Asia
China carga contra EE UU por neutralizar su ascenso
El ministro de Exteriores amenaza con defender sus derechos sobre Taiwán en un mundo multipolar
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, criticó ayer a Estados Unidos por intentar reprimir el ascenso de China mediante sanciones, emitió una serie de amenazas con tono beligerante para defender sus derechos históricos sobre Taiwán y reiteró el compromiso de Pekín de defender un orden mundial multipolar con socios como Rusia. Asimismo, calificó la situación humanitaria en Gaza de «vergüenza para la civilización», dejando claro que el gigante asiático está preparado para afrontar cualquier desafío que se presente en el escenario internacional.
En un encuentro con los medios durante la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional en Pekín, el veterano diplomático afirmó que, «en un complejo entorno internacional lleno de inestabilidad», se posicionará como una fuerza de paz y progreso a nivel global. Además, expresó su firme oposición a cualquier forma de hegemonía e intimidación para defender la soberanía seguridad e intereses de desarrollo del país.
Ante el aumento de la tensión en el estrecho de Taiwán en las últimas semanas, con buques guardacostas chinos patrullando cada vez más las aguas en disputa cercanas a las islas periféricas, Wang afirmó que Pekín nunca permitirá que se separe a Taiwán «de la madre patria» y advirtió a los países de todo el mundo de que no apoyen la posible búsqueda de autonomía del controvertido territorio. Aunque la independencia de Taiwán no es reconocida por la mayoría de países, estos se mantienen en contra de cualquier alteración forzada del «statu quo».
Asimismo, Pekín emitió una severa advertencia a los políticos taiwaneses que busquen esa autodeterminación, «ya que tendrán que enfrentar las consecuencias históricas de sus acciones y serán inevitablemente ajusticiados». El presidente chino ha afirmado en repetidas ocasiones que la reunificación con China continental, cuyos destinos están separados desde el final de la guerra civil china en 1949, es inevitable, incluso por la fuerza si es necesario.
China ha intensificado su campaña militar en la zona gris contra Taiwán, con el objetivo de «saturar» los alrededores con globos aerostáticos, aviones no tripulados y embarcaciones. Para contrarrestar las amenazas chinas, Taipéi ha afirmado que está trabajando en medidas para «preservar» a sus tropas en caso de guerra, aumentando la resistencia de sus infraestructuras y realizando simulacros para garantizar la supervivencia de sus fuerzas en caso de un conflicto prolongado. Además, han asegurado estar extrayendo lecciones de las guerras en curso. Al parecer, la isla está trabajando para diversificar sus sistemas de mando e incorporar armas más móviles y de largo alcance, así como inteligencia artificial, al tiempo que impulsa «conexiones» con aliados democráticos. China anunció esta semana que aumentará su gasto en defensa un 7,2% este año, alimentando un presupuesto militar que se ha más que duplicado durante los once años de mandato de Xi Jinping.
Por otro lado, la política exterior china actual muestra que se ha alineado más estrechamente con Rusia y que está intensificando su cooperación con las potencias emergentes del Sur Global y profundizando en su posición de confrontación antiestadounidense. El líder chino ha convertido a Rusia en su socio estratégico más importante. Además, está utilizando la Iniciativa del Cinturón y la Ruta y otras palancas económicas y políticas a su disposición para atraer al Sur Global a su órbita y ampliar su influencia en las Naciones Unidas.
"China y Rusia han creado un nuevo modelo de relaciones de gran potencia, que es completamente diferente de la antigua era de la Guerra Fría", afirmó Wang. "Sobre la base de la no alineación, la no confrontación y el no ataque a terceros países, continuaremos en el camino de la amistad permanente de buena vecindad y la profundización de nuestra cooperación estratégica integral con Moscú”, subrayó.
El Régimen comunista ha adoptado una postura notable en relación a la agresión rusa, al abstenerse en las votaciones de las Naciones Unidas y no condenar abiertamente la invasión. Sin embargo, a medida que la campaña militar rusa se estancaba y las perspectivas se volvían inciertas, Xi comenzó a preocuparse por su dependencia en términos de tecnología, mercados y capital, lo que lo llevó a tomar medidas para fortalecer las relaciones con Occidente, especialmente con Europa.
Pekín lanzó en 2023 una ofensiva diplomática con el objetivo de evitar ser catalogada como cómplice de Rusia en la guerra y presentarse como un mediador neutral. Para ello, Li Hui, quien previamente había sido embajador de China en Rusia, fue enviado a Kiev para reunirse con Zelenskiy. Estas acciones reflejan sus esfuerzos por equilibrar sus intereses internacionales y evitar alinearse completamente con Moscú en el conflicto, al tiempo que busca fortalecer lazos con otras regiones del mundo.
“Cuanto antes se inicien las conversaciones, antes se podrá llegar a la paz y encontrar una arquitectura de seguridad equilibrada y sostenible”, afirmó Wang Yi, añadiendo que apoya la celebración de una conferencia internacional de paz respaldada tanto por Rusia como por Ucrania.
El veterano diplomático destacó los fructíferos esfuerzos de mediación de China para lograr un alto el fuego en el norte de Myanmar y el restablecimiento de los lazos entre Arabia Saudí e Irán. En cuanto al enfoque chino de la mediación, explicó que Pekín ha aprendido tanto de las prácticas internacionales como de su propia sabiduría ancestral. Por ello subrayó que el diálogo es fundamental para la resolución pacífica de las cuestiones candentes, desde la península coreana hasta Ucrania.
Mientras prosigue la guerra en Ucrania y Oriente Próximo, el diplomático de 70 años que volvió a ocupar el cargo de ministro de Exteriores el año pasado tras la misteriosa destitución de Qin Gang, afirmó que China está presentando activamente propuestas para resolver los problemas regionales y mundiales. Sostiene que la única forma de poner fin al círculo vicioso que se extiende desde el conflicto entre Israel y Hamás es "aplicar de forma exhaustiva la solución de los dos Estados" y que apoya el establecimiento de un Estado palestino miembro de la ONU. "No poner fin a este desastre humanitario hoy, en pleno siglo XXI, es una tragedia y una desgracia para la civilización". Hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que promueva un alto el fuego inmediato y la distribución de ayuda humanitaria, y afirmó que todos los detenidos deben ser liberados y se debe poner fin a todas las acciones que perjudiquen a los civiles.
El funcionario chino lanzó una advertencia al afirmar: "Si dos gigantes como Estados Unidos y China se enredan en un conflicto, las consecuencias llegarían más allá de nuestra imaginación". Aunque destacó cierta mejora en las relaciones tras el encuentro entre los presidentes Xi Jinping y Joe Biden en California el año pasado, lamentó que persistan percepciones erróneas en Washington y que las promesas no se hayan cumplido. Con un tono de desaprobación palpable acusó a Washington de urdir tácticas destinadas a reprimir a China, dejando en entredicho la credibilidad y la confianza de la nación como actor destacado en el escenario mundial.
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