Problemas presupuestarios
El drama de la marina de guerra rusa: el "Pedro el Grande", su gigantesco crucero nuclear portamisiles, podría ser desguazado
El alto coste de su renovación llevaría a Moscú a retirarlo del servicio. De los cuatro buques de la clase Kirov construidos en época soviética solo uno quedará en activo.
Su sola visión impresiones. El "Pedro el Grande" (Pyotr Veliky en ruso, el crucero nuclear portamisiles ruso es el navío más grande del mundo de su clase y buque insignia de la Flota del Norte de Rusia.Su construcción comenzó en 1986 y fue presentado en 1996. El barco mide más de 250 metros de eslora y en su interior posee un intrincado laberinto de 49 pasillos, cuya extensión total equivale a unos 20 kilómetros.
Con 25.860 toneladas de desplazamiento, el crucero ruso desarrolla una velocidad máxima de 32 nudos propulsado por dos reactores nucleares. Va equipado, entre otras armas, con una veintena de misiles de crucero Granit (SS-N-19 Shipwreck) montados en la proa en un sistema de lanzamiento VLS (Vertical Launching System, sistema de lanzamiento vertical), capaces de portar ojivas nucleares; 96 misiles SAM S-300F Fort (SA-N-6 Grumble); 40 misiles SAM Osa-M (SA-N-4 Gecko), y 2 cañones AK-100 de 100 mm; sistema ASW RBU-6000 Smerch-2; sistema ASW RBU-1000 Smerch-3 y sistemas de misiles antiaéreos Kinzhal y Kórtik, con capacidad para atacar blancos en mar, tierra o aire.
Además, el "Pedro el Grande" porta tres helicópteros, su tripulación está compuesta por casi 750 hombres y dispone de varios avanzados sistemas de radares, entre ellos el MR 800 flag, capaz de detectar a toda clase de amenazas a cientos de kilómetros.
Y a pesar de todo ello, parece que el régimen de Vladimir Putin no solo no tiene fondos para su renovación sino que se estaría pensando incluso en desguazarlo, según fuentes militares internas. En un principio el Ministerio de Defensa ruso barajó la posibilidad de llevar a cabo una profunda reforma del buque.
Con un tamaño colosal comparable al de los portaaviones de la clase Izumo de Japón, los barcos de la clase Kirov son los combatientes de superficie más grandes en servicio a nivel mundial. Su impresionante peso de 28.000 toneladas es más del triple que el de los destructores de la clase Arleigh Burke de la Marina de los EE. UU., que forman la columna vertebral de la flota de los EE. UU.
La Unión Soviética construyó cuatro barcos de la clase Kirov, siendo el "Pedro el Grande" el más reciente, botado en 1989. Después de la disolución de la Unión Soviética, los dos primeros barcos fueron dados de baja y abandonados para que se deterioraran, lo que hizo que su reactivación fuera financieramente inviable. Se anticipó que las naves restantes, "Pedro el Grande" y "Almirante Nakhimov" se modernizarían con sensores, electrónica y armamento de última generación.
Sin embargo, finalmente será el "Almirante Nakhimov" el único que complete esta renovación entre 2024 y 2025, porque el destino del "Pedro el Grande" ha cambiado. Una fuente anónima de la Marina, ampliamente citada en los medios estatales rusos, reveló que será dado de baja cuando el "Almirante Nakhimov" vuelva a entrar en servicio, dejando solo un barco de la clase Kirov en la flota rusa.
Este movimiento es el último de una serie de reducciones en la flota de superficie oceánica de Rusia. Desde la era soviética, Rusia se ha abstenido de agregar nuevos destructores o barcos del tamaño de un crucero a su Armada, optando por fragatas y corbetas más pequeñas.
Los avances en las capacidades de los misiles, en particular el misil de crucero hipersónico Zircon y las variantes de superficie a superficie del misil Kalibr, permiten a los barcos rusos atacar objetivos a grandes distancias sin alejarse mucho de sus costas. Esto se demostró por primera vez en 2015 cuando fragatas y corbetas con base en el Mar Negro utilizaron misiles Kalibr para atacar a los insurgentes en Siria.
Es probable que el único crucero de batalla de la clase Kirov restante sirva bajo la Flota del Norte, lo que refleja la prioridad de la región ártica de la Armada rusa debido a su importancia emergente como ruta comercial clave y campo de batalla geopolítico. El posicionamiento de la Flota del Norte también permite que el buque de guerra contribuya significativamente a las defensas antimisiles estratégicas de Rusia.
Tras su renovación el "Almirante Nakhimov" contará con nuevos sensores, electrónica y una versión naval del sistema de defensa aérea S-400, con un alcance de 400 km y 96 celdas dedicadas a sus misiles tierra-aire. Esta potencia de fuego es equivalente a tres batallones completos de sistemas S-400 con base en tierra. Además, llevará una versión naval del sistema de defensa aérea de medio alcance S-350. Las 20 celdas de lanzamiento del barco para misiles de crucero P-700 Granit serán reemplazadas por 80 celdas de lanzamiento para misiles de crucero P-800, Kalibr y Zicron, con un total de 176 celdas de lanzamiento para misiles grandes.
Esta potencia de fuego convierte a la clase crucero en el combatiente de superficie más poderoso del mundo, aunque su relación potencia de fuego-tamaño es menor que la de algunos barcos más nuevos como la Clase China Tipo 055.
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