Escándalos

Del «bunga- bunga» a Ruby: las mujeres del «Caimán» Berlusconi

«Il Cavaliere» estuvo casado dos veces y fue absuelto por prostitución de menores. Marta Fascina, 33 años, fue su última novia

El líder de 'Forza Italia', Silvio Berlusconi, habla con los periodistas a la salida de los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados con la diputada de la Cámara de Diputados italiana, Marta Fascina
Berlusconi habla con periodistas a la salida de la Cámara de Diputados italiana junto con, Marta Fascina, su última mujerMAURIZIO BRAMBATTIAgencia EFE

La política, el fútbol y las mujeres fueron las tres grandes pasiones de Silvio Berlusconi, pero no necesariamente por ese orden. La confusión entre lo público y lo privado fue siempre la regla durante su carrera, no la excepción. Quien fuera tres veces primer ministro de Italia tuvo una vida sentimental intensa. Dos matrimonios fracasados, varias relaciones sentimentales con mujeres mucho más jóvenes que él y un buen puñado de escándalos sexuales que acabaron por empañar su extensa trayectoria política.

«Esta mañana en el hotel quería echar un polvo con una camarera, pero me ha dicho: ‘presidente, pero si lo hemos hecho hace una hora...’ ¿Os dais cuenta qué malo es cumplir años?». Las salidas de tono de Berlusconi, que intercalaba chistes de dudoso gusto en muchas de sus intervenciones, incluso cuando era primer ministro, como en esta ocasión, son parte imborrable de su biografía. El magnate no evitaba los comentarios racistas, homófobos o machistas, ni siquiera en presencia de sus parejas.

En 1965, Berlusconi se casó con Carla Dall’Oglio, a la que conoció por casualidad en la parada de un tranvía de Milán, y con la que estuvo unido durante casi 20 años. El matrimonio tuvo dos hijos, Marina y Piersilvio. Por entonces, el ex «Cavaliere» era ya era un reconocido empresario con inversiones en el mundo de la construcción y los medios de comunicación, que se convirtieron en una plataforma para lanzar su carrera política en 1994 con Forza Italia, el partido que fundó y lideró hasta su muerte a los 86 años.

Tras la separación de su primera esposa, el empresario se casó con Verónica Lario, por entonces una aspirante a actriz desconocida. De esta unión nacieron otros tres hijos: Bárbara, Eleonora y Luigi. En mayo de 2009 su esposa le pidió el divorcio después de que el entonces primer ministro asistiera a la fiesta de cumpleaños de una joven de 18 años, Noemi Letizia. No era la primera vez que su mujer se encontraba en una situación parecida.

Ya en el pasado había exigido disculpas públicas después de que le tirara los tejos a una de sus ministras, pero esta vez, había ido demasiado lejos. «No puedo estar con un hombre que frecuenta menores de edad», denunció en una carta, en la que aseguró que su marido estaba «enfermo». «Mis hijos y yo somos víctimas y no cómplices de esta situación». Un escándalo que acabó con su matrimonio y significó el principio del fin de su último Gobierno tras salir a la luz poco después las fiestas «bunga bunga», que el entonces primer ministro celebraba en su residencia de Milán con la compañía de modelos y prostitutas, incluidas menores de edad, al mismo tiempo que la crisis financiera amenazaba con hundir a Italia.

Condenado en 2013 por incitación a la prostitución de menores y abuso de poder, tres años después fue absuelto, pero la sospecha de los fiscales de que hubiera podido corromper a los testigos del proceso para que mintieran a su favor abrió otra batalla judicial que se cerró en febrero con la absolución en apelo del magnate. Tres personas cercanas al líder de Forza Italia, en cambio, ya habían sido condenadas por proxenetismo en otro juicio paralelo que derivó de la misma causa.

Tras terminar en 2020 su relación con Francesca Pascale, presidenta de su club de fans en Nápoles, 49 años más joven que él, Berlusconioficializó su noviazgo con Marta Fascina, una diputada de Forza Italia de 33 años a quien conoció cuando trabajaba en el gabinete de prensa del A.C. Milan, el equipo de fútbol entonces propiedad del empresario.