó en Telegram.

Esta estrategia de dura propaganda de sus inhumanas acciones es heredera de las tácticas de grupos yihadistas como el Estado Islámico y Al Qaeda. Sin embargo, en ese entonces, las redes sociales reaccionaron a sus publicaciones cerrando cuentas vinculadas a estas organizaciones. Ahora, el problema ha resurgido con mucha fuerte y con la previsión de que se convertirá en permanente, con especial incidencia en X, donde los equipos de seguridad y moderación de contenido han disminuido drásticamente en recursos humanos y financieros desde la llegada Musk.

Mientras tanto, las organizaciones de Israel que supervisan las redes sociales en busca de discursos antisemitas y desinformación en torno al conflicto han determinado que Telegram es la principal fuente original de muchas de estas imágenes gráficas, que luego se son difundidas en Twitter para después acabar en el resto de plataformas.

Twitter, una zona de guerra más

Achiya Schatz, director de una de estas compañías, señaló al citado medio que "Twitter se ha convertido en una zona de guerra sin ética". En el pasado, su organización denunciaba cuentas falsas o contenido violento a los servicios de Twitter, y la plataforma eliminaba las publicaciones que violaban sus reglas. Sin embargo, en la situación actual, no hay nadie en la empresa con quien comunicarse, lo que ha llevado a una "pérdida total en la batalla por la información en Twitter".

En contraste, otras redes sociales como Facebook, YouTube y TikTok han respondido al eliminar imágenes gráficas y desinformación, pese a que estas empresas se están viendo abrumadas por un reguero solicitudes de este tipo.

Durante el pasado fin de semana, el equipo de seguridad la red de Musk publicó una actualización de sus políticas, anunciando la eliminación de cuentas vinculadas a Hamas y la toma de medidas en relación a decenas de miles de publicaciones.