Fuerza aérea

Un F-35 de EEUU, obligado a maniobrar para esquivar misiles de los hutíes en el Mar Rojo

El portaaviones Harry S. Truman que opera en la zona ha perdido dos cazas F/A 18 durante la operación contra los insurgentes yemeníes

Un caza F-35 de la US Air Force
Un caza F-35 de la US Air ForceLoockheed Martin

Un caza de quinta generación F-35 de Estados Unidos se vio obligado a realizar maniobras in extremis para evitar el impacto de misiles tierra-aire hutíes en el Mar Rojo. Así lo ha contado la publicación The War Zone de acuerdo a una versión de un funcionario de la administración estadounidense. "Se acercaron lo suficiente como para que el F-35 tuviera que maniobrar", matizó la fuente.

El incidente tuvo lugar durante la Operación Rough Rider, que comenzó el 15 de marzo si bien se desconoce la fecha exacta de la maniobra del avión F-35. "En esos primeros 30 días, los hutíes derribaron siete drones estadounidenses MQ-9 (de unos 30 millones de dólares cada uno), lo que dificultó la capacidad del Comando Central para rastrear y atacar al grupo militante”, según información del The New York Times. “Varios F-16 y un caza F-35 estadounidenses casi fueron alcanzados por las defensas aéreas hutíes, lo que aumenta la posibilidad de bajas estadounidenses, según informaron varios funcionarios estadounidenses.

La campaña contra los hutíes le está costando caro al Pentágono. El portaaviones de la Armada estadounidense Harry S. Truman perdió recientemente dos cazas F/A-18 Super Hornet. El 6 de mayo, un Super Hornet se estrelló en el mar al intentar aterrizar. El segundo avión se desplomó desde la cubierta del portaaviones al mar cuando el buque intentaba evadir un ataque hutí.

El presidente estadounidense Donald Trump detuvo el 8 de mayo dicha operación, que según la NBC le ha costado a Estados Unidos "más de 1.000 millones de dólares desde marzo, incluidas las miles de bombas y misiles utilizados en los ataques".

Según informó The New York Times, existía en el Pentágono preocupación ante la posibilidad de que las fuerzas armadas se quedaran casi sin armamento de alto precisión ante un hipotético con China en Taiwán.

La Operación Rough Rider incluyó el uso de bombarderos furtivos B-2A Spirit de la Fuerza Aérea estadounidense para atacar objetivos hutíes en Yemen. Como consecuencia, EEUU asegura haber destruido "múltiples instalaciones de mando y control, sistemas de defensa aérea, plantas de fabricación de armas avanzadas y lugares de almacenamiento de armas avanzadas", según declaró el CENTCOM el 27 de abril en X. "Estas instalaciones de almacenamiento albergaban armas convencionales avanzadas, incluyendo misiles balísticos antibuque y misiles de crucero", añadió.