Política

Relaciones Estados Unidos-China

“Estados Unidos y China están sentando unas nuevas reglas del juego para las próximas décadas”

Para la analista americana y ex consejera de George. W. Bush, Philippa Malmgren la guerra comercial traerá el regreso de la producción a Occidente. Respecto al Brexit cree que el riesgo a una salida sin acuerdo es enorme pero considera que no tiene por qué ser una “catástrofe”

La economista americana Philippa Malmgrem en el foro “Generación MABS” de Atresmedia
La economista americana Philippa Malmgrem en el foro “Generación MABS” de Atresmedialarazon

La economista Philippa Malmgrem, consejera del ex presidente George W. Bush, alerta sobre la descomposición del orden liberal levantado tras la Segunda Guerra Mundial. En su paso por Madrid para asistir a las jornadas “Generación MABS” de liderazgo y management organizadas por Atresmedia, esta analista americana y residente en Londres, sostiene que Theresa May ha fracasado por apostar por un “Brexit amable” . “Pippa” considera que en la salida sin acuerdo es cada vez más factible, máxime, dice, “si el único acuerdo posible es uno que merma la soberanía nacional para siempre”. Respecto a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, es rotunda al afirmar que se trata de una batalla por la hegemonía global y advierte de que los europeos tendremos que elegir entre Washington y Pekín.

- ¿En su opinión cuál es la mayor amenaza a la estabilidad global: la guerra comercial entre Estados Unidos y China; el Brexit o Irán?

- La cuestión iraní es la que supone un mayor riesgo para la seguridad global. En la actualidad existe un alineamiento entre Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel. Es muy inusual la alianza de los saudíes y los israelíes... Los tres actores quieren contrarrestar el auge iraní. La República Islámica por su parte está respaldada por China. Pero Arabia Saudí vende más barriles de petróleo a China que a Estados Unidos. China no quiere que esto ocurra. En el fondo, aflora la confrontación entre Estados Unidos y China.

- Cuál es el papel que debe jugar Europa en la cuestión iraní. ¿Debe mantener el acuerdo nuclear vivo?

Poco pueden hacer. El presidente Trump no escucha. No persigue el diálogo con los europeos sino seguir sus propios instintos. No se deja aconsejar por nadie. La posición europea sobre el acuerdo nuclear no creo que sea relevante y el asunto se resolverá entre Estados Unidos y China.

- ¿La guerra comercial es una guerra por la hegemonía global?

- Exacto. Se están sentando las reglas del juego para las décadas que vienen. Por eso estamos ante una negociación muy agresiva y muy compleja pero creo que a la postre se alcanzará un acuerdo para que el comercio siga fluyendo. En todo caso veremos una serie de transformaciones. Más producción en Occidente, menos producción sólo en China. Esto va a forzar a los chinos a ser más competitivos. Necesitan tener un mayor control de calidad y más tecnología propia.

- ¿Es Huawei una amenaza para la seguridad norteamericana y global?

- Huawei se ha considerado una amenaza desde hace una década, incluso más, pero el presidente Trump es el primero que lo ha verbalizado.

- ¿Por qué ahora?

- Porque el presidente lo ha dicho y porque los datos son mucho más importantes ahora. Las personas empiezan a darse cuenta de que la acumulación de los datos es poder. Los datos son poder. Y por eso Huawei es una amenaza a la seguridad colectiva.

- ¿Debe Europa permitir que Huawei implemente la tecnología 5G?

- Todos los países deben desarrollar la tecnología 5G lo antes posible pero Estados Unidos ya ha alertado a Alemania, por ejemplo, que si usa Huawei o cualquier otro distribuidor chino dejarán de compartir información de inteligencia con ellos. Es una advertencia bastante clara. Los europeos deben tomar sus propias decisiones y saber en qué lado están. O con Estados Unidos o con China.

- Pero está batalla tecnológica también daña a las empresas norteamericanas que operan en China...

