El presidente de Honduras pide mantener civismo y evitar las confrontaciones

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, pidió hoy a sus compatriotas mantener el civismo y evitar las confrontaciones mientas continúa el recuento de votos de las elecciones presidenciales que encabeza el candidato oficialista, Juan Orlando Hernández.

"No vale la pena las confrontaciones, mantengamos el civismo que se traduce en armonía y aceptación al mandato del pueblo, esa es la democracia", enfatizó Lobo en cadena de radio y televisión.

La candidata del partido Libertad y Refundación (Libre, de izquierda), Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009, no reconoce los resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que le dan a Hernández el 34,19 % y a ella 28,83 % con el 58 % de las actas escrutadas.

"Hoy, luego de que hemos concluido la novena jornada electoral consecutiva para elegir democráticamente un nuevo gobierno, quiero felicitar al pueblo hondureño por su civismo, por su madurez y por su espíritu democrático", dijo Lobo.

El gobernante también felicitó a Hernández "por su merecido triunfo electoral"y a los demás candidatos que participaron en la contienda, lo mismo que a todas las instituciones que participaron en el proceso y representantes de la comunidad internacional.

"Hace cuatro años estábamos convulsionados, confrontados y hoy, con la colaboración de todos, hemos superado las dificultades y hemos consolidado la democracia en nuestro país", recalcó.

En su opinión, hay que darle la confianza que se merece el TSE, que sigue dando resultados parciales de los comicios, sin declarar ganador a nadie.

"Sé que es duro perder una elección, yo lo viví hace ocho años, al final aprendí mucho, el tiempo pasa rápido, ya estoy entregando y no quiero que nadie reciba Honduras como yo la recibí, el pueblo ha sufrido mucho y esto no se debe repetir jamás", expresó Lobo.

El mandatario asumió el poder el 27 de enero de 2010 en un ambiente tenso, con una sociedad dividida y un país aislado por la comunidad internacional por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 a Manuel Zelaya.