Echa a andar a medio gas el "Tren Maya", la obra faraónica de López Obrador que ha costado 30.000 millones

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, inaugura parcialmente este viernes el primer tramo del Tren Maya, un proyecto que busca impulsar el desarrollo económico en el sureste del país, aunque no está exento de críticas y polémicas. La obra, de 1.554 km, ha sido cuestionada por su elevado costo de más de 515.000 millones de pesos (alrededor de 30.000 millones de dólares) y su impacto en el ecosistema a lo largo de su ruta.

A pesar de las promesas de López Obrador de inaugurar el tren en diciembre "llueva, truene o relampaguee", la apertura se ha realizado con "algunos faltantes, ajustes", según admitió el propio mandatario. La obra, que conectará los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, se inaugurará en fases, comenzando con el tramo entre Campeche y Cancún.

El Tren Maya, con un presupuesto inicialmente anunciado entre 120.000 y 150.000 millones de pesos mexicanos, ha visto triplicado su costo hasta superar los 500.000 millones (más de 25.500 millones de euros). Aunque se planteó como un proyecto de inversión mixta público-privada, finalmente todo el coste recae en el presupuesto del gobierno mexicano, según declaraciones de López Obrador.

El proyecto, dirigido por el ejército mexicano, ha generado controversias, especialmente en el tramo cercano a la Riviera Maya. Ambientalistas han catalogado la obra como un "ecocidio" al adentrarse en la selva, considerada el segundo pulmón forestal de América Latina. A pesar de los recursos judiciales que intentaron detener las obras, el gobierno clasificó el proyecto como "de interés público y seguridad nacional", permitiendo su continuación.

El Tren Maya, que contará con 42 trenes en total, tiene como objetivo fomentar el turismo y generar empleos en una región históricamente marginada. Se estima que la obra podría crear casi un millón de empleos y contribuir a sacar de la pobreza a 1,1 millones de personas hasta 2030. No obstante, las críticas se centran en el impacto ambiental, la deforestación de millones de árboles y la afectación de la fauna, incluyendo especies en peligro de extinción como el jaguar.

Con la inauguración, la atención se centra en el impacto real del Tren Maya en la región y en si cumplirá las expectativas de desarrollo económico sin comprometer gravemente el medio ambiente. La controversia persiste, pero el tren ya se encuentra en movimiento, marcando un hito en la infraestructura mexicana y generando expectativas sobre su contribución al progreso regional.