Migraciones
Finlandia cierra los cuatro pasos fronterizos más transitados con Rusia para evitar la llegada de refugiados
El país nórdico registra la entrada de más de 280 solicitantes de asilo desde septiembre
El nuevo telón de acero lo está levantando Europa, aislando poco a poco a una Rusia que ve repetirse la historia de los fríos años de la Unión Soviética, sin desearlo. La noticia no ha sentado nada bien en Moscú que acusa al país vecino de actuar de manera unilateral, sin consultar previamente al Gobierno ruso y con la duda de que la Unión Europea haya podido pronunciarse al respecto, por lo inesperado de la medida, que fue anunciada horas antes por las autoridades finlandesas.
Pero el hecho es que los cuatro puntos fronterizos más transitados entre los dos países (Vaalimaa, Nuijamaa, Niirala e Imatra) ya se encuentran cerrados, siguen abiertos otros cuatro controles situados más al norte, donde no suele haber movimiento, por encontrarse lejos de los núcleos de población más habitados.
El motivo esgrimido por Finlandia es el aumento de inmigrantes llegados de países como Siria, Irak, además de numerosos viajeros procedentes de África que solicitan asilo nada más salir de la frontera rusa. Según los datos ofrecidos por el Gobierno de Helsinki, este lunes llegaron al país procedentes de Rusia 60 solicitantes de asilo, una cifra que poco tiene que ver con los 91 migrantes que viajaron al país nórdico a través de los mismos puntos fronterizos entre el 1 de agosto y el 12 de noviembre. El Ejecutivo finlandés liderado por el conservador Petteri Orpo asegura que, desde el mes de septiembre, 280 solicitantes de asilo han cruzado la frontera.
Con esta medida, el flujo de turistas rusos a la Unión Europea sufre un bloqueo considerable, ya que la mayoría de ellos habían encontrado en Finlandia y sus aeropuertos la manera más cómoda y económica de viajar, después de que las compañías europeas dejaran de volar a Rusia tras el comienzo de la denominada «operación militar especial» lanzada por Rusia contra Ucrania el pasado 24 de febrero de 2022.
La decisión finlandesa puede provocar un conflicto con otros países, que ven cercenada una vía de salida para sus nacionales residentes en Rusia, incluidos los propios finlandeses que lo tendrán mucho más difícil para regresar a su país, así como muchos diplomáticos y trabajadores de representaciones europeas en suelo ruso.
La situación podría complicarse mucho más si el Gobierno de Estonia, país que también comparte frontera con Rusia, se sumase a la medida adoptada por Finlandia. Desde Tallin ya han anunciado que vigilarán el flujo migratorio hacia sus fronteras, advirtiendo de que podrían ser los próximos en cerrar los accesos a Rusia si aumenta el número de migrantes con destino a Estonia.
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