Internacional

"Alerta roja"

La tormenta Eunice arrasa el noroeste de Europa

Decenas de miles de personas en Reino Unido, Bélgica, Países Bajos y Alemania se han quedado sin electricidad y cientos de vuelo han sido cancelados por los fuertes vientos

La tormenta Eunice, el peor temporal en más de 30 años en el Reino Unido, paralizó ayer al país, obligando a Downing Street a decretar “alerta roja” por vientos que, en algunos puntos como la isla de Wight, llegaron a los 196 kilómetros por hora, un récord histórico.

Decenas de miles de hogares se quedaron sin electricidad y más de 500 vuelos tuvieron que cancelados. Un centenar de colegios tuvo que cerrar sus puertas y el puerto de Dover, el punto de conexión con el Canal de la Mancha, tuvo que suspender su actividad por un temporal que está afectado a todo el noroeste de Europa y que ha obligado a imponer diferentes niveles de alerta a Países Bajos, Francia, Alemania e Irlanda.

Al menos diez personas han perdido la vida tras ser aplastadas por árboles: una en Irlanda, una en Bélgica, dos en Inglaterra y tres en Países Bajos. Asimismo, se habían registrado varios heridos. La Oficina Nacional de Meteorología advirtió que Eunice podría llegar a un efecto tan devastador como la Gran Borrasca de 1987 que se cobró 18 muertos.

El Gobierno de Boris Johnson celebró una reunión del gabinete de crisis COBRA y, al cierre de esta edición, más de 800 soldados permanecían en alerta para atender a las necesidades más urgentes ante corte de carreteras, inundaciones y problemas de electricidad. En Kent (sureste de Inglaterra), una torre en la central eléctrica Grain cerca de Rochester se derrumbó y la central eléctrica se apagó.

Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, urgió a la población a no salir de sus casas. “Pido a todos los londinenses que no asuman riesgos y eviten viajar a no ser que sea absolutamente esencial”, matizó.

La ciudad estaba prácticamente desértica con las atracciones turísticas cerradas, como el emblemático London Eye. Asimismo, el pabellón del gran estadio O2 Arena, con capacidad para eventos de hasta 20.000 personas, sufrió importantes daños en su cubierta, quedándose prácticamente sin techo, lo que obligó a la evacuación y a cancelar el concierto de la banda Fugees que estaba programado para la noche del viernes. “No ha habido un colapso real o daños estructurales en el edificio, pero debido el material de lona que cubre el estadio se ha soltado con los fuertes vientos y queda bastante aparatoso”, explicó el portavoz de la brigada de Bomberos de Londres, Chris Kamara, que declaraba la situación de “incidente grave” tras recibir más de medio millar de llamadas de ayuda tan sólo a lo largo de la mañana por el impacto de la tormenta, más que las recibidas en un día entero.

“Estamos ante un temporal que puede causar el mayor impacto en décadas”, advirtió Frank Saunders, de la Oficina Nacional de Meteorología, que emitió una larga decena de alertas por inundaciones. Con todo, cientos de británicos desafiaron las indicaciones y acudieron a lugares como Towen Beach, en Newquay, para hacerse fotos con las espectaculares olas de fondo. “No os juguéis la vida por un selfie”, advirtieron los servicios de Guardacostas de Cornualles.

En todo el país hubo caída de árboles, roturas de vallas y tejados, y accidentes de tráfico. Algunos edificios emblemáticos fuera de la capital, como la iglesia de Santo Tomás, en la ciudad de Wells, también sufrieron importantes daños al desprenderse el capitel de la torre.

Eunice también se dejó sentir ayer en Países Bajos, donde 295 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol y todos los servicios de tren quedaban suspendidos. Asimismo, cinco departamentos en el norte de Francia se encontraban, al cierre de esta edición, bajo “alerta naranja por fuertes vientos e inundaciones”, en particular Pas-de-Calais y Somme. No obstante, los servicios y líneas del tren de alta velocidad hacia París no se habían visto especialmente afectados en la tarde del viernes.

En Alemania, el servicio meteorológico nacional emitió una advertencia de nivel cuatro - la más alta de su escala de avisos- sobre partes del noroeste del país. La capital del país, Berlín, así como Hamburgo y Hannover, se encontraban bajo la alerta inmediatamente inferior.