Misiles hipersónicos

El ejército de Estados Unidos lo tiene claro: en diciembre desplegará sus primeros misiles hipersónicos

Capaz de superar cinco veces la velocidad del sonido y casi imposible de interceptar, el nuevo misil hipersónico de Estados Unidos entra en su fase final de despliegue para no quedarse atrás en la carrera armamentística con Pekín y Moscú

Ilustración que muestra un equipo de lanzador y un camión militar componentes de una batería de misiles
El ejército de Estados Unidos lo tiene claro: en diciembre desplegará sus primeros misiles hipersónicosLockheed Martin

La pugna por la supremacía militar global ha puesto sobre el tapete una nueva generación de armamento. En esta intensa carrera tecnológica que enfrenta a Washington con potencias como China y Rusia, la Administración del presidente Trump se prepara para mover ficha con el despliegue inminente de su primer misil hipersónico, un arma que promete redefinir el equilibrio estratégico en las próximas décadas. Este esfuerzo se enmarca en una estrategia más amplia que incluye otros proyectos de vanguardia, como el programa de misiles hipersónicos conocido como 'Barbanegra' para dotar de nuevas capacidades a sus fuerzas.

En este contexto, el Ejército de Estados Unidos ultima los detalles para entregar a su primera unidad de combate el sistema «Dark Eagle». Se trata de un misil balístico de largo alcance, conocido técnicamente como LRHW, con capacidad para golpear blancos situados a más de 2.700 kilómetros de distancia y a una velocidad superior a Mach 5. Un avance con el que el Pentágono busca no quedarse a la zaga en un pulso tecnológico cada vez más reñido. La urgencia de Washington se ve acentuada por los continuos avances de sus competidores, como demuestra el reciente vuelo de una misteriosa aeronave de combate china que ha generado debate entre los expertos.

De hecho, la principal ventaja táctica de este sistema no reside únicamente en su velocidad, sino en su diseño. Cada batería es completamente móvil por carretera, compuesta por ocho misiles montados en camiones que incluyen un vehículo de planeo maniobrable. Esta tecnología, tal y como han publicado en Interesting Engineering, complica enormemente la detección e interceptación por parte de las defensas enemigas, otorgando una flexibilidad operativa de primer orden sobre el terreno.

La cara oculta del proyecto: fracasos y retrasos

Sin embargo, el camino hasta este punto no ha estado exento de dificultades. El programa, fruto de la colaboración entre el Ejército y gigantes de la defensa como Lockheed Martin y Dynetics, sufrió notables retrasos debido a una serie de pruebas fallidas a lo largo de 2023. Estos contratiempos generaron serias dudas sobre la viabilidad del proyecto y obligaron a los ingenieros a revisar componentes clave, alterando por completo el calendario previsto.

No obstante, un ensayo de vuelo exitoso el pasado mayo de 2024 supuso el punto de inflexión definitivo, restaurando la confianza y dando luz verde a la entrega del armamento. Mientras llegaba ese momento, la unidad asignada para operar el «Dark Eagle», con base en las instalaciones de Lewis-McChord, ha estado entrenando desde el año 2021 con los equipos de lanzamiento y el material de apoyo, preparándose para recibir un sistema que, tras superar sus propios obstáculos, está finalmente listo para entrar en servicio antes de que acabe el año.