Crucero
“El crucero del infierno”: familias abandonan sus vacaciones en un lujoso barco tras orgías de borrachos, vómito en las piscinas y múltiples peleas a bordo
Varias familias denuncian escenas de caos y degradación en el MSC Virtuosa, donde la falta de control convirtió el viaje en una pesadilla
Lo que debía ser una escapada inolvidable se transformó en una experiencia traumática para Lauren Musselwhite, madre de 42 años de Portsmouth, que invirtió 3,000 libras en un crucero por la costa española junto a sus hijos George (17) y Freddie (14). A bordo del lujoso barco, la familia se vio rodeada de escenas que rozaban lo grotesco: pasajeros ebrios, peleas, vómitos en zonas comunes y una total ausencia de control por parte del personal.
“Fue absolutamente repugnante. Había vómito en la piscina, hollín negro por todas partes, y gente completamente desnuda paseando por los pasillos. No era seguro para mis hijos”, declaró Lauren al Daily Mail.
La situación se volvió tan insoportable que la familia decidió desembarcar anticipadamente en Valencia, abandonando el crucero antes de que finalizara la ruta. El coste adicional para recuperar su equipaje ascendió a 400 libras.
Las condiciones a bordo eran alarmantes. Las piscinas estaban contaminadas con vómito y sustancias desconocidas, y el ambiente general era de descontrol absoluto. “Mis hijos comieron crepes durante más de una semana porque no podíamos acceder a la comida sin atravesar hordas de fiesteros desnudos. Era surrealista”, explicó Lauren.
Otra familia, los Wright, vivió una experiencia similar. Iain Wright relató cómo se vieron obligados a encerrarse en su camarote para escapar del ruido y el comportamiento agresivo de otros pasajeros. “Un tipo borracho vomitó justo al lado mientras jugábamos Scrabble. Fue asqueroso y aterrador”, dijo.
MSC Cruises emitió un comunicado genérico en el que afirmaban estar revisando los incidentes y comprometidos con mantener sus estándares de calidad.
Para Lauren Musselwhite, que ha realizado más de treinta cruceros en su vida, este viaje marcó un antes y un después: “Nunca había vivido algo así. Fue una pesadilla. Me siento estafada y profundamente decepcionada.”