Grecia vuelve a votar el próximo mes

La presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou, ha convocado por última vez a los líderes de los partidos más votados en las elecciones del domingo para confirmar que no hay margen para formar Gobierno y comunicarles que encargará al actual jefe del Tribunal de Cuentas, Ioannis Sarmas, que ejerza de primer ministro interino hasta las nuevas elecciones.

La Constitución establece que si después de tres intentos ningún candidato consigue formar Gobierno, se abre un periodo de interinidad en el que se instala una administración de carácter técnico liderada por un representante del poder judicial, en este caso Sarmas, que ha sido convocado a la sede de la Presidencia.

Sarmas ha aceptado ante la presidenta la encomienda, que se hará efectiva el miércoles por la mañana con su toma de posesión, informa la cadena ERT. "Es una obligación constitucional y al mismo tiempo un deber como ciudadano aceptar", ha señalado este juez, de 66 años, que volverá al Tribunal de Cuentas una vez haya completado la interinidad política.

Sakellaropoulou, que ha decidido dar el paso tras dos días de encargos fallidos, ha confirmado este trámite en una reunión a la que han asistido este miércoles el líder de Nueva Democracia y actual primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, y los responsables de SYRIZA y el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), Alexis TsiprasNikos Androulakis, entre otros.

La presidenta aún debe hacer oficial la fecha de esta nueva cita con las urnas, aunque los principales líderes políticos ya han sugerido que sea cuanto antes, con alusiones expresas al 25 de junio. Para estas segundas elecciones, se aplicará un nuevo sistema de reparto de escaños, en virtud del cual se recupera la prima para el partido más votado, que tendrá más fácil obtener la mayoría absoluta.

Nueva Democracia se quedó cerca de esta mayoría el pasado domingo, después de lograr más del 40 por ciento de los votos. SYRIZA, el segundo partido con más apoyo, se tuvo que conformar con alrededor de la mitad, un "golpe doloroso" como ha reconocido Tsipras, que aspira a tejer una coalición de izquierdas