"Contrario al socialismo"

Corea del Norte, el país donde está prohibido suicidarse

Kim Jong Un dicta una ordena a las autoridades locales para adoptar medidas excepcionales contra un acto «contrario al socialismo»

El presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un
El presidente de Corea del Norte, Kim Jong UnlarazonAgencia AP

Un nuevo inusual veto para el «país más hermético del mundo». El líder norcoreano, Kim Jong Un, tras una serie de reuniones clandestinas, ha emitido una orden «secreta» a las autoridades locales para que adopten «medidas preventivas» ante el elevado índice de suicidios en Corea del Norte, según declaraciones de funcionarios locales a Radio Free Asia.

El dictador, en el poder desde 2011, ha declarado oficialmente que el suicidio es un «acto de traición al socialismo». Al mismo tiempo, la orden confidencial establece que los líderes locales deben asumir su responsabilidad y que el hecho de suicidarse es «un claro desafío social y una traición contra el país». Sin embargo, no se han dado detalles de las llamadas «medidas preventivas». La instrucción ha sido remitida a todas las provincias del país.

El Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano informó a finales de mayo de que el número de suicidios en el país había aumentado un 40% respecto al año anterior. La Administración atribuyó este ascenso a diversas preocupaciones internas derivadas de las difíciles condiciones que enfrenta su población.

En concreto, en la ciudad de Chongjin y sus distritos circundantes se ha informado de 35 suicidios, con casos en los que familias enteras se quitan la vida. Una fuente destacó que la pobreza extrema y el hambre son los principales factores que contribuyen a este hecho, lo que dificulta proponer medidas preventivas eficaces.

«Hay muchos factores que conducen al malestar interno en Corea del Norte debido a las dificultades de la gente para llegar a fin de mes», afirmó la agencia de espionaje surcoreana. No obstante, hay que precisar que es complicado determinar la verdadera tasa de casos registrados en este país de acceso casi imposible.

Está claro que el hambre, las ejecuciones, los asesinatos, la deserción, los suicidios y la pandemia son factores obvios que provocarían fácilmente un descenso de la población norcoreana. Por otra parte, no hay afluencia de inmigrantes para incrementar la población.

Mientras que la inanición era, al parecer, una causa frecuente de muerte durante el período de privaciones de la «Ardua Marcha» en la década de 1990, en la actualidad parece que son más las personas que mueren de enfermedades infecciosas, ya que la desnutrición debilita su inmunidad, o que se ven empujadas por las penurias a acabar con su propia vida. El propio Kim declaró más recientemente, en 2021, que la situación alimentaria del país era «tensa». Se trata de admisiones poco frecuentes en un país con escasa transparencia.

«Hace sólo unos años, nunca habría imaginado que los empresarios que se dedican a los negocios o al contrabando se vieran empujados por el sufrimiento a poner fin a sus vidas», declaró al «Daily NK» una fuente de la provincia de Pyongan del Norte. «Pero hay tanta gente que se enfrenta a dificultades insoportables, incluso entre los que antes eran prósperos. Además, arrecian las críticas al Gobierno a puerta cerrada por errores políticos que se traducen en la pérdida de vidas».

Según el Índice Global de Democracia elaborado por Economist Intelligence Unit, es incuestionable que este país es uno de los menos democráticos del mundo. A caballo entre Myanmar y la República Democrática del Congo, se clasifica en el puesto 165.En la República Popular de Corea la democracia no existe. Las críticas al único y casi «eterno» régimen son duramente reprimidas. Sin necesidad de un acto político doloso, las detenciones son arbitrarias y cualquier ciudadano norcoreano puede acabar su vida en un campo de trabajo, o incluso ser ejecutado. Desde el final del conflicto en la península coreana, unos 300.000 norcoreanos en busca de libertad han huido de la represión de Pyongyang, según «The Conversation».