Radicales

Así es la extrema derecha rusa que busca arrastrar a Putin a la “guerra total”

Los nacionalistas rusos sienten que Moscú se está conteniendo mucho; piden una movilización total, bombardeos masivos de ciudades ucranianas e incluso usar armas nucleares

Entender quiénes son estos ultraderechistas y qué representan es esencial para descifrar la estrategia de guerra del Kremlin
Entender quiénes son estos ultraderechistas y qué representan es esencial para descifrar la estrategia de guerra del Kremlinlarazon

Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, Moscú ha buscado por todos los medios minimizar la realidad de la guerra.

Describir la invasión como una “operación especial” y la persecución de cualquiera que se atreviera a llamarla con cualquier otro nombre pretende subrayar el carácter supuestamente temporal y limitado del conflicto armado. Este principio continuó en el discurso del presidente rusoVladimir Putin el pasado 21 de septiembre cuando anunció una “movilización parcial”.

Sin embargo, la fuerte resistencia ucraniana le ha dado la vuelta a la tortilla. Mientras que algunos rusos se han opuesto al ataque a Ucrania desde el principio y protestaron públicamente contra la movilización que se declaró recientemente, otras figuras en la extrema derecha sienten que el Kremlin se está conteniendo demasiado y piden cada vez más una movilización total, bombardeos masivos de ciudades ucranianas, e incluso el uso de armas nucleares.

Entender quiénes son estos ultraderechistas y qué representan es esencial para descifrar la estrategia de guerra del Kremlin. Aunque casi nadie en Rusia afirma abiertamente ser de extrema derecha, existe una “coalición heterogénea” a la derecha del régimen de Putin que comprende fundamentalistas ortodoxos, varios matices de nacionalistas de la oposición, que van desde “nacionaldemócratas” hasta neonazis, las llamadas milicias “patrióticas”, blogueros militares (milbloggers) y veteranos del Donbás.

La defensa del “mundo ruso”

La ultraderecha de Rusia elogió al régimen de diversas maneras por restaurar la grandeza de Rusia, emanciparse de Occidente (y sus valores supuestamente decadentes) y, sobre todo, defender el “mundo ruso”.

A pesar de que la mayoría de estos radicales dieron la bienvenida al anuncio de una movilización parcial por parte de Putin, y algunos incluso reconocieron en ella un “signo de la Providencia”, un buen número aseguró que era demasiado poco y demasiado tarde.

La retirada de las fuerzas armadas rusas de los alrededores de Kyiv a finales de marzo de 2022 y la serie de fracasos militares subsiguientes en varias zonas de conflicto han expuesto al mando militar ruso, a su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al liderazgo político ruso a fuertes críticas.

Como resultado, los nacionalistas actualmente instan al Estado ruso a golpear a Ucrania con más fuerza. En su opinión, es hora de poner fin a la “operación especial” y pasar a una “guerra total”.

Imperialistas y etnonacionalistas

Las dos principales ramas ideológicas de la extrema derecha rusa tienen en común este sentimiento. La primera rama es de inspiración imperialista. Enfatiza la grandeza del Estado ruso frente al mundo exterior, es decir, Occidente, y alienta al Estado a ejercer su dominio sobre varios espacios y poblaciones, tanto eslavas como no eslavas. Aquí, Rusia se define como una entidad imperial dedicada a expandir sus fronteras en el espacio de la antigua Unión Soviética.

La segunda rama, etnocéntrica, se ocupa sobre todo de los intereses del pueblo ruso, entendido en el sentido étnico del término, tanto en Rusia como en el extranjero. Esta rama busca transformar la Federación Rusa, que considera “demasiado multinacional”, en un estado nacional ruso. Una de las claves sería el irredentismo, preferentemente pacífico pero también belicoso si fuera necesario.

Los imperialistas enfatizan el poder del estado ruso y su expansión territorial, mientras que los etnonacionalistas se enfocan en la defensa de los rusos (o ucranianos de habla rusa) como comunidad étnica o cultural.

Para los etnonacionalistas, críticos con el régimen de Putin, el enemigo es ante todo nacional; son los ucranianos y su identidad, enmarcados como “negación” de lo auténticamente ruso. A pesar de estas diferencias de interpretación, ambos campos están de acuerdo en un punto: la victoria debe lograrse a toda costa, incluso si esto significa desplegar el arsenal nuclear en Ucrania.