Migración
Italia culpa a Frontex tras el naufragio en Calabria
El ministro del Interior rechaza que el Gobierno de Meloni haya dejado morir a los migrantes
Una semana después del naufragio frente a las costas de Calabria de una embarcación con 180 migrantes a bordo, en el que murieron al menos 72 personas, el Gobierno liderado por Giorgia Meloni insiste en apuntar a Frontex, la Agencia Europea de la guardia de las Fronteras y Costas, ante la posible negligencia en la operación de salvamento, sobre la que la Fiscalía de Crotone ha abierto una investigación.
“Sostener que las operaciones de socorro pudieron ser condicionadas o incluso impedidas por el Gobierno constituye una grave falsedad”, declaró ayer el ministro del Interior, Matteo Piantedosi. Durante su intervención ante el Parlamento, el titular de Interior justificó el retraso en las operaciones de salvamento porque Frontex no lanzó ninguna señal de alarma antes. “Frontex no informó de ninguna situación de emergencia”, insistió.
El ministro del Interior y mano derecha del líder de la Liga, Matteo Salvini, sostuvo que la primera petición de socorro por parte de una aeronave de la agencia de control fronterizo llegó en la madrugada del domingo 26 de febrero, cuando la embarcación se encontraba a unos 150 metros de la orilla. Según la reconstrucción del ministro, Frontex no reportó riesgo alguno y sólo les comunicó la presencia de un barco “que parecía navegar con regularidad, a seis nudos y en buenas condiciones de flotabilidad, con una sola persona visible en la cubierta del buque”.
La aparente tranquilidad con la que navegaba la embarcación hizo que no se activara el protocolo de búsqueda y rescate (SAR) sino únicamente el de control de fronteras, una situación hasta ahora inédita, ya que suelen ser los guardacostas italianos quienes lideran las operaciones de salvamento. “Dos unidades navales de la Guardia de Finanzas que se encontraban en el mar para seguir la operación, se vieron obligadas a regresar a puerto debido a las malas condiciones del mar”, explicó Piantedosi. Sólo a las cuatro de la madrugada del domingo "llegó una solicitud telefónica de socorro desde un número internacional. Este es el momento preciso en el que, por primera vez, las autoridades italianas se dan cuenta de la necesidad de un rescate”, añadió. Poco después, la embarcación volcó tras chocar contra unas rocas.
Las explicaciones de Piantedosi no convencieron a la oposición, que exigió la dimisión del ministro. “No se entiende por qué en dos ocasiones los medios de la Guardia de Finanzas salieron a buscar el barco y regresaron debido a las condiciones adversas del mar, mientras que la embarcación podía soportar las mismas condiciones”, denunció la líder del progresista PD, Elly Schlein.
Por su parte, Frontex confirmó que la agencia informó de la presencia del barco navegando “sin mostrar signos de peligro”, pero con varias personas a bordo que fueron captadas por las cámaras térmicas instaladas en el avión que patrullaba el mar Jónico. Una situación que, en el pasado, había sido suficiente para poner en marcha una operación de salvamento.
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