- Ésta es la razón por la que las acciones de compañías como Apple han caído porque no podrán vender sus productos en China pero podrán venderlos en cualquier otro lugar. Hay mucho interés en el mercado chino pero la realidad es que no está tan claro que sea rentable para las compañías americanas.

- Estos días se está celebrando el 75 Aniversario del desembarco de Normandía. ¿Está en riesgo el orden liberal que configuró Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial?

- Sí y yo dediqué mi libro “Signals” (Señales) a por qué el orden post Segunda Guerra Mundial había dejado de funcionar. Hemos visto los síntomas de esta ruptura.

- ¿Cuáles son las ideas fuerza del nuevo orden global?

- Creo que va a ser más digital y más informático. Va a ser también más nacionalista. China va a crear sus propias reglas, particularmente alrededor de la Ruta de la Seda. Los americanos nunca han sido realmente internacionales. También van a crear sus propias reglas. Es desafortunado, me gustaría ver que las reglas de la establecidas durante Segunda Guerra Mundial siguen funcionando, pero no es así. Las presiones de los nuevos tiempos exigen que innovemos.

- La tensión entre multilateralismo y unilateralismo ha estado siempre presente en la política americana. ¿Por qué Trump ha decidido seguir únicamente la línea unilateral?

- No creo que sea él sólo, creo que muchos norteamericanos comparten su punto de vista. Hay muchas razones. Piensan que no se han beneficiado de esas reglas o al menos no tanto como deberían. Puede ser una impresión equivocada pero es lo que creen. Estamos surfeando una ola de populismo antiglobalización.

- ¿Cuán de dañado está el vínculo transatlántico por estas políticas?

- Hemos visto un deterioro del vínculo, me imagino que no se va a resolver fácilmente y es probable que el próximo presidente de Estados Unidos mantenga una posición no muy diferente a la de ahora. En las últimas elecciones legislativas en EE UU, los americanos votaron por un tercio de representantes sin experiencia política previa. Eso te dice que a la población le gusta la idea de un outsider como Trump aunque probablemente prefieran uno que sea más educado.

- Trump pide a los europeos que gasten más en defensa y los europeos plantean un Ejército propio. ¿Por qué Estados Unidos critica esta iniciativa?

- Porque los americanos siguen apostando por la OTAN.

- Pero Trump tampoco es muy partidario de la Alianza Atlántica...

- Si, en general los norteamericanos sí respaldan la Alianza Atlántica como garante de la seguridad colectiva, pero Trump no. Lo que ocurre también es que Estados Unidos percibe un agujero tecnológico enorme entre su Ejército y los ejércitos europeos. Los norteamericanos aseguran que no pueden entrenar a las tropas europeas porque estos están tecnológicamente detrás de EE UU. No se trata solo de construir un Ejército sino de ser un Ejército tecnológico. Esto es un asunto clave.

- Brexit también ha abierto una línea de fractura entre EE UU Europa. ¿Hizo bien el presidente en respaldar el divorcio con la UE?

- Las fuerzas populistas que respaldan a Trump son las mismas fuerzas populistas que dieron lugar al Brexit. Y el mismo populismo que está detrás de los “chalecos amarillos” en Francia o del Gobierno italiano que exige una mayor independencia sobre la Unión Europea. En términos generales puede decirse que hay dos grupos: los que quieren una centralización del poder y los que aspiran a una descentralización. Parece que el equipo que quiere una descentralización es ahora más poderoso.

- ¿Está la democracia liberal en peligro?

- Depende de cuál es tu definición del peligro. Hay gente que piensa que votar por el Brexit era peligroso y otros creen que es una manifestación perfecta de la democracia. Todo depende de si te gusta la pregunta o no. Pero lo que sí parece una certeza es que cada vez hay más gente interesada en una localización del poder. En Europa siempre ha habido una demanda de subsidiariedad y la Comisión ofrece cada vez menos subsidiariedad. Creo que en Europa cada vez más gente quiere un control local.

- Tres años después del referéndum de salida de la UE no se ha podido alcanzar un acuerdo para el Brexit. ¿No era tan fácil articular el divorcio?

- Gran parte de la población es crítica con la gestión de Theresa May. La realidad es que los británicos han necesitado que pase un tiempo para digerir la decisión y las consecuencias. Creo que no habían entendido bien lo que había ocurrido. Los “remainers” (partidarios de la permanencia) asumían que el contrario estaba equivocado y los tachaba de idiotas y lo mismo con los otros. Ahora se empieza a otorgar cierta legitimidad a la contraparte. May también ha tratado de ejecutar un Brexit amable y puede que esto no sea posible. Lo veremos. El miedo que se ha establecido hacia el “No Acuerdo” diciendo que es igual a una catástrofe puede que no sea cierto. Sospecho que el “No Acuerdo” puede no ser una catástrofe. Sobre todo si el único acuerdo erosiona la soberanía nacional de forma permanente. En cualquier caso, no creo que el problema se solucione con un nuevo primer ministro.

- ¿Tienes algún favorito entre los principales aspirantes a relevar a Theresa May?

- Puede que veamos a un tándem más que a una sola persona. Un primer ministro con un viceprimer ministro y puede que mantengan posiciones opuestas uno remainer y otro brexiter.

- Puedes darles nombres: Boris Johnson y...

- Noo... pero creo que esta configuración es para mí cada vez más probable. Y puede ser una forma interesante de abordar la situación actual.

- ¿Cree entonces que la posibilidad de un “No acuerdo” es cada vez más factible?

- Siempre he pensado que era una posibilidad y ahora creo que el riesgo ha crecido.

- Si miramos hacia la política norteamericana, ¿qué posibilidades tiene Trump de ser reelegido en 2020?

- En estos momentos sería reelegido. Los demócratas no tienen candidato y no tienen historia. En la actualidad los demócratas tienen múltiples candidatos y quien consiga sobrevivir a esta “pelea de gallos” es quien será candidato; pero a los norteamericanos nos interesan los candidatos de los que no se ha oído hablar. Pasó con Obama, Clinton o Trump ahora. Incluso con George W. Bush, para el que yo trabajé. Tres años antes de ser nominado cualquiera decía que su designación era impensable. Por eso estoy segura de sea quien sea el candidato no habremos oído hablar de él. Será un nuevo nombre. Y la pregunta es: ¿cuál será su historia? Y si la historia es la de hoy que se resume en que “odiamos a Trump” no creo que vayan a ganar. Especialmente porque la economía va viento en popa, toda la historia de los demócratas era vota por nosotros porque la economía está hundida pero ahora la economía es robusta. Necesitan una nueva historia.

- Si Trump decidiera no presentarse ¿quién sería el candidato?

- Probablemente Mike Pence, el vicepresidente que es el que ha estado co gobernando junto a Trump.

- ¿Jugarán los demócratas la carta del “impeachment”?

- No va a ocurrir. Todo el mundo en política sabe que quien llama al “impeachment” también sale dañado. Las últimas experiencias de “impeachment”: Nixon y Clinton dividieron al país. Por eso ni el Congreso ni el Senado quieren impulsarlo, quieren, en todo caso, que los fiscales lo hagan. Por eso contrataron a Mueller. Por eso se mira a la fiscal de Nueva York. Pero eso sería un “impeachment” judicial no un “impeachment” político.

- ¿El “impeachment” dividiría a la sociedad americana pero cómo de dividida está ahora?

- Está profundamente dividida. Pero incluso los contrarios a Trump no quieren un “impeachment”. La cuestión es que Estados Unidos está profundamente dividida desde los últimos 50 años. Pero es cierto que está dividido porque existe una democracia que permite una variedad de opiniones hay países donde no se permite que la gente piense diferente.