Crisis histórica
Así ha cambiado Moscú desde el inicio de la invasión de Ucrania: “Los precios son tan altos que es imposible sobrevivir”
La inflación alcanza niveles no vistos en décadas, el salario medio no alcanza para llegar a final de mes y los rusos apoyan una “operación militar especial” de la que no conocen la verdad
En esta guerra entre Rusia y Ucrania, hay dos situaciones muy diferentes. Por un lado, gran parte de las ciudades ucranianas están bombardeadas y muy cambiadas, para mal. Mariupol, Kiev, Odesa o Burcha, entre otras, ya no son lo que eran antes de la madrugada del 24 de febrero, cuando Vladimir Putin ordenó a sus tropas entrar en el país. Una “operación miliar especial para desmilitarizar y desnazificar la nación” que se reduce en una invasión a gran escala que ya ha alcanzado su día 58.
Por otro lado, se encuentran las ciudades rusas. En la capital, por ejemplo, no hay proyectiles explotando. Tampoco fuerzas extranjeras rodeando la ciudad. Y los ciudadanos de Moscú no tienen que afrontar los horrores que viven sus vecinos ucranianos. Aquí la vida, en este sentido, continúa normal.
Pero las sanciones impuestas por Occidente -Estados Unidos, Unión Europea o Reino Unido, así como otros países- han provocado una nueva época en la que el país se encuentra prácticamente aislado de la comunidad internacional y debe olvidarse de las importaciones extranjeras y todos los beneficios que ello conllevaba.
Steve Rosenberg, de la BBC, comenta al medio algunos de estos cambios. En el centro comercial han cerrado muchas tiendas de marcas internacionales, puesto que cientos de empresas extranjeras han suspendido sus operaciones en Rusia. En el supermercado, la gama y cantidad de productos es más pequeña que antes, y aunque la crisis de desabastecimiento provocada por el pánico de los rusos parece resuelta, los precios se han incrementado considerablemente.
Los datos de Moscú revelaron que la inflación anual de alimentos alcanzó el 18,7% el pasado 1 de abril, y aún se espera que alcance un 23,7%, su nivel más alto desde el año 1999.
El salario medio de los rusos, que antes parece abundante, ahora apenas alcanza para llegar a fin de mes. “Los precios son tan altos que ahora es imposible sobrevivir con mi salario”, explica Nadezhda, una doctora rusa, en declaraciones al medio británico.
“Pero lo más difícil de todo es vivir en una sociedad que no quiere saber la verdad sobre los acontecimientos en Ucrania. La gente está demasiado ocupada preocupándose por los pagos de su hipoteca, pagando sus deudas. No están interesados en lo que está pasando”. alrededor de ellos. Pero creo que lo que está pasando en Ucrania es terrible. Me avergüenzo de ser rusa”.
La letra Z es predominante en una gran cantidad de edificios. Por ejemplo, en la fachada de un teatro o en la sede de Ferrocarriles Rusos. Muchos conductores también portan este símbolo en señal de apoyo a las tropas rusas. Eso sí, la desinformación no les hace saber lo que realmente está pasando en Ucrania.
Todos los medios de comunicación rusos han sido bloqueados o clausurados, a excepción de los oficialistas y los afines al régimen ruso. Rosenberg explica que en la frecuencia de la radio donde antes se escuchaba Radio Echo, la que asegura que era una fuente confiable de noticias e información y era mítica en el país, ahora solo se puede oír la radio estatal Sputnik, que respalda la ofensiva rusa. “He experimentado la Rusia comunista. He vivido la Rusia postsoviética. Ahora, el país más grande del mundo se ha metamorfoseado nuevamente”, explica a la BBC.
La dependencia rusa de Occidente
Los datos del Centro de Investigación Estratégica ruso muestran que al menos dos millones de puestos de trabajo se han visto gravemente amenazados este año. Solo Moscú corre el peligro de perder alrededor de 200.000 puestos de trabajo como consecuencia de la salida de Rusia de empresas extranjeras en respuesta a la invasión de Ucrania y las sanciones contra el gigante euroasiático. Unos 50.000 trabajadores rusos han perdido sus empleos hasta el momento y otros 98.000 se encuentran en un periodo de vacaciones forzosas debido al impacto de las sanciones.
Mientras tanto, el desempleo en Rusia está cerca de alcanzar la cifra más alta en el país desde que cayera la Unión Soviética. A finales de 2022, el desempleo en Rusia habrá llegado, al menos, al 9%, según informó el jefe del Comité de Finanzas, Impuestos y Política Aduanera de Verkhovna Rada, Daniil Getmantsev.
El líder ruso ha reconocido en varias ocasiones que Rusia también se enfrenta a problemas, si bien considera que la situación facilita la apertura de las exportaciones de Moscú hacia nuevos mercados. Putin ha apuntado a la posibilidad de aumentar el consumo interno de petróleo, gas y carbón ruso, así como abrirse a nuevos mercados de exportación como alternativa a las sanciones.
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