Italia

Salvini cancela su anunciado viaje a Rusia ante el aluvión de críticas

El líder de la Liga se ha reunido cuatro veces con el embajador ruso en Roma

El líder de la Liga, Matteo Salvini, se opone a enviar armamento a Ucrania por motivos pacifistas y de ética cristiana
El líder de la Liga, Matteo Salvini, se opone a enviar armamento a Ucrania por motivos pacifistas y de ética cristianaDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Matteo Salvini nunca ha escondido su admiración hacia la Rusia de Vladimir Putin. La ambigüedad del líder de la ultraderechista Liga respecto a la respuesta de la Unión Europea ante la invasión rusa de Ucrania ha provocado desde el inicio de la guerra no pocas fricciones con el resto de partidos italianos que forman parte de la mayoría parlamentaria que apoya el Gobierno del primer ministro, Mario Draghi.

Salvini ha rechazado públicamente el envío de armas a Kiev, apelando a un mensaje pacifista y una ética cristiana muy lejana a las políticas que puso en marcha hace solo tres años, cuando lideraba junto al Movimiento Cinco Estrellas (M5E) un Gobierno de coalición. Sin embargo, el líder leguista no había llegado tan lejos como hasta ahora.

Salvini tenía previsto viajar en los próximos días a Moscú para presentar al Kremlin un plan que permitiera firmar una tregua y retomar las negociaciones de paz con Ucrania. Esa es al menos la versión oficial de su consejero, Antonio Capuano, quien en una entrevista en el diario «La Stampa» ha explicado que la intención del líder de la Liga era proponer a Putin una sede neutral donde retomar las negociaciones y que Alemania, Francia e Italia actuasen como garantes. Por si había alguna duda al respecto, el propio Salvini especificó que no iría a Rusia «en nombre del Gobierno» de Draghi, sino en representación del «sentir de la mayoría de los italianos».

El problema es que el líder leguista, cuyo partido forma parte de la heterogénea coalición que sostiene al ex presidente del Banco Central Europeo, no ocupa ningún cargo en el actual Ejecutivo, por lo que la iniciativa de Salvini ha desencadenado un aluvión de críticas y malestar en el Gobierno italiano, obligándole a dar marcha atrás y cancelar el viaje.

«Si hay que hablar con Putin, solo lo hace Draghi», zanjó el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, quien confirmó que el Ejecutivo no tenía conocimiento del posible viaje y pidió a Salvini «responsabilidad». La iniciativa del líder ultraderechista fue criticada incluso entre sus aliados conservadores, donde la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, defendió la necesidad de que Occidente muestre «una postura sólida». También dentro de la Liga hay quien ha querido tomar distancias de su líder, que ha quedado retratado al querer encabezar una misión diplomática sin el beneplácito del Gobierno al que pertenece, como es el caso de Giancarlo Giorgetti, «número dos» del partido y ministro de Desarrollo Económico.

Salvini se reunió en varias ocasiones con el embajador ruso en Roma con intención de mediar en el conflicto, según su Capuano, «Los rusos entendieron que Salvini realmente quería implicarse. Y le invitaron a dar otros pasos», revela. El interlocutor era el embajador ruso, Sergey Razov, con el que Salvini se encontró al menos cuatro veces entre el 1 de marzo y el 19 de mayo pasado.

La prensa local publicó que el primer ministro italiano se sintió «asombrado y molesto» ante la iniciativa de Salvini, de la que no había sido informado. Y el martes, tras participar en un Consejo Europeo extraordinario en Bruselas, que abordó el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, Draghi defendió que su Gobierno está «firmemente alineado» con la UE y la OTAN, evitando referirse específicamente al líder de la Liga.