Referéndum

Chile castiga a Boric con un «No» a su Constitución

Revés constitucional: Los chilenos rechazan la nueva Carta Magna con un aplastante 62% de los votos y el presidente asegura haber oído a las urnas

El presidente chileno, Gabriel Boric, llega al Palacio de La Moneda en Santiago de Chile
El presidente chileno, Gabriel Boric, llega al Palacio de La Moneda en Santiago de ChileMatias BasualdoAgencia AP

De infarto. Así fue el recuento voto a voto en el referéndum para dirimir si los chilenos aceptaban o no la propuesta de nueva Constitución presentada por los 155 constituyentes encargados de redactarla. Pese a que las primeras mesas escrutadas en la austral ciudad de Punta Arenas daban una leve ventaja al «apruebo», avanzada la tarde y en la medida que el Servicio Electoral liberaba los cómputos, la opción del «rechazo» fue más contundente: 62% versus 38%. De hecho, la opción de no aceptar la propuesta ganó en casi todas las regiones del país, incluso aquellas consideradas de izquierda.

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Y aunque el Gobierno en un principio se mostró a favor de aprobar la propuesta, en la medida que pasaban las semanas moderaron su discurso. Pero ayer, eso les pasó factura ya que las principales coaliciones de derecha los llamó a «dedicarse a gobernar».

Fue el caso de la presidenta de Evópoli, Luz Poblete que se mostró satisfecha al saber los resultados del referéndum. «Ratificamos nuestro compromiso por una nueva y buena Constitución para Chile. Hablaron los chilenos y chilenas. Habló la sensatez y la unidad. Los chilenos quieren diálogo y paz, no quieren ideologizar a Chile, porque Chile es uno solo. La reivindicación de la política tiene que ser ahora y por eso hay que ponerse a trabajar. El Gobierno se dedicó a hacer campaña y los chilenos les dicen que tienen que empezar a gobernar».

Para el portavoz de la agrupación de centro y centro izquierda «Amarillos por Chile», Cristian Warnken, el triunfo del «rechazo» da cuenta que la propuesta no era lo que los chilenos esperaban. «La soberbia ha sido derrotada. Ha sido derrotada la intolerancia, el fanatismo y el espíritu refundacional. Gracias Chile. Ahora, es la clase política la que tiene que estar a la altura de lo que el pueblo de Chile quiere», indicó.

El senador de Renovación Nacional (RN) Francisco Chahuán se mostró conforme con el contundente resultado, que muchos catalogan como un «terremoto político» por la amplia mayoría obtenida por el «rechazo». «El proceso constituyente no ha terminado. Vamos a cumplir nuestro compromiso con Chile. Esta es una votación histórica. La votación más importante en la historia de nuestro país. El proyecto que impulsó y apoyó el presidente Boric fue derrotado por la ciudadanía. Los chilenos no queremos que nos dividan». Vlado Milosevic, jefe del comando del «apruebo» reconoció la derrota diciendo, «escuchamos con humildad que el pueblo de Chile ha rechazado el texto que propuso la Convención Constituyente», aunque también asegura que este es un momento para aprender y mejorar sobre lo que se pudo hacer mejor.

La diputada del Partido Comunista (PC) Karol Cariola también reconoció el triunfo del «rechazo», pero fue categórica en afirmar que con este resultado no se pierde, sino que se continua por la senda de eliminar la Constitución de 1980 redactada bajo la dictadura de Augusto Pinochet. «La Constitución vigente no nos representa, la Constitución del abuso ha quedado en el pasado». Como el primer gran revés de su mandato han visto algunos expertos el contundente resultado del «rechazo», ya que antes el presidente se había mostrado partidario de aprobar la propuesta de la convención, pero poco a poco fue moderando su postura para dar paso a una más neutral. Ya entrada la noche llegó el esperado momento en que el presidente Gabriel Boric se dirigió al país en cadena nacional para felicitar a sus compatriotas por el impecable proceso democrático que dio cuenta de la inconformidad sobre la propuesta.

«El pueblo no quedó satisfecho con la propuesta de Constitución por eso la rechazó de manera clara en las urnas. Esta decisión exige a nuestras instituciones y políticos trabajar con más empeño y cariño hasta llegar a una propuesta que nos interprete a todos y que nos dé confianza».

El mandatario se comprometió a contribuir e interpretar a la gran mayoría de los chilenos junto al Congreso y la sociedad civil. «Me reuniré con los presidentes de ambas cámaras para avanzar lo más rápidamente en esa dirección (…) acordaremos a la brevedad un nuevo proceso constitucional. Contarán conmigo para la tarea de facilitar este entendimiento en que por cierto el Congreso nacional deberá ser el principal protagonista».

Boric finalizó su discurso asegurando que los chilenos deben estar tranquilos porque este proceso no será obstáculo para trabajar en resolver las urgencias de la ciudadanía.

Lejos de los dimes y diretes políticos, en las calles, los chilenos se pronunciaron. Raymundo Amor, de 32 años, votó «apruebo». «Es lamentable seguir rigiéndonos por una Constitución escrita entre cuatro paredes y completamente obsoleta», incluso vaticina que este resultado podría propiciar un eventual nuevo estallido social.

Por el contrario, Margaret Wormull, de 37 años, está satisfecha con el resultado porque asegura que el proceso estuvo mal planteado desde el inicio. «Sabemos que son necesario los cambios, pero cuando estos cambios se plantean desde el resentimiento, desde la rabia, desde la ignorancia, nada puede salir bien. Necesitamos una Constitución que nos incluya y nos proteja a todos y lamentablemente, esta propuesta, no lo hacía», explicó.

¿Y ahora qué? Esta semana es trascendental porque los partidos políticos deberán conversar internamente y zanjar sus legítimas diferencias para elegir portavoces y posturas que favorezcan los acuerdos que hoy se tornan complejos. Los principales estandartes de la derecha y centro derecha han reforzado su compromiso por avanzar hacia un nuevo proceso constituyente de manera rápida y así responder a la legítima necesidad del 78% de los chilenos que votó por derogar la actual.

En tanto, en La Moneda ya se gestionan cambios en el Gabinete para favorecer alianzas y acercar posturas. A primera hora, llegaron el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y el de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, para reunirse a puerta cerrada con Boric. En esta cita no estuvo convocado el ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, una de las carteras que debiese llevar el diálogo entre el Gobierno y la clase política ya que eventualmente sería uno de los «retirados» en este reordenamiento anunciado por el mandatario. Elizalde comentó que más que plazos y urgencias «se debe actuar con responsabilidad para generar un buen acuerdo que garantice el protagonismo de la ciudadanía y que incluya todas las miradas». Boric también se reunirá con el resto de las coaliciones de Gobierno dando una clara señal del inicio del diálogo.