Crisis humanitaria
Polonia se prepara para acoger a un millón de refugiados
La OTAN y EE UU han desplegado a 5.000 soldados en suelo polaco como disuasión frente a la amenaza rusa
Europa y EE UU ven en Vladimir Putin a un hombre de acción. Los escenarios más catastróficos siguen siendo estudiados y las réplicas materializadas en sanciones económicas anunciadas. Después de meses de incertidumbre, la imprevisibilidad del líder ruso sigue manteniendo en vilo a los líderes europeos, mientras se siguen reuniendo al más alto nivel político para intentar rebajar la tensión en la frontera oriental ucraniana.
Las semanas más tensas solo son relevadas por días más inquietantes en la línea fronteriza de Ucrania. Según las estimaciones de las autoridades estadounidenses, en los últimos días Rusia aumentó en 7.000 el número de soldados. Esto significa que ya hay más de 150.000 militares en la frontera ruso-ucraniana. Putin aspira a crear una nueva arquitectura de seguridad europea que reconozca su esfera de influencia en el espacio postsoviético.
La amenaza de guerra está destruyendo Ucrania. Los jóvenes han tenido que aparcar sus sueños, muchos de ellos alistados al servicio militar. En el país la vida sigue, pero los propósitos a largo plazo se paralizan. Viven pendientes de un «plan B», que seguirán si la guerra se intensifica. «Rusia ya ocupó territorio ucraniano y alimenta la guerra. Soldados ucranianos mueren casi todos los días, la guerra no es nada nuevo aquí», asegura a LA RAZÓN Yurii Hrinchenko, jefe de la oficina de relaciones internacionales de la Universidad de Odesa.
«Hace ocho años muchos creían que Ucrania había hecho algo malo y había provocado a Rusia. Pero hoy la gente ve que no importa lo que haga Ucrania, Rusia encontrará una razón para la agresión y la guerra. Moscú simplemente no puede aceptar la independencia de Ucrania, ya que destruye todo su concepto como Estado. Hasta que Rusia no acepte su propia historia, su propia condición de Estado y su propio papel, la amenaza no desaparecerá», comenta.
Washington y Europa han apostado por la política de disuasión, advirtiendo al Kremlin de duras sanciones en caso de invasión. Junto a Washington, Reino Unido, Polonia y República Checa siguen trasladando material militar a Ucrania. Estados Unidos ha ido más allá y movilizó a más efectivos a las fronteras de la UE. «No tenemos dudas de que el despliegue de miles de soldados rusos en la frontera de Ucrania socava la situación, pero la única y adecuada respuesta a tales eventos es la unidad de la OTAN y la política de disuasión que Polonia sigue desde hace años», aseguró esta semana Mariusz Błaszczak, ministro de Defensa polaco.
La primera semana de febrero, la Administración Biden decidió desplegar tropas adicionales en Polonia y Rumania. Alrededor de 1.700 soldados fueron enviados a Polonia, entre los que se encuentran la división aerotransportada que participó anteriormente en la evacuación de civiles de Afganistán. Hasta 1.000 soldados estadounidenses que se encontraban en una base en Alemania fueron trasladados a Rumania. Soldados británicos también se encuentran en el sureste de Polonia. 8.500 soldados estadounidenses están en espera para desplegarse en Europa.
Después de la anexión rusa de Crimea la presencia de la OTAN aumentó en Estonia, Lituania, Letonia y Polonia, al igual que en Bulgaria y Rumanía, con la base de Bucarest como punto principal. Polonia alberga en su territorio hasta 15 puntos militares entre los que se encuentran diversos centros de entrenamiento, contrainteligencia y unidades de integración de la OTAN y EE UUU.
Polonia, gran aliado de Ucrania, ha saltado a la primera línea diplomática. Varsovia ha mostrado su apoyo a Kiev, incluso ofreciendo material militar las últimas semanas. La pasada semana, el Gobierno de Mateusz Morawiecki adoptó una resolución sobre la transferencia gratuita de propiedad militar a las Fuerzas Armadas de Ucrania. El Gobierno trasladó hasta territorio ucraniano municiones, misiles antiaéreos de corto alcance, morteros, lanzagranadas y drones de producción polaca. «Queremos apoyar a Ucrania con armas defensivas. En el caso de ser atacados, ese apoyo sería de suma importancia», subrayó Błaszczak.
Ucrania comparte con Polonia 535 kilómetros de frontera. Se estima que un millón y medio de ucranianos viven en Polonia. La inteligencia estadounidense estima que entre uno y hasta cinco millones de ucranianos podrían abandonar el país en caso de guerra. En Polonia, los gobernadores provinciales ya iniciaron contactos con alcaldes para solicitar una lista de instalaciones de alojamiento para refugiados, la cantidad de personas que podrían ser admitidas y los costes. Morawiecki afirmó que, en caso de una agresión de Rusia, designará un equipo especial compuesto por viceministros de varios ministerios, que preparará «lugares, logística, infraestructura y transporte», pero también del área educativa y sanitaria a largo plazo. Varsovia asegura estar preparado para acoger a un millón de personas.
